"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"


EVANGELIO

Mayo 10, 2024


Juan 16, 20-23a

Nadie os quitará vuestra alegría

Giro con Reparación al Espíritu Santo


AUDIO

Santo Rosario

Por El Reino


AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

La Reina del Cielo





















Virgen de Fátima

Peregrina de Colombia


Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

EVANGELIO

Juan 16, 20-23a



Lectura del santo Evangelio según San Juan

Nadie os quitará vuestra alegría


20 “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. 

21 La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. 

22 También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. 

23 Ese día no me preguntaréis nada."


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina  Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

Jn 16, 20

"pero vuestra tristeza se convertirá en alegría" 

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Vol. 36-15 (2) Junio 20, 1938

le preparamos nuevas alegrías en cada acto que hace para volverla siempre más feliz en nuestra morada


(2) “Mi pequeña hija de mi Querer, ¿has visto cómo es bello vivir en mi Querer? Estamos en continuas comunicaciones con la criatura, le preparamos nuevas alegrías en cada acto que hace para volverla siempre más feliz en nuestra morada. Las acciones hechas en el Fiat están siempre en acto de hacerse, nuestra Vida renace continuamente, nuestro amor surge y formando sus olas inviste a todos y llama a todo en aquel acto, a fin de que todos lo repitan, y oímos el eco que todos nos aman y nos glorifican. Los ángeles y santos están todos a la expectativa, y con ansia suspiran el acto de la criatura hecho en la Divina Voluntad, ¿pero sabes por qué? Porque ellos reciben doble gloria, la del Cielo, y la nueva gloria, alegría y felicidad del acto hecho en mi Fiat. ¡Cómo me agradecen y aman a la criatura que les duplica los nuevos contentos y alegrías sin término! ¿Quién puede no amar a quien vive en mi Querer Divino, que da alegría y felicidad a Nosotros, que nos da la gran gloria de hacernos hacer lo que queremos en ella, que da felicidad y alegrías a todos, y no hay bien que de ella no descienda? Por eso quien vive en nuestro Querer no está sujeto a desconfianza, a temores, la desconfianza no encuentra las puertas para entrar en ella porque todo es suyo, se siente dominadora de todo, es más, toma lo que quiere, su vida no es otra cosa que amor y Voluntad nuestra, tanto, que llega a sufrir nuestras mismas locuras de amor, y se contentaría con dar su vida por cada uno para darnos la gloria de hacer conocer nuestra Voluntad”.”

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Jn 16, 20

"pero vuestra tristeza se convertirá en alegría" 

AUDIO


Vol. 25-20 (4) Enero 6, 1929

“los dolores se cambian en alegrías, las amarguras en dulzuras, la tierra se hace Cielo, los sacrificios conquistas“


(4) “Hija mía, donde está mi Querer Divino está la fuerza comunicativa de todos los bienes divinos, y como olas impetuosas corren sobre la criatura que lo posee, nuestros desahogos de felicidad, de luz, de fuerza, etc., y tiene virtud de cambiar naturaleza a las cosas más duras, más dolorosas, más amargas, donde está mi Fiat Divino las cosas más duras se hacen blandísimas, los dolores se cambian en alegrías, las amarguras en dulzuras, la tierra se hace Cielo, los sacrificios conquistas. Tu ejemplo es más que suficiente para convencerte de lo que te digo, mira, si no estuviese en ti mi Querer, inmovilizada como estás, por tan largos años dentro de una cama, sin ver y gozar ni sol, ni aire, ni placeres de tierra, es más, puedes decir que no los conoces, habrías sido la criatura más infeliz, ¡oh! cómo te habría sido duro y amargo tu estado. En cambio mi Fiat Divino, poseyendo la fuente de la felicidad, desbordándose sobre de ti y corriendo hasta en la médula de tus huesos, te comunica su felicidad, y con su fuerza te adormece todos los males y te vuelve feliz, y ¿si tú supieras cómo estoy contento al verte feliz? Pero sobre todo verte feliz no en un estado de placer, de diversión, sino confinada dentro de una cama, esto me extasía, me hace llegar a un delirio de amor, me atrae mucho a ti, y en mi delirio de amor te digo: ‘¡Oh! prodigio de mi Fiat Divino, que vuelve feliz a mi hija en un estado en que el mundo habría gritado infelicidad, desventura, y tal vez que jamás se ha visto y menos entendido. En cambio con mi Querer Divino es la más feliz de las criaturas, la más pacífica, la dominadora de sí misma, porque dentro de ella corre la vena de la felicidad de mi Fiat, que sabe convertir todas las cosas en gozos y felicidad sin fin’. Hija mía, mi único contento es ver feliz a la criatura, y como lo que la vuelve infeliz es el querer humano, quitado éste, todas las infelicidades terminan, no tienen más razón de existir, pero lo que hace morir todas las infelicidades humanas es sólo mi Voluntad, delante a Ella todos los males se sienten morir, Ella es como el sol que surge en la mañana, que tiene virtud de poner en fuga las tinieblas de la noche, las tinieblas ante la luz mueren, no tienen más derecho de existir. Así es de mi Divina Voluntad”.”

