Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina  Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"


Octava de Pascua

Domingo abril 7, 2024

EVANGELIO

Juan 20, 19-31

PORQUE ME HAS VISTO, TOMÁS HAS CREÍDO, -DICE EL SEÑOR-. DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO

Web: EL SANTO DEL DÍA


Fiesta de la Divina Misericordia

«REGINA CAELI»


V Alégrate, Reina del Cielo, aleluya. 

R Porque aquel a  quien mereciste llevar en tu seno, aleluya.


V Ha resucitado como lo predijo, aleluya.

R Intercede  por nosotros ante Dios, aleluya.


V Gózate y alégrate, María Virgen, aleluya. 

R Porque en verdad el Señor ha resucitado, aleluya. 


V Oremos:

Oh Dios, que has llenado de alegría al mundo con la resurrección de Jesucristo, nuestro Señor, concédenos por  intercesión de su Madre la Virgen María, el llegar a poseer la dicha de la vida inmortal. Por Cristo nuestro Señor. 

R Amén.


R Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

V Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos, Amén. (Tres veces).


6 am, 12 im y 6 pm

Desde  el domingo de pascua hasta las 12 im  (medio día) del sábado de Pentecostés inclusive.


Regina Caeli es el nombre de una de las antífonas marianas y oración cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen.

Las otras tres antífonas marianas son: Ave Regina Caelorum, Alma Redemptoris Mater y Salve Regina. 


La antífona «Regina Caeli» sustituye el rezo del Ángelus durante el tiempo pascual.


Benedicto XIV estableció, en 1742, que durante el tiempo Pascual (desde la Resurrección del Señor hasta el día de Pentecostés) se sustituyera el rezo del Ángelus por la antífona «Regina Caeli».





Santo Rosario 

por el Reino 

 Giremos en la Humanidad de Jesús








Con AUDIO. Youtube:

Fiat Divina Voluntad


Con TEXTO:

Santo Rosario

AUDIO



‘Mi voluntad ha resucitado


"Y si las circunstancias de la vida, las ocasiones, las penas, circundan a la criatura como buscando su voluntad, ella puede responder:

 ‘Mi voluntad ha resucitado, 

no la tengo más en mi poder, en sustitución 

tengo a la Divina Voluntad 

y con su luz quiero investir todo lo que me circunda: Circunstancias, penas, para formar en ellas tantas conquistas divinas’. 

Libro de Cielo Vol. 36-3

Octava de Pascua

Domingo

EVANGELIO

Juan 20, 19-31




Lectura del santo Evangelio según San Juan

PORQUE ME HAS VISTO, TOMÁS HAS CREÍDO, -DICE EL SEÑOR-. DICHOSOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO

19 “Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros." 

20 Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. 

21 Jesús repitió: "Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado así también os envió yo." 22 Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; 

23 a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos."

24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. 

25 Y los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor." Pero él les contestó: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo."

26 A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: "Paz a vosotros."

27 Luego dijo a Tomás: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." 

28 Contestó Tomás: "¡Señor mío y Dios mío!" 

29 Jesús le dijo: "¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto."

30 Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. 

31 Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.”


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta




Jn 20, 19-20

“estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros."  Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”

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La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad

Día 30

⚜️ “si estuvieran dominados por la Divina Voluntad jamás habrían huido de su Maestro”


“Hija bendita, tú sabes que Yo estuve presente en la Resurrección de mi Hijo, pero no hice mención a ninguno, esperando que Jesús mismo manifestara que había resucitado glorioso y triunfante. La primera que lo vio resucitado fue la afortunada Magdalena, después las piadosas mujeres, y todos venían a Mí diciéndome que habían visto a Jesús resucitado, que el sepulcro estaba vacío, y yo escuchaba a todos y con aire de triunfo confirmaba a todos en la fe de la Resurrección. Para la noche ya casi todos los apóstoles lo habían visto, y todos se sentían como triunfantes por haber sido apóstoles de Jesús. Qué cambio de escena, hija querida, símbolo de quien se ha hecho dominar primero por la voluntad humana, que representa a los apóstoles que huyen, que abandonan a su Maestro, y es tanto el temor y el pavor que se esconden, y Pedro llega hasta a negarlo. ¡Oh! si estuvieran dominados por la Divina Voluntad jamás habrían huido de su Maestro, sino que valerosos y como triunfadores no se habrían separado jamás de su lado, y se sentirían honrados de dar la vida por defenderlo.”

