Lengua y Sociedad

A través de la lengua se manifiestan y transmiten las creencias, los valores, los prejuicios y las actitudes de la comunidad a la que pertenece un hablante. Así como las costumbres, las formas de vestir y las maneras de comportarse identifican a una persona, el uso de la lengua le permite reconocerse dentro de un grupo social determinado. Los grupos sociales se conforman a partir de diversos factores como la edad, la clase social, la profesión, el género y el nivel de educación, aspectos que además motivan usos particulares de la lengua dentro de los grupos sociales. En tal sentido, la lengua, además de ser instrumento de comunicación, es un importante medio de identidad social y cultural. Las personas pertenecientes a un mismo grupo encuentran en las formas de expresión propias, una manera de considerarse miembros de su colectividad y de diferenciarse de los demás.

En un grupo social, todos los hablantes disponen de un registro común de recursos lingüísticos. A su vez, cada hablante cuenta con nociones particulares de esa variedad lingüística, de la cual hace uso según su conocimiento de los recursos característicos del grupo, su habilidad para expresarse y las estrategias comunicativas que emplee. Así, frente al uso estándar de la lengua, las variedades sociales presentan diferencias en el aspecto fonético (pronunciación), lexical (vocabulario) y morfosintáctico (construcción de palabras, sintagmas y oraciones).


VARIACIÓNES SOCIALES DE LA LENGUA

Factores de diversa naturaleza intervienen en la formación de los grupos sociales y determinan la variación de una lengua dentro de una comunidad. Veamos algunos.


Factores socioprofesionales

En cada profesión existen términos que tienen un uso determinado y específico. En ingeniería, medicina o arquitectura, por ejemplo, se utilizan voces especializadas de acuerdo con el campo. También, en los oficios, como la carpintería o la albañilería, existen vocablos utilizados, casi exclusivamente, por quienes los ejercen.

Factores de procedencia geográfica

De acuerdo con su origen territorial los hablantes de una misma lengua pueden presentar diferencias en su forma de hablar. Por ejemplo, es fácil distinguir un antioqueño de un pastuso por su forma de expresarse. A los vocablos, giros o modos de expresión propios de los habitantes de una región se les denominan regionalismos.

Factores socioculturales

Aspectos como el estrato, el género y la edad inciden en la forma de hablar y hacen que el uso del lenguaje sea particular.


ESTRATO: Existen diferencias de expresión entre los individuos pertenecientes a las diversas clases sociales. El nivel educativo se asocia con el estrato social y, por ende, establece diferencias marcadas en los niveles de uso de la lengua. En este sentido, el nivel vulgar y los usos incorrectos se asocian con la falta de conocimiento de las normas lingüísticas, hecho que se presenta con mayor frecuencia en los estratos sociales más bajos. Asimismo, el nivel culto, que se refiere a la pronunciación ciudadosa de las palabras y la precisión en la expresión se relaciona con un alto nivel educativo, el cual se evidencia con mayor incidencia en los estratos altos.


GÉNERO: En nuestra sociedad, tradicionalmente, se ha considerado impropio el uso de palabras soeces por parte de las mujeres; a ellas se les ha exigido, a diferencia de los hombres, el empleo de un vocabulario más cortés y recatado. Sin embargo, hoy día el uso del lenguaje es indiscriminado para hombres y mujeres y cada hablante lo emplea de manera particular con el ánimo de identificarse con un grupo social.

EDAD: Los jóvenes suelen utilizar un lenguaje poco convencional para diferenciarse del lenguaje utilizado por los adultos. El uso de extranjerismos, la creación de palabras, la poca preocupación por el uso correcto y preciso de la lengua son, entre otras, las características propias de la forma de hablar de los jóvenes.