Fiat Divina Voluntad




Jn 16, 21 

La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo”

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Vol. 30-24 (2) Abril 2, 1932

está como una madre, esperando con un amor que la hace sufrir, el dar a luz estos sus partos divinos.

Tú debes saber que cuando vine sobre la tierra, mientras hacía el oficio de Redentor, al mismo tiempo todo lo que hacía mi Santa Humanidad encerraba tantos actos de mi Voluntad Divina como depósito para dar a la criatura, Yo no tenía necesidad porque era la misma Divina Voluntad, así que mi Humanidad hacía como una madre ternísima, encerraba en Sí tantos partos de mi Voluntad por cuantos actos hacía, para darlos a la luz y parirlos en el seno de los actos de las criaturas, para formar en sus actos el reino de los actos de mi Fiat. Por eso está como una madre, esperando con un amor que la hace sufrir, el dar a luz estos sus partos divinos.



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Jn 16, 21 

La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo”

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Vol. 24-24(2) Junio 29, 1928

“Cada hijo es una fiesta que Dios se siente parir en su propio seno por aquélla que vive en su Voluntad”

¡Cómo es bella la vida del alma en mi Voluntad Divina! Ella adquiere una gran prole casi interminable, porque si piensa, da a luz en la mente divina sus pensamientos y forma la larga generación de sus hijos en la mente de su Padre Celestial; si habla, da a luz sus palabras en la palabra de Dios, y forma la gran generación de los hijos de su palabra; si obra, si camina, si palpita, da a luz sus obras en las manos de su Creador, sus pasos en los pies divinos, su latido en el corazón paterno, y forma la larga generación de los hijos de sus obras, de sus pasos y de sus latidos; qué generación interminable forma quien vive en mi Voluntad a su Creador, ella es la pobladora y la madre fecunda que tiene siempre en fiesta a Aquél que la ha creado, porque cada hijo es una fiesta que Dios se siente parir en su propio seno por aquélla que vive en su Voluntad


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Jn 16, 21 

La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo”

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Giremos,


Vol. 19-37 (3)  Julio 14, 1926

“el parto de mi Reino”

Ahora, en el transcurso de los siglos Yo miraba a quien debía confiar este Reino, y he estado como una madre embarazada, que sufre, que se duele porque quería dar a luz su parto y no podía; pobre madre, cuánto sufre porque no puede gozarse el fruto de sus entrañas, mucho más que habiendo madurado este parto y no saliendo, su existencia está siempre en peligro. 