Fiat Divina Voluntad



Jn 20, 19 

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos…»

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Vol. 33-38 (2) Mayo 26, 1935

el temor, aun cuando sea santo, es siempre virtud humana, rompe el vuelo del amor y hace nacer el miedo y el cansancio al caminar en el camino del bien…


(2) “Hija mía bendita, el temor, aun cuando sea santo, es siempre virtud humana, rompe el vuelo del amor y hace nacer el miedo y el cansancio al caminar en el camino del bien, hace mirar siempre a derecha e izquierda, y llega a temer de Aquél que tanto la ama, quita el dulce encanto a la confianza que la hace vivir en los brazos de su Jesús, y si teme demasiado pierde a Jesús y la hace vivir de sí misma. En cambio el amor es virtud divina, y con su fuego tiene la virtud purificadora de purificar al alma de cualquier mancha, la une y la transforma en su Jesús, y le da tal confianza, de hacerse raptar por su Jesús, el dulce encanto de la confianza es tal y tanto, que se raptan recíprocamente, y uno no puede estar sin el otro, y si mira, mira sólo si ama a Aquél que tanto la ama. Así que todo su ser viene encerrado en el amor, y como el amor es hijo inseparable del Querer Divino, por eso da el primer puesto de dominio a mi Divina Voluntad. Ella se extiende en todos los actos de la criatura, humanos y espirituales, ennoblece todo, y si bien los actos humanos quedan en la forma y materia de la cual son formados, no sufren ningún cambio externo, todo el cambio queda en el fondo de la voluntad humana, quedando todo lo que 2015 hace, aun las cosas más insignificantes, cambiadas en divino y confirmadas por la Divina Voluntad. Su trabajo es incesante y sobre todo lo que hace la criatura extiende su morada de paz, y como verdadera Madre no hace otra cosa que enriquecer con conquistas divinas a su amada hija. Por eso aparta cualquier temor, en mi Querer no tienen razón de existir ni temores, ni miedos, ni desconfianza, no son cosas que nos pertenezcan, y tú no debes hacer otra cosa que vivir de amor y de mi Voluntad. Tú debes saber que una de las más puras alegrías que me puede dar la criatura, es la confianza en Mí, con ella me la siento hija mía, y puedo hacer lo que quiero, puedo decir que la confianza me hace conocer quién soy Yo, que soy el Ser Inmenso, mi bondad sin término, mi misericordia sin límites, y por cuanta más confianza encuentro, más la amo y más abundo sobre las criaturas”

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Jn 20, 19

Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: "Paz a vosotros."

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Vol. 27-15 (2)  Noviembre 20, 1929

La paz es el perfume, el aire, el aliento de Jesús


“Hija mía, ánimo, no pierdas la paz, ella es mi perfume, mi aire, es el efecto que produce mi aliento.  

Así que en el alma en que no hay paz, Yo no me siento en mi morada real, me encuentro a disgusto, mi misma Divina Voluntad que en naturaleza es paz, se encuentra como el sol cuando las nubes se ponen frente a la luz e impiden que el sol resplandezca en su plenitud sobre la tierra.  

Se puede decir que cuando el alma no es toda paz, no importando cuales sean las circunstancias, es para ella una jornada lluviosa, y el Sol de mi Voluntad se siente como impedido de comunicarle su Vida, su calor, su luz. 

