Jerez de los Caballeros

Trae por armas el escudo de Jerez de los Caballeros: en campo de plata, un santo en carnación, nimbado de oro, portando un cuchillo de plata en la mano diestra y un libro, de su color, en la siniestra, sostenido por un demonio, en carnación, tendido a sus pies, prisionero por el cuello con una cadena de sable, acompañada en el cantón diestro del jefe por una encina de sinople, englandada de oro, y en siniestro del jefe por un manojo de jara de sinople atado con una cinta de oro; seacola con una cruz de la Orden de Santiago y se timbra con una Corona Real cerrada.

Durante la dominación árabe es conocida con Xerixa o Xeris y no cabe duda de que fue ciudad importante, desafortunadamente quedan pocos monumentos o restos de aquella época aunque siguen existiendo reminiscencias en barrios como la Morería y la Alhóndiga.

Con la conquista por Alfonso IX de León en 1230, con ayuda de los templarios entró Jerez en la época cristiana. Aun en el 1240 es necesaria una campaña militar para asegurar la zona. Alejado el peligro musulmán el rey hace donación de la villa a la Orden del Temple.

En 1312 Jerez de los Caballeros pasó a ser ciudad de realengo bajó el dominio de la corona, que le reconoció el derecho a nombrar procuradores en las Cortes de Castilla. Allí jugaron un papel destacado, sobre todo en las cortes celebradas en 1315 en Burgos para debatir sobre la regencia de Alfonso XI.

En los años posteriores el castillo de Xerez de Badajoz pasó a manos de portugueses, quienes mantuvieron la fianza de plazas y fuertes hasta 1330.

En 1370 el rey Enrique II cedió a la Orden de Santiago la ciudad, quienes la mejoraron radicalmente, aunque de su época se conserva poca información.

El siglo XVI supuso un período de engrandecimiento para Jerez de los Caballeros. Se multiplicaron los edificios monumentales, aumentó la población, y entre 1523 y 1526 aproximadamente Carlos I le dio el título de "muy noble y muy leal ciudad", con sus correspondientes privilegios.

En 1594 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago figurando como Xerez de Badajoz, el Valle de Matamoros y el lugar de Santa Ana, conjunto que agrupaba a 1963 vecinos pecheros.

Los siglos XVII y XVIII fueron una época de decadencia para la localidad. Hubo una gran pobreza, empeorada por la independencia de Portugal en 1640. En 1651 Jerez rechazó una oportunidad de tener voto en cortes.

La victoria de las tropas de la ciudad en Évora en 1662 originó una gran fiesta en Jerez. Durante la Guerra de Sucesión, Portugal se puso del bando de Carlos de Austria, por lo que los portugueses invadieron Jerez en 1706, 1710 y 1711.

Jerez de los Caballeros, como ciudad importante en la época renacentista, según Navarro del Castillo, contribuyó con 172 personas a la epopeya americana.

Castillo templario. Con el Temple comienza una repoblación y engrandecimiento de la comarca, siendo de esta época la constitución del "bailiato" o encomienda de Jerez como lo demuestran documentos de capítulos de la orden.

La disolución de la Orden del Temple en 1312 por bula del papa Clemente V hace pasar sus posesiones de España y en concreto la comarca de Jerez a la corona. Cuentan las historias del pueblo que los templarios se resistieron y en la lucha murieron degollados todos los caballeros, de ahí el nombre de "Torre Sangrienta" a uno de los baluartes de la muralla de Jerez.

San Antonio

Iglesia de San Bartolomé. Hermoso templo parroquial, dedicado al Santo Patrón de la Ciudad. Según la leyenda, su origen se remonta a tiempos de la Reconquista, cuando los reyes de León hacían incursiones por estas, entonces, tierra de moros. La fábrica actual es muy posterior S. XVI, pero aún quedan muchos vestigios de su gótica fisonomía anterior que debió iniciarse como ermita en la parte más prominente de la población, que luego se aglutinase en su entorno. Prueba aún más su antigüedad el hecho de que los Templarios, al fortificar esta plaza, la incluyesen dentro del cinturón de sus murallas.

En 1691 se colocó el retablo del Altar Mayor, obra barroca del tallista José de la Barrena. Es muy valiosa la imaginería, sobre la que destacan San Pedro de Alcántara de notable factura, un crucificado de gran fuerza expresiva:"Cristo de la Piedad" y Santa María de la Cabeza de reminiscencias góticas. Abundan los blasonados enterramientos, entre los que merecen especial atención las estatuas yacentes de don Vasco de Jerez y su esposa -1535-.

El exterior del templo es un conjunto arquitectónico de notable aspecto, sobre el que destaca su esbelta y giraldina torre, de forma cuadrangular, con robusta base de sillería de granito sobre la que se asientan cuatro estamentos o cuerpos. Su estilo es barroco con fábrica de ladrillo y aplicaciones de barro cocido y yesería, con revestimientos de vistosa cerámica vidriada. La torre se reconstruyó en 1759 sobre la base de otra anterior arruinada por un terremoto en 1755.