Así Yo, más que madre embarazada he estado por tantos siglos, cuánto he sufrido, cómo he penado al ver en peligro los intereses de mi gloria, tanto de la Creación como de la Redención, mucho más que este reino lo tenía como en secreto y escondido en mi corazón, sin tener ni siquiera el desahogo de manifestarlo, y esto me hacía sufrir de más, porque no viendo en las criaturas las verdaderas disposiciones para poder dar este mi parto, y no habiendo tomado ellos todos los bienes que hay en el Reino de la Redención, no podía arriesgarme a darles el Reino de mi Voluntad que contiene bienes más grandes, mucho más que los bienes de la Redención servirán como ajuar, como antídoto, para hacer que entrando en el Reino de mi Voluntad no puedan repetir una segunda caída, como hizo Adán. 

Así que si no todos estos bienes han sido tomados, sino más bien menospreciados y pisoteados, ¿cómo podía salir de dentro de mi Humanidad este parto de mi Reino? Por eso me he tenido que contentar con penar, con sufrir y esperar más que una madre para no poner en peligro mi amado parto de mi Reino; sufriendo porque quería ponerlo fuera para hacer don de él a la criatura y poner al seguro los intereses de la Creación y Redención, pues están todos en peligro, porque hasta en tanto que el hombre no regrese al Reino del Supremo Querer, nuestros intereses y los suyos estarán siempre peligrando. 

El hombre fuera de nuestra Voluntad es siempre un desorden en nuestra obra Creadora, una nota discordante que quita la perfecta armonía a la santidad de nuestras obras, y por eso Yo miraba a través de los siglos, esperando a mi pequeña recién nacida en el Reino de mi Voluntad, poniéndole en torno todos los bienes de la Redención para seguridad del Reino de mi Voluntad, y más que madre doliente que tanto ha sufrido, te confío a ti este mi parto y la suerte de este mi Reino. Y no sólo mi Humanidad es la que quiere dar a luz este parto que me cuesta tanto, sino toda la Creación está preñada de mi Voluntad, y sufre porque quiere darla a luz a las criaturas para restablecer el Reino de su Dios en medio de ellas, por tanto la Creación es como un velo que esconde como un parto a mi Voluntad, y las criaturas toman el velo y rechazan el parto que hay dentro; 

preñado de mi Voluntad está el sol, y mientras toman los efectos de la luz, que como velo esconde a mi Voluntad, los bienes que produce, rechazan después mi Voluntad, no la reconocen ni se hacen dominar por Ella, así que toman los bienes naturales que hay en el sol, pero los bienes del alma, el Reino de mi Querer que reina en el sol y que quiere darse a ellos lo rechazan; ¡oh, cómo sufre mi Voluntad en el sol, la cual quiere ser dada a luz desde la altura de la esfera para reinar en medio a las criaturas; preñado de mi Voluntad está el cielo, que mira con sus ojos de luz, como son las estrellas, a las criaturas, para ver si quieren recibir a mi Voluntad para que reine en medio de ellas; preñado de mi Voluntad está el mar, que con sus olas fragorosas se hace oír y las aguas como velo esconden a mi Voluntad, pero hombre se sirve del mar, toma sus peces, pero no tiene cuidado de mi Voluntad y la hace sufrir como parto reprimido en las entrañas de las aguas. Así que todos los elementos están preñados de mi Voluntad: El viento, el fuego, la flor, toda la tierra, todos son velos que la esconden. 

Ahora, ¿quién dará este desahogo y alivio a mi Humanidad? ¿Quién romperá estos velos de tantas cosas creadas que la esconden? ¿Quién reconocerá en todas las cosas al portador de mi Voluntad y haciéndole los debidos honores la haga reinar en su alma, dándole el dominio y su sujeción? Por eso hija mía sé atenta, da este contento a tu Jesús que hasta ahora ha estado sufriendo por poner fuera este parto de mi Reino supremo, y junto Conmigo toda la Creación, como un acto solo romperá los velos y depositará en ti el parto de mi Voluntad que esconden”.