Por eso tranquilízate y no formes nubes en tu alma, ellas me hacen mal y no puedo decir:  ‘Estoy en esta criatura con la paz perenne, con mis alegrías y con mi luz de mi patria celestial.’  

Ahora hija de mi Querer, tú debes saber que Yo soy orden, y por eso todas mis obras son ordenadas; mira cómo la Creación es ordenada:  La finalidad de la Creación era el hombre, no obstante no creé al hombre primero, si lo hubiera hecho no habría sido ordenado, ¿dónde poner a este hombre?  ¿Dónde apoyarlo?  Sin sol que lo iluminara, sin el pabellón del cielo que le hiciera de estancia, sin plantas que lo alimentaran, todo era desorden, y mi Fiat reordenó y creó todo, y después de que formó la más bella habitación, creó al hombre.  ¿No se ve en esto el orden de tu Jesús? 

Ahora, también para ti debía tener el orden, y si bien nuestra primera finalidad era el hacerte conocer nuestra Voluntad Divina, a fin de que reinase en ti como Rey en su propia morada real, y dándote sus lecciones divinas pudieses ser portavoz para hacerla conocer a los demás, pero era necesario, como en la Creación, preparar el cielo en tu alma, adornarlo de estrellas con los tantos conocimientos de las bellas virtudes que te he manifestado, Yo debía descender en lo bajo de tu voluntad humana para vaciarla, purificarla, embellecerla y reordenarla en todo.  

Se puede decir que eran tantas especies de creaciones que hacía en ti, debía hacer desaparecer la antigua tierra desordenada de tu voluntad humana para volver a llamar el orden del Fiat Divino en el fondo de tu interior, que haciendo desaparecer la tierra antigua de todo tu ser, hiciera resurgir con su fuerza creadora, cielos, soles, mares de verdades sorprendentes.  Y tú sabes cómo todo esto ha sido madurado con la cruz, con el segregarte de todo, haciéndote vivir en la tierra como si para ti no fuese tierra, sino Cielo, teniéndote siempre absorbida, o Conmigo, o en el Sol de mi Fiat Divino.  Así que todo lo que he hecho en ti no ha sido otra cosa que orden que se necesitaba para darte el gran don de mi Voluntad Divina, como le fue dado al primer hombre en el principio de su creación, y por eso hubieron tantos preparativos, porque debían servir a aquel hombre que debía poseer el gran don de nuestra Voluntad como su predilecta heredad; símbolo éste de los grandes preparativos hechos en tu alma.  

Por eso adora mis disposiciones y agradéceme siendo fiel.

Fiat Divina Voluntad



Jn 20,20

“Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”

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Vol. 35-41 (2) Marzo 28, 1938

“cuando el alma entra en nuestro Querer encuentra esta ciudad de luz


(2) “Hija mía bendita, como el hombre fue hecho por Nosotros para vivir en nuestro Querer, todos nuestros actos debían servir como tantas diversas ciudades o naciones, en las cuales el hombre debía encontrar con derecho su patria, las diversas ciudades en las cuales debía tener sus diversiones, sus alegrías, las escenas encantadoras y deleitables que con tanto amor le había preparado su Creador, así que se puede decir que ciudad es el sol, y cuando el alma entra en nuestro Querer encuentra esta ciudad de luz con todas las variadas bellezas de colores, de dulzuras, encuentra nuestro acto creante y festejante, lleno de alegrías, de amor y de felicidad indecible, y ella se sumerge en estos océanos de bellezas, de dulzuras, de amor y alegrías, y como en patria suya hace sus largos paseos y se vuelve dueña de los bienes que en esa ciudad encuentra, y ¡oh, cómo Nosotros quedamos contentos al ver nuestras obras, nuestras ciudades creadas solamente para el hombre, no más desiertas sino pobladas por nuestros hijos, porque entrando en nuestro Querer encuentran el camino que los conduce a las diversas ciudades que hemos formado en la Creación y, dónde encuentran un deleite, dónde una alegría distinta, dónde un conocimiento de más acerca de su Creador, y dónde un amor tan intenso que los abraza, los besa, y les comunica la Vida de amor! Cada cosa creada posee de lo nuestro, pero no para sí, sino para darlo a las criaturas, pero deben vivir en nuestro Querer, de otra manera las puertas están cerradas y a lo más gozan los efectos, pero no la plenitud de los bienes que hay en nuestras obras. Por eso hija mía, para ser completo y perfecto el acto de la criatura debe comenzar y terminar en nuestra Voluntad, la cual le suministra su misma Vida de luz y de amor, para hacer que el acto sea completo y nada le falte de bello, de santo y de bueno.

