El Modernismo

CONTEXTO HISTÓRICO

LA GUERRA DE LOS MIL DÍAS

La Guerra de los Mil Días fue un conflicto interno en Colombia entre los partidos Conservador y Liberal que comenzó en 1899 y se desarrolló durante los gobiernos de los presidentes Manuel Antonio Sanclemente y José Manuel Marroquín. Esta guerra surgió principalmente por el descontento de los conservadores contra la Constitución liberal promulgada por Miguel Antonio Caro y Rafael Núñez en 1886; este conflicto terminó con el Tratado de Wisconsin, Neerlandia y Chinácota en 1902.

Entre las propuestas políticas de la nueva Carta Magna estaba la centralización del poder en un Estado unitario que reemplazaría a los Estados soberanos; se estableció la división política de Colombia por departamentos, se fundó el Banco Nacional y se unificó la moneda. En el plano económico, se fortalecieron las exportaciones de tabaco y oro; en la política se consolidó una élite cerrada cuyo lema era “Regeneración o catástrofe”; se declaró el catolicismo como la creencia oficial del Estado y se encomendó la educación a las diversas órdenes religiosas. Todos estos cambios en el panorama nacional abrieron intensas brechas ideológicas y crearon fuertes divisiones entre los partidos, componentes que culminaron en el mayor conflicto civil en la historia del país: la Guerra de los Mil Días. En este conflicto murieron más de 300 000 hombres y se produjo una honda crisis que significó el atraso tecnológico y económico del país.

Sobrevino entonces una difícil situación de posguerra con un país dividido y empobrecido, que conllevó a la separación de Panamá en 1903. La independencia de Panamá se concretó con la ayuda de Estados Unidos, que planeó y administró la construcción del canal interoceánico; y como parte de una indemnización, para evitar disgustos entre los países, pagó a Colombia 25 millones de dólares. En este ambiente político, aparecieron los poetas modernistas, quienes, por una parte, retrataron la situación del país en medio del auge económico que traían las exportaciones y, por otra parte, buscaron una manera de abrirse al mundo, decepcionados por el escenario político.


EL MODERNISMO

TEORÍA LITERARIA

El Modernismo fue un movimiento que surgió en Hispanoamérica hacia 1880 y continuó hasta la segunda década del siglo XX, como reacción al

Romanticismo. La necesidad de identificarse con un futuro desconocido, sumado al ideal de progreso, hicieron que ser moderno se convirtiera en una máxima vital. La intención era ser modernos al precio que fuera, incluso adoptando aires, formas de pensar y de sentir llegados del corazón del mundo, y París era y seguirá siendo para los latinoamericanos un norte y un punto de encuentro.

Muchos de los autores modernistas viajaron a Europa y recibieron la influencia de poetas franceses como Baudelaire y Verlaine y también presenciaron las transformaciones que se dieron en todos los órdenes de la vida urbana e intelectual europea. La mayor influencia francesa la ejerce Paul Verlaine sobre el poeta nicaragüense Rubén Darío en su obra Azul, en 1888, quien además hace un homenaje a la métrica española. La búsqueda de la belleza y la estilización artística de Rubén Darío tomaron fuerza en el Modernismo que se dio a conocer en el ámbito continental.


Diferente a otras propuestas poéticas, el Modernismo tuvo contradicciones, vaivenes y paradojas, debido a las diferentes vertientes, grupos, ideologías y actitudes frente a la poesía. Las diversas fuentes de las cuales se nutrió el movimiento hicieron que se considerara simultáneamente antiromántico y romántico, clásico e innovador, decadente y vigoroso.