Fiat Divina Voluntad



Jn 16, 22

También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría

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Vol. 30-36 (2) Junio 29, 1932

"Las alegrías de mi Voluntad conquistadora son muy distintas y diversas de aquéllas de mi Voluntad felicitante"

(2) “Hija mía bendita, el vivir en mi Querer encierra tantos prodigios y secretos de hacer maravillar Cielo y tierra. Tú debes saber que conforme la pequeñez de la criatura entra en Él, se pierde en su inmensidad, y la Divina Voluntad la recibe en sus brazos para hacer de ella conquista, y el querer humano se hace conquistador de la Divina. Ahora en estas conquistas de ambas partes, la Divina Voluntad festeja la conquista de la humana, dándole el uso que quiere, y la voluntad humana festeja la gran conquista hecha de la Divina, y queriéndole dar el uso que quiera, la envía al Cielo como conquista suya y portadora de nuevas alegrías y felicidad que posee. 

Mi Voluntad conquistada por el alma no se queda atrás, bilocándose, queda y parte para su patria celestial sólo para secundar a aquélla que la ha conquistado, y lleva la nueva conquista que ha hecho del querer humano, y las alegrías y felicidad que encierra la Divina Voluntad conquistante; mi Voluntad felicitante y beatificante que está en el Cielo, y mi Voluntad conquistadora que está en la tierra se funden juntas e inundan las regiones celestiales con las nuevas alegrías que posee mi Divina Voluntad conquistadora, 

porque tú debes saber que las alegrías de mi Voluntad conquistadora son muy distintas y diversas de aquéllas de mi Voluntad felicitante, las alegrías de mi Voluntad conquistadora no están en poder de los bienaventurados, sino en poder de la criatura, que las debe mandar desde la tierra y vienen formadas en medio de la hoguera del dolor y del amor, y sobre el aniquilamiento del propio querer. En cambio las alegrías felicitantes están en poder de ellos, y son frutos y efectos de la celestial morada en la cual se encuentran. 

Hay gran diferencia entre las alegrías de mi Voluntad conquistante y las de mi Voluntad felicitante, puedo decir que no existen en el Cielo mis alegrías conquistantes, sino sólo en la tierra, y ¡oh! cómo es bello ver a la criatura, que cuantas veces hace sus actos en mi Querer, tantas veces se hace conquistadora de Ella y la hace partir para el Cielo, para el purgatorio, en medio a las criaturas terrestres, por donde quiere, mucho más que estando mi Voluntad por todas partes y por todos lados, no debe hacer otra cosa que bilocarse para dar el fruto, las alegrías de la nueva conquista que la criatura ha hecho de Ella. 


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Juan 16, 22

También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.

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Giremos


Vol. 34-45 (1-2) Agosto 2, 1937 

"la fuente de la felicidad"


(1) Estaba haciendo mi giro en la Creación para seguir los actos de la Divina Voluntad en Ella, y ¡oh! cuántas sorpresas, cada una contenía tal felicidad, de poder volver felices a todo y a todos, y mi siempre amable Jesús, viéndome sorprendida, todo bondad me ha dicho: 