Fiat Divina Voluntad



Jn 20, 22 

“Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: ‘Reciban el Espíritu Santo’” 

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Vol. 35-23 (2-3) Diciembre 21, 1937

para infundir la vida al hombre no se necesitó más que nuestro aliento omnipotente, ¡pero cuántos prodigios encerrados en aquel aliento!...

"Potencia de nuestro aliento omnipotente. Con nuestro aliento la restableceremos, la sanaremos"


 “Hija mía buena, está decretado en el consistorio de la Trinidad Sacrosanta, que mi Voluntad Divina tendrá su reino sobre la tierra, y cuantos prodigios se necesiten, los haremos, no ahorraremos nada para tener lo que Nosotros queremos.  Pero Nosotros en el obrar usamos siempre los modos más simples, pero potentes, tanto de arrollar Cielo y tierra, todas las criaturas en el acto que queremos.  Tú debes saber que en la Creación, para infundir la vida al hombre no se necesitó más que nuestro aliento omnipotente, ¡pero cuántos prodigios encerrados en aquel aliento!  Creamos al alma dotándola con las tres potencias, verdadera imagen de nuestra Trinidad adorable; con el alma tuvo el latido, el respiro, la circulación de la sangre, el movimiento, el calor, la palabra, la vista.  Ahora, ¿qué cosa se necesitó para hacer todos estos prodigios en el hombre?  Nuestro acto más simple, armado de nuestra potencia, esto es, nuestro aliento, y de la carrera de nuestro amor, que no pudiendo contenerlo, corría, corría hacia él, hasta hacer de él el más grande prodigio de toda la obra creadora.  Ahora hija mía, el hombre con no vivir en nuestro Querer Divino, sus tres potencias han sido oscurecidas y deformada nuestra imagen adorable en él, de modo que ha perdido el primer latido de amor de Dios en el suyo; ha perdido el respiro divino en su respiro humano, más bien, no que lo haya perdido, sino que no lo siente, por eso no siente la circulación de la Vida Divina, el movimiento del bien, el calor del amor supremo, la palabra de Dios en la suya, la vista para poder mirar a su Creador, todo ha quedado oscurecido, entorpecido, debilitado y quizá también deformado.  Ahora, ¿qué cosa se necesita para restablecer a este hombre?  Volveremos a infundirle nuestro aliento con más fuerte y creciente amor, le infundiremos el aliento en el fondo del alma, pondremos nuestro aliento más fuertemente en el centro de su voluntad rebelde, pero tan fuerte de sacudirle los males a los cuales está unido, sus pasiones quedarán aterradas y aterrorizadas ante la potencia de nuestro aliento; se sentirán quemar por nuestro fuego divino, y la voluntad humana sentirá la Vida palpitante de su Creador, que ella, como velo, lo esconderá en sí misma, y volverá a ser la portadora de su Creador.  ¡Oh, cómo se sentirá feliz!  

