Aceuchal

De plata, un acebuche de sinople frutado en su color, siniestrado por una cabra de gules acornada de sable y empinada al pie de su fuste. Al timbre, corona real cerrada.

Durante el siglo XII, Alfonso IX concedió el territorio en que se encuentra actualmente esta villa a la Orden del Temple. Tras su desaparición, el lugar pasó a la de Santiago, dependiendo de Llerena. En el siglo XIV parece ser que fue Alfonso XI quién fundó y pobló Aceuchal. A mediados de esa misma centuria, aparece ya como cabeza de Encomienda. Los Reyes Católicos le concedieron el título de Villa.

En 1594 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago y contaba con 499 vecinos pecheros.

Elemento artístico señalado de esta localidad es el edificio de la Iglesia Parroquial católica de San Pedro Apóstol. Edificio singular en el que se combinan distintos rasgos constructivos de los estilos gótico, renacentista y barroco, desarrollados desde el siglo XV al XVIII. El templo tiene una edificada en el siglo XVI, añadida a la cabecera gótica, único elemento con el que contaba la iglesia a finales del siglo XV. La primitiva cubierta de la nave era de madera, la cual persistió hasta que a mediados del siglo XVIII se acometieron las importantes obras barrocas que dieron al edificio su aspecto definitivo, sustituyéndose por la actual bóveda de cañón con lunetos. Entre sus contenidos artísticos se cuentan diversos retablos barrocos, habiendo desaparecido el mayor, obra del siglo XVI compuesta por 24 tablas góticas atribuidas a Antón de Madrid o Estacio de Bruselas, de las que únicamente se conservan dos representando a San Pedro ad Vincula y San Juan Bautista.

La torre es de fines del siglo XV y comienzos del XVI, se alza a los pies y presenta sucesivos cuerpos almenados que perfilan su aspecto de fortaleza, lo que se encuentra también en otros templos de la Tierra de Barros.

En el interior del templo se conservan varios retablos laterales del estilo barroco, así como la capilla mayor, del mismo estilo, de la primera mitad del siglo XVIII.

Ermita y Ntra. Sra. de la Soledad.

También es de significar en esta localidad el que fuera convento de Religiosas Dominicanas con el título de Nuestra Sra. de los Remedios, que ha sido la única parte del conjunto monacal que, tras la Desamortización del siglo XIX, se ha conservado hasta nuestros días.

Sin ser de grandes dimensiones, constituye un excelente ejemplar arquitectónico del primer cuarto del siglo XVII en el contexto de nuestra arquitectura rural, ejemplar que además guarda una muestra retabilística de los siglos XVII y XVIII de indudable interés regional, junto con otras piezas artísticas de primer orden: azulejería hispalense del siglo XVII en los netos de las gradas de la capilla mayor, extraordinaria imagen del Nazareno "El Señor de la Paz" de finales del siglo XVIII atribuible a Blas Molner.

Estatua al "Ajero".

Producto especialmente característico de Aceuchal es el ajo, del que a su vez resulta inseparable la figura del ajero. En homenaje a tan significada figura, el pueblo tiene un monumento dedicado al "ajero", expresiva obra en bronce de Fulgencio León Manchego, erigida en 1985. En conexión con el ajo, los paisanos de Aceuchal son conocidos a nivel general con el apelativo popular de "piporros".

De sobresaliente atractivo plástico resulta el Ayuntamiento, uno de los más hermosos, quizá de la región, en cuya variada composición destacan sus soportales y galerías. El edificio correspondiente a un antiguo centro religioso conectado con el convento franciscano de Montevirgen de Villalba, fue restaurado con notable acierto en 1920, presentándose hoy impecablemente encalado y cuidado.