ANTECEDENTES DEL MODERNISMO

El Modernismo encontró en otras propuestas artísticas el germen para su

desarrollo. Tomó otros movimientos literarios, los reelaboró y construyó

una propuesta única y original. Son tres los movimientos europeos que se

señalan fuentes del Modernismo


ROMANTICISMO

El “yo” romántico no era suficiente para expresar la riqueza de matices de los estados anímicos y sus correspondencias con los elementos de la naturaleza modernista. El Modernismo se apartó del espíritu nacionalista romántico, pero tomó el gusto por lo exótico, la evasión hacia el pasado, el interés cosmopolita y e sentimiento religioso.

PARNASIANISMOS

La impersonalización de los poemas parnasianos se acercó a los temas relacionados con el arte y la escritura poética modernista. Esta búsqueda preciosista del lenguaje creó en los modernistas una voluntad de estilo; la obra no era el producto de la inspiración,

sino de una labor minuciosa y crítica. Los modernistas heredaron el concepto parnasiano del “arte por el arte”, el interés por la forma y la

musicalidad del poema y cierta visión aristocrática de la poesía.

SIMBOLISMO

Extrapolar mundos reales a otros fantásticos permitía al

poeta simbolista alejarse del mundo político y social en el cual vivía.

El Modernismo toma el tono decadente simbolista, el desprecio y el hastío por la sociedad y la correspondencia entre texturas y sonidos.

Al combinar los diferentes modos de la literatura del momento, los modernistas lograron la creación de mundos llenos de elementos simbólicos,

algunos de estos representados en imágenes exóticas y evasivas con un cuidadoso estilo y una musicalidad minuciosamente aplicada.

CARACTERÍSTICAS DEL MODERNISMO

El Modernismo presenta algunos rasgos característicos que pueden parecer contradictorios. Si por una parte, algunos de sus autores se oponían a los modelos tradicionales de los románticos, también es cierto que estuvieron a favor de lo hispánico pero rechazaron la imposición del imperialismo norteamericano, al que tildaron de pragmático, tecnócrata y desespiritualizado.

CULTISMO: Al ser una poesía que se interesaba por la construcción minuciosa de lo

estético, el Modernismo se construyó como un arte de memorias cultas y selectas,

no como un producto de consumo popular. Es por esto que el Modernismo se plan-

teó como contrario a las modas costumbristas.

LA ESTILIZACIÓN: La escritura del poema debe ser cuidadosamente realizada y prolijamente construida. Por ello, el Modernismo busca el refinamiento y la exquisitez no

solo en lo formal sino en el aspecto temático.

EL SENSUALISMO: Los sentimientos y las intuiciones aparecen como la mayor fuente de creación de la poesía modernista. Esta actitud sensual e intuitiva hace que los temas y los elementos de composición se dirijan hacia los mundos fantásticos, en donde priman lo sutil y lo extraño.

LA CORRESPONDENCIA: Para el poeta modernista el verso está lleno de relaciones que unen dos elementos por medio de hilos significativos. A estas relaciones se les llama

correspondencias; por ello, en la poesía modernista a cada objeto del mundo corresponde un color, un perfume y un sonido.

EL SIMULACRO: Debido a las correspondencias literarias, las cosas no son representadas en sí mismas: debe existir una alegoría poética del mundo que permita la expresión de los simulacros y no de las realidades.

LA MUSICALIDAD: La sonoridad de las palabras es uno de los elementos más importantes para la poesía modernista. El verso se debe definir por su musicalidad, por

su matiz y por los ritmos armónicos. La cadencia fónica es la marca estructural que

construye la melodía del poema.

EL EXOTISMO: La estética y la belleza del mundo se observan como valores univer-

sales y absolutos. Por ello la pintura, la música, la mitología, la historia literaria y la

plasticidad pintoresca son elementos temáticos. Esa belleza eterna está presente el los mundos antiguos, exóticos y lejanos.

LA MÉTRICA: El Modernismo renovó la métrica, incluyó formas poéticas que ya habían sido olvidadas, propuso nuevas extensiones en los versos y nueva combinaciones

vocálicas o consonantes, en donde lo importante fuera la exaltación de los efectos

sonoros.