Con nuestro aliento la restableceremos, la sanaremos, haremos como una madre ternísima que teniendo a su hijo deforme, por medio de su aliento, de respiraciones, de soplos, se vierte sobre su hijo y solamente deja de darle el aliento y la respiración cuando lo ha sanado y lo ha vuelto bello como ella lo quería.  La potencia de nuestro aliento no lo dejará, sólo dejaremos de dárselo cuando lo veamos regresar a nuestros brazos paternos bello como Nosotros lo queremos, y entonces sentiremos que nuestro hijo ha reconocido nuestra paterna bondad, y lo mucho que lo amamos.

Mira entonces qué se necesita para hacer venir a reinar nuestra Voluntad sobre la tierra:  La potencia de nuestro aliento omnipotente, con él renovaremos nuestra Vida en el hombre.  Todas las verdades que he manifestado, los grandes prodigios del vivir en mi Querer, serán las propiedades más bellas, más grandes, de las cuales les haré don.  También esto es una señal segura de que vendrá el reino de mi Voluntad a la tierra, porque si hablo, primero hago los hechos y después hablo, mi palabra es la confirmación del don, de los prodigios que quiero hacer; por eso, ¿qué finalidad tendría el manifestar mis propiedades divinas, hacerlas conocer, si no debiera venir su reino a la tierra?”

Fiat Divina Voluntad




Jn 20, 27 

“No seas incrédulo sino creyente” 

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Vol. 32-3 (4-6) Marzo 26, 1933

…el viento fuerte de la Luz de mi Fiat pondrá en fuga los males, las pasiones, que como cenizas esconden la Vida Divina en ellas, y sintiéndola viva tendrán vergüenza de no hacer dominar a nuestra Voluntad.

Hija mía, el tiempo dirá todo, y los que no creen quedarán confundidos.


“Hija mía, las más grandes obras hechas por nuestro Ente Supremo, todas han sido hechas gratuitamente, sin tomar en cuenta si las criaturas se las merecían o nos lo sugirieran; si pusiéramos atención a esto nos convendría atarnos los brazos y no hacer más obras porque las criaturas ingratas no nos glorificarían; y quedarnos sin ni siquiera tener el bien de hacernos glorificar y alabar por nuestras mismas obras, ¡ah no, no! una sola obra nuestra nos glorifica más que todas las obras unidas juntas de todas las generaciones humanas, un acto cumplido de nuestra Voluntad llena Cielo y tierra, y con su virtud y potencia generativa y comunicativa nos genera tanta gloria, que no termina jamás, y que a las criaturas apenas las gotitas les es dado comprender.

En efecto, ¿qué mérito tenía el hombre cuando creamos el cielo, el sol, y todo lo demás? Él no existía aún, nada nos podía decir, así que la Creación fue una obra grande, de magnificencia maravillosa, toda gratuita de Dios. Y la Redención, ¿crees tú que el hombre la mereciese? De ninguna manera, fue toda gratuita, y si nos rogó fue porque Nosotros le hicimos la promesa del futuro Redentor, y no fue él el primero en decírnoslo, sino Nosotros, era nuestro decreto todo gratuito que el Verbo tomase humana carne, y fue cumplido cuando el pecado, la ingratitud humana, galopaban y llenaban toda la tierra, y si alguna cosa pareció que hacían, eran apenas gotitas que no podían bastar para merecer una obra tan grande, que da en lo increíble, que un Dios se haga similar al hombre para ponerlo a salvo, y que por añadidura lo había ofendido tanto.

Ahora, la obra grande de hacer conocer mi Voluntad a fin de que reine en medio a las criaturas, será una obra nuestra toda gratuita; y aquí está el engaño, que creen que habrá mérito y la parte de las criaturas, ¡ah, sí, estará, como las gotitas de los hebreos cuando vine a redimirlos, pero la criatura es siempre criatura, por eso nuestra parte será toda gratuita, que abundándola de Luz, de Gracia, de Amor, la arrollaremos en modo que sentirá una Fuerza jamás sentida, Amor jamás probado, sentirá más viva nuestra Vida palpitante en su alma, tanto, que le será dulce el hacer dominar a nuestra Voluntad.