Iglesia de Santa María de la Encarnación. Es el más antiguo de los templos parroquiales de la ciudad. Parece ser de origen visigodo por una inscripción grabada sobre una columna que traducida dice:

"El noveno día de las Kalendas de enero de la era 594 (25-12-556) fue dedicada a esta iglesia de Santa María".

El 6 de marzo de 1965 un incendio hizo grandes destrozos en el interior de la iglesia. Custodia este templo una gran riqueza de ornamentos y una buena imaginería sobre la que destacan: la "Magdalena Penitente" atribuida a Mena, la "Virgen de las lágrimas" y un "Descendimiento", obra actual de León Ortega. Proliferan los blasones sepulcrales (Cáceres, Vargas, Figueroas, Girón, etc) algunos de notoria prestancia como el de los Pacheco-Portocarrero, en la Capilla Mayor.

En su aspecto exterior, el templo constituye un macizo conjunto de gran solidez y majestad, con basamentos, angulares y contrafuertes de sillería granítica; Sobre ello despunta la fina y enhiesta aguja de su dombo renacentista y la adusta mole de su torre cuadrangular, de solidísima base de 8 metros de lado, también de granito, que forma un pórtico o atrio de robustísimos pilares, sustentando arcos de medio punto y constituyen el habitual acceso al templo. No se tienen datos de la fecha de la construcción de esta torre, que es, sin dudas, muy posterior a la del templo.

Iglesia de Santa Catalina.Respecto a los restantes templos de Jerez, éste difiere no sólo en su estructura y estilo, sino también en la fecha de su construcción ya que es posterior a las otras tres. Sin embargo conviene destacar que no hay gran diferencia de fechas en lo que respecta a las actuales fábricas de los otros tres templos, puesto que todos ellos fueron ampliados y ennoblecidos a partir del siglo XVI , parejos con el esplendor de Jerez, que en esta época llega al culmen de su grandeza. Su origen está en el siglo XVI, y a diferencia de las otras iglesias, no se aprecian rasgos de una fábrica anterior. El Altar Mayor es una obra barroca de grandiosa hermosura, formado por dos cuerpos sostenidos por columnas salomónicas y rematado por una enorme concha tallada de gallón.

Su ejecución tuvo lugar entre los años 1746-1750 y fue obra de los grandes artífices Ignacio el Tallista y Francisco Martínez Cañet. Es esta la parroquia que atesora la mejor imaginería, destacando del conjunto el "Cristo de la Victoria", "San Pedro de Alcántara" y "San Diego de Alcalá". La torre fue levantada en el año 1762, en su mayor parte con las aportaciones y limosnas de los vecinos como consta en una inscripción existente sobre la misma. Su altura sobrepasa los sesenta metros, rematados por un giraldillo que representa la imagen titular de la parroquia. Entre los valiosos ornamentos que posee esta iglesia hay una custodia barroca del siglo XVIII, donativo del Rey Carlos II en el año 1763.

Iglesia de San Miguel. Notable templo con suntuoso aspecto de colegiata. Su construcción debió iniciarse a finales del siglo XIV, a raíz del establecimiento de los caballeros santiaguistas en la Ciudad, cuando Enrique II hizo merced de ella a esta Orden. Su estilo es barroco, aunque en ella se entremezclan elementos diversos que responden a los distintos períodos de evolución, con adosamiento de nuevas capillas, camarines, etc. El Altar Mayor lo constituye un templete barroco de tres caras, de gran riqueza ornamental, con buenas tallas de los cuatro Evangelistas. Posee también un coro alto con voladiza tribuna dorada y órgano de gran clase.

Su torre barroca es una sólida construcción de ladrillo con aplicaciones ornamentales en barro cocido y basamento de piedra granítica que sobrepasa la altura de sesenta metros, Fue diseñada por el presbítero de la parroquia, don Basileo Fernández Atalaya y comenzó a construirse en el año 1749, concluyéndose la obra en 1760 con la colocación del giraldillo o remate. Según manifestación expresa en su testamento, en esta parroquia, junto a las cenizas de su madre, quiso descansar eternamente el adelantado de la Florida, Hernando Méndez de Soto.

Hernando de Soto (n.Jerez de los Caballeros, 1500 - † 21 de mayo, 1542). Hay una discusión sobre si nació en Jerez de los Caballeros o en (Villanueva) de Barcarrota, ambas poblaciones de Extremadura. En su testamento expresó su deseo de ser enterrado al morir, junto a los restos de su madre, en la capilla de la Concepción de la parroquia de San Miguel en Jerez de los Caballeros, España. Este documento parece indicar que, efectivamente, es ésta su localidad natal. Nació en el año 1500. Murió en el río Mississippi, actual EE UU en el año 1542) Conquistador y explorador español. Viajó a América y participó en la expedición de Gaspar de Espinosa que descubrió la costa de Nicaragua, y luego en la conquista de este territorio, a las órdenes de Hernández de Córdoba, en 1523.

Vasco Núñez de Balboa (Jerez de los Caballeros, España; 1475 - Acla, Panamá; 15 de enero de 1519) fue un explorador, gobernante y conquistador español; es conocido por ser el primer europeo en descubrir el Océano Pacífico y el primer europeo en fundar una ciudad permanente en tierras continentales americanas.

Sus Ermitas, (fuentes del Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros).