Villanueva del Fresno

Armas: :Escudo en campo de oro, un fresno todo de sinople, acompañado de un pastor, en su color, en aptitud de arrojar una piedra; cayendo del fresno, con el mástil roto, una bandera, de gules, con creciente de plata; y perro de sable encadenado al árbol. Al timbre, Corona marquesal.


A pesar de la indudable presencia musulmana en Cuncos, los orígenes de la actual Villanueva del Fresno son difusos. Se sabe que a finales del siglo XIII estas tierras formaban parte del bayliato templario de Jerez de los Caballeros, hasta que la Orden se disuelve en 1312. Pasan entonces estos territorios a depender directamente de los monarcas castellanos, adquiriendo posteriormente la categoría de villa y ganándose su autonomía. Será en 1332 cuando Villanueva y su término pasen al dominio de la aristocrática familia de los Portocarrero, tan vinculada desde entonces a esta localidad.

Juan de Portocarrero, obtuvo por sus servicios a Carlos V, el título de Marqués de Villanueva del Fresno en 1530 y Grande de España por lo que el Señorío paso a convertirse en Marquesado de Villanueva del Fresno.

Ya a mediados del siglo XIV estaba construida la Torre del Homenaje del castillo, que había de garantizar la defensa de la localidad y de esta parte de la frontera, pero la existencia de esta fortaleza no logrará impedir que los portugueses ataquen Villanueva en varias ocasiones. A pesar de que esos ataques fueron rechazados con éxito, casi siempre, en 1643, tras un largo asedio del ejército luso al mando de Mathías de Alburquerque, fue tomada la villa y el castillo. Este junto con el resto de la población fueron arrasados durante la Guerra de la Restauración portuguesa, en 1646. En tan mal estado quedó la villa y sus defensas que su reconstrucción no comenzaría hasta 25 años más tarde, ya cuando el acuerdo de paz entre España y Portugal había sido rubricado. Como dato curioso diremos que el caserío se construyó en la parte opuesta del cerro sobre el que se asentaba originariamente la población, y que, a semejanza de lo que sucedería en la vecina población de Cheles, buena parte de los repobladores serían portugueses.

Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Concertadas las paces con el nuevo reino de Portugal en 1668, se construye esta nueva iglesia cuando comenzó la reconstrucción de la villa anteriormente mencionada, ya que la antigua parroquia, bajo la advocación de Nuestra Señora de la estrella quedó derruida, al ser destruida y abandonada como consecuencia del asedio en 1643. En 1733 es objeto de una ampliación que le da sus dimensiones actuales. Se trata de un templo de tres naves, la central de mayor altura que las laterales, apareciendo todas ellas divididas en cuatro tramos conformados por arcos de medio punto, que descansan sobre pilares. Sus bóvedas son de arista en la zona central y de cañón en los lados, levantándose cúpulas sobre el crucero y las capillas laterales. El retablo mayor, de buena factura e indudables rasgos barrocos, se compone de un primer cuerpo en cuyo centro se encuentra la figura de la Virgen Inmaculada, rodeada de otras imágenes religiosas. Ya en un segundo cuerpo se ubica un valioso cuadro de Cristo crucificado. La imaginería religiosa, bien representada en las capillas laterales, cuenta con excelentes ejemplos en esta iglesia, permitiéndonos nosotros destacar una Piedad y la propia Inmaculada del retablo mayor.

Nuestra Señora de la Soledad

Ermita del Cristo de la Expiración, mirando también a la Plaza de España, construida en la primera mitad del S. XVIII. Este templo se halla embutido entre edificaciones posteriores, pero muestra una preciosa portada de piedra que resalta sobre el blanco fondo de la fachada. Dicha portada es adintelada y se corona con un escudo de armas de la familia Canseco, donantes de la ermita, encontrándonos en la parte superior del edificio, como remate del mismo, una bonita espadaña. Su interior es de una sola nave, con magnífica bóveda de cañón, y su cabecera se cubre con una cúpula sobre pechinas que se cierra con linterna. El retablo mayor es de fábrica y se divide en dos cuerpos por columnas corintias, ubicándose en su parte inferior un Cristo Crucificado flanqueado por otras imágenes de buena factura.

La Casa Consistorial, es un edificio muy representativo del pueblo, de estilo neoclásico. Es una edificación de dos alturas y amplias proporciones con una magnífica torre del reloj en su parte central. En la parte inferior presenta una sucesión de arcos de medio punto y en la planta alta podemos ver una equilibrada sucesión de ventanas ybalcones rematados confrontón.

Estación de tren, perteneciente al inconcluso proyecto de construcción de una línea que pretendía unir la comarca con la localidad de Jerez de los Caballeros.

Acueducto y Convento de la Luz, totalmente destruido.

El patrón de la villa. Se encuentra en la Ermita de San Ginés de la Jara, aproximadamente a un kilómetro de la villa, sobre una colina. Se trata de una sencilla construcción de mampostería con gruesos contrafuertes que aparece siempre bien encalada. En fachada presenta un pequeño atrio con arco frontal tipo carpanel, estando rematada por una sencilla espadaña con campanil. El espacio interior es abovedado. Aunque se sabe que sufrió importantes modificaciones en el siglo XVIII, hay pruebas de su existencia ya desde principios del siglo XVII. Así sabemos que fue utilizada por el estado mayor del ejército portugués durante el asedio de Villanueva en el año 1643.