Esta nuestra Vida existe todavía en el alma, le fue dada por Nosotros desde el principio de su creación, pero está tan reprimida y escondida, que está como si no la tuviese, está como el fuego bajo las cenizas, que cubierto y como aplastado bajo de ellas no hace sentir el beneficio de la vida de su calor, pero supón que un viento fuerte aleja las cenizas del fuego, y éste hace ver y sentir su vida; así el viento fuerte de la Luz de mi Fiat pondrá en fuga los males, las pasiones, que como cenizas esconden la Vida Divina en ellas, y sintiéndola viva tendrán vergüenza de no hacer dominar a nuestra Voluntad.

Hija mía, el tiempo dirá todo, y los que no creen quedarán confundidos.” 

Fiat Divina Voluntad




Jn 20, 29 

Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.»

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Vol. 24-32 (2) Agosto 2, 1928

el tiempo cuando salgan a la luz es relativo y condicionado a cuando se dispongan las criaturas a recibir tanto bien, y a que se dispongan aquellos que se deben ocupar en hacer de pregoneros y hacer el sacrificio para llevar la nueva era de paz…


(2) “Hija mía, la Voluntad de Dios de que salgan a la luz los escritos de mi Divina Voluntad es absoluta, y por cuantos incidentes se puedan dar, Ella triunfará sobre todo, y aunque pasaran años y años sabrá disponer todo para que su absoluta Voluntad sea cumplida; el tiempo cuando salgan a la luz es relativo y condicionado a cuando se dispongan las criaturas a recibir tanto bien, y a que se dispongan aquellos que se deben ocupar en hacer de pregoneros y hacer el sacrificio para llevar la nueva era de paz, el nuevo sol que despejará todas las nubes de los males. Si tú supieses cuántas gracias y luces tengo preparadas sobre de quien vea dispuesto a ocuparse, serán ellos los primeros en sentir el bálsamo, la luz, la Vida de mi Fiat. Ve cómo tengo preparados en mis manos los vestidos, el alimento, los adornos, los dones para quien debe ocuparse, pero estoy viendo quiénes son los verdaderamente dispuestos para poderlos investir de las prerrogativas que se necesitan para una obra tan santa, que Yo tanto amo y quiero que hagan. Pero debo decirte también: ‘¡Ay a quien se oponga o pudiera poner obstáculos’! Tú no te apartes en nada, ni siquiera un milímetro de lo que se necesita para preparar el reino de mi Voluntad Divina, a fin de que por parte mía y por parte tuya, haciendo lo que se necesita para dar este gran bien a las criaturas, nada falte por parte nuestra, para que no apenas las criaturas se dispongan, puedan encontrar todo lo que se necesita en su lugar. ¿No hice Yo lo mismo en la obra de la Redención? Preparé todo, hice y sufrí todo, y a pesar de tantos incidentes en contra que veía, mis mismos apóstoles vacilantes, dudosos, tímidos, hasta llegar a huir de Mí no apenas me vieron en manos de los enemigos, dejado solo, no tuve el bien de ver ningún fruto mientras Yo estaba en la tierra, pero con todo esto no omití nada de lo que se necesitaba para la obra completa de la Redención, a fin de que cuando hubieran abierto los ojos para mirar lo que hice, hubieran encontrado todo el bien para ser redimidos, y nada les faltase para recibir el fruto de mi venida a la tierra. Hija mía, el reino de mi Redención y el de mi Voluntad están tan unidos, que se dan la mano y casi sufren la misma suerte por parte de la ingratitud humana, pero no es necesario detenerse ni prestar atención a esto por parte de quien debe dar y formar tanto bien, es necesario que hagamos obras completas, a fin de que por parte nuestra nada falte, y así, disponiéndose ellos, encuentren todo lo que se requiere para recibir el reino de mi Voluntad”.