(2) “Hija mía, nuestro Ente Supremo posee la fuente de la felicidad, por eso de Nosotros no podían salir cosas o seres que no fuesen felices. Así que toda la Creación posee tal plenitud de felicidad, de poder dar a toda la tierra la perfecta felicidad terrestre. Por lo tanto Adán gozaba la plenitud de la felicidad, todas las cosas creadas le llovían encima alegrías y felicidad, y además, en su interior, poseyendo mi Querer, contenía mares de contentos, de bienaventuranzas y alegrías sin fin, para él todo era felicidad dentro y fuera. En cuanto pecó sustrayéndose de mi Voluntad, la alegría partió de él, y todas las cosas creadas se retiraron en su seno las alegrías que poseían, dando al hombre sólo los medios necesarios, no como a dueño y señor, sino como a siervo ingrato. Mira entonces, de Nosotros no salió la infelicidad, ni podíamos darla porque no la teníamos, dar lo que no se tiene es imposible, así que fue el pecado el que arrojó en el hombre la semilla de la infelicidad, del dolor y de todos los males que lo asedian dentro y fuera. En cuanto vino sobre la tierra la Celestial Señora, y después mi Santísima Humanidad, la Creación toda se puso en actitud de fiesta, nos sonreían de alegría y retomaron el curso de llovernos encima alegrías y felicidades, y en cuanto salíamos al exterior, corrían, se inclinaban y hacían salir sobre Nosotros alegrías y felicidad: el sol nos daba las alegrías de su luz, alegraba nuestra vista con la variedad de sus colores, nos daba la alegría de los besos de amor que poseía, y reverente se extendía bajo nuestros pasos para adorarnos; el viento nos llovía las alegrías de la frescura, y con sus soplos nos alejaba el aire pútrido de tantas culpas; los pájaros nos corrían en torno para darnos las alegrías de sus cantos y trinos, cuántas bellas músicas nos hacían, tanto, que Yo estaba obligado a ordenarles que se alejaran de Mí, que tomaran el vuelo en el aire para alabar a su Creador; la tierra florecía bajo mis pasos para darme las alegrías de tantas floraciones, y Yo le ordenaba que no me hicieran tales demostraciones, y me obedecía; el aire me llevaba las alegrías de nuestro aliento omnipotente cuando dando el aliento al hombre le dábamos la vida, colmándolo de alegrías y felicidad divinas, y conforme Yo respiraba así me sentía venir nuestras alegrías y felicidad que sentimos en la Creación del hombre. Así que no había cosa creada que no diera las alegrías que poseían, no sólo para felicitarme, sino para darme los homenajes, los honores como a su Creador, y Yo los ofrecía a mi Padre Celestial para darle la gloria, el honor, el homenaje, el amor, por tantas magnificencias y obras maravillosas que hicimos en la Creación por amor del hombre. Ahora hija mía, estas alegrías en las cosas creadas existen aún; la Creación, como fue hecha por Nosotros, con tanto alarde y suntuosidad y con la plenitud de la felicidad, nada ha perdido, porque esperamos a nuestros hijos, los hijos de nuestra Voluntad, que con derecho gozarán las alegrías, la felicidad terrestre que posee toda la Creación, y puedo decir que por amor de éstos existe aún, y las criaturas disfrutan, si no la plenitud de la felicidad, pero al menos las cosas necesarias para poder vivir. Este existir aún la Creación después de tantas ingratitudes humanas, culpas que hacen horrorizar, da la certeza del reino de mi Voluntad sobre la tierra, porque la criatura, poseyéndola, se volverá capaz de recibir las alegrías de la Creación, de darnos la gloria, el amor, la correspondencia de cuanto hemos hecho por ella, y de hacer todo el bien posible e imaginable que puede hacer la criatura. Por eso el todo está en poseer nuestro Querer, porque así tuvo el principio la Creación toda, incluido el hombre, todo era Voluntad nuestra, todos vivían encerrados en Ella, y en Ella encontraban lo que querían, alegrías, paz, orden perfecto, todo estaba a su disposición. Quitado el principio todas las cosas cambiaron aspecto, la felicidad se cambió en dolor, la fuerza en debilidad, el orden en desorden, la paz en guerra. Pobre hombre sin mi Voluntad, es el verdadero ciego, el pobre paralizado, que si algún bien hace, todo es fatiga y amarguras. 

(3) Todas las cosas, si se guían por el principio del cual han tenido la existencia, encuentran la vía, el paso firme y el resultado feliz de las obras o bien que han emprendido; si pierden el principio, se trastornan, vacilan, pierden la vía y terminan con no saber hacer nada, y si parece que hacen alguna cosa, dan piedad. También en las cosas humanas sucede así, si el maestro quisiera enseñar al niño las consonantes y no las vocales, como las vocales se usan en toda palabra, en cada letra, desde la ciencia más baja hasta la más alta, pobre niño, no aprendería jamás a leer y si lo quisiera podría enloquecer. Todo este mal, ¿quién lo ha producido? El alejamiento del principio de la ciencia, el cual son las vocales. ¡Ah! hija mía, hasta en tanto que el hombre no regrese en su principio, no reentre en mi Divina Voluntad, mi obra creadora será una obra rota, fuera de su puesto, pobre hombre sin las primeras vocales de mi Divina Voluntad, por cuanto les pueda dar luz, les pudiese hablar, no me entenderá, porque le falta el principio, le faltan las primeras vocales para poder leer mis lecciones sobre mi Fiat, por lo tanto sin base, sin fundamento, sin maestro, sin defensa, es tanta su tontería que no conoce su pobre estado, y por lo tanto no implora el reentrar en mi Querer para aprender las primeras vocales con las cuales fue creado por Dios, para poder seguir aprendiendo la verdadera ciencia celestial, y así formarse toda su fortuna, tanto en la tierra como en el Cielo. Por eso Yo le susurro siempre al oído del corazón: ‘Hijo mío, reentra en mi Voluntad, ven a tu principio si quieres parecerte a Mí, si quieres que te reconozca por hijo mío’. ¡Oh! cómo es doloroso tener hijos que no me asemejen, sin su nobleza, pobres, degradados, infelices, y ¿por qué todo esto? Porque rechazaron la gran herencia del Padre Celestial, y me obligan a llorar sobre su suerte. Hija, ruega que todos reconozcan a mi Voluntad, y tú reconócela y apréciala, ámala más que a tu misma vida y no la dejes huir ni siquiera un instante”. 

Fiat Divina Voluntad

Jn 16, 20

"os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre

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⚜️Reparemos en María a Jesús 

por quienes hallándose en el poder, ...pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes. ”


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 17 de Su Pasión

...se hace un profundo silencio en el cielo, en la tierra y en el infierno; y luego, como a una sola voz, oigo el grito de todos: 

« ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡Lo queremos muerto a cualquier costo! ». 

Vida mía, Jesús, veo que estás temblando. El grito de muerte, penetra hasta lo más profundo de tu Corazón… Y entre tanto tú, destrozado Jesús mío, movido por mi dolor, parece que me dices: 

« ¡Ah, hijo mío, sostenme que ya no puedo más! Toma parte en mis penas y que tu vida sea una continua ofrenda para salvar almas y para mitigar mis penas tan desgarradoras ». 

Corazón mío, Jesús, tus penas son mías, por lo que quiero hacer eco a tus reparaciones. 


Pero Pilato queda atónito y se apresura a decir:

« ¡Cómo! ¿Debo crucificar a su Rey? Yo no encuentro culpa alguna en él para condenarlo! ». 

Y los judíos gritan, ensordeciendo el aire: 

« ¡No tenemos más rey que el César! ¡Quita, quita! ¡Crucifícalo, crucifícalo! ». 

Y Pilato, ya no sabiendo qué hacer, por temor a ser destituido, hace que le traigan un recipiente con agua y lavándose las manos, dice: 

« Soy inocente de la sangre de este justo ». 

Y te condena a muerte. Pero los judíos gritan: « ¡Su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! ». 

Y al verte condenado, se ponen de fiesta, aplauden, silban y gritan. 


Y mientras, tú, oh Jesús, reparas por quienes hallándose en el poder, por vano temor o por no perder su puesto, pisotean las leyes más sagradas, no teniendo cuidado alguno de la ruina de pueblos enteros, favoreciendo a los malvados y condenando a los inocentes. 

Reparas también, por quienes después de la culpa, incitan la cólera de Dios a castigarlos.

Pero mientras reparas esto, el Corazón te sangra por el dolor de ver a tu pueblo escogido fulminado por la maldición del cielo, que ellos mismos, con plena voluntad, han pedido sellándola con tu sangre. ¡Ah, el Corazón se te deshace! Déjame que lo sostenga entre mis manos haciendo mías tus reparaciones y tus penas. Pero el amor te empuja hasta el más alto grado y ya con impaciencia buscas la cruz". 

Fiat Divina Voluntad