Salvaleón

Escudo cortado y medio partido. Primero, de plata, león rampante flambeado y horquillado de púrpura. Segundo, de oro, cinco hojas de higuera en sotuer de sinople. Tercero, de oro, tres fajas de gules. Al timbre, Corona Real cerrada.

La antigüedad del asentamiento queda patentizada en los restos prehistóricos y romanos que proliferan en la zona. Durante la época árabe la población consta como enclave activo, habiendo sido en la escabrosidad de sus sierras donde en ciertos momentos tuvo su refugio el fundador de Badajoz, Ibn-Marwan el Chiquilli, durante sus luchas contra el Califa de Córdoba. Al estar en un lugar fronterizo, en 1644 el pueblo fue incendiado por los portugueses, en el transcurso de la guerra de separación de España, siendo arrasado de nuevo en 1705 durante la de Sucesión. Ello hizo que en el siglo XVIII Felipe V le otorgara ayudas especiales a fin de impulsar su recuperación

Durante la época musulmana fue abrigo mozárabe. Según cuenta la “leyenda” en el castillo que se alza sobre un monte cercano y del que apenas quedan restos de la construcción, se refugió Ibn Marwan, fundador de Badajoz. Éste junto al rey asturiano Alfonso III, sorprendió al ejército del Emir de Córdoba en las inmediaciones de la fortaleza de Monsalud, derrotándolo en el año 886.En el 1228 fue reconquistada y repoblada por unidades leonesas. Se vio perturbada por las guerras con Portugal en los siglos XIV y XV. En 1462 la familia Suárez de Figueroa logró el señorío sobre la villa y pasó a formar parte de la Casa de Feria.

Apenas quedan restos del castillo de Salvaleón. Una torre que posiblemente sea la del homenaje situada al oeste del edificio y que parece ser defendía la puerta de acceso junto a un cubo cilíndrico, un lienzo de muralla, otro cubo orientado hacia levante y otro lienzo más que mira hacia el sur es lo que queda en pié.

En la cámara superior de la torre se abren unos ventanales que posiblemente fuesen abiertos en los tiempos en que la fortaleza pasó a manos de los Suárez de Figueroa, y convirtiesen la torre en una vivienda de corte menos militar. La puerta de acceso a la torre se encuentra elevada respecto al nivel del suelo. No se ven restos de escaleras de fábrica, por lo que posiblemente fuese de madera.

Los cubos cilíndricos que se conservan son obviamente posteriores, datables a partir del siglo XV, cuando la aparición de las artillería dejó obsoletas las torres de planta cuadrangular.

Iglesia de Santa Marta. Esta resulta originaria del siglo XVI, con numerosas remodelaciones de época posterior; la última, consistente en la reposición de las cubiertas, data de fecha reciente. El edificio es de grandes proporciones, con estructura de cajón de composición exterior poco variada. El interior presenta gran espacialidad, con cabecera más elevada que la nave. El retablo mayor constituye pieza de particular interés, que se cuenta entre las mejores de su especie en la región.

Ermita de la Virgen de Aguasanta