Oraciones Simples y Compuestas

Las oraciones son las unidades sintácticas más pequeñas que se utilizan en un idioma. Toda oración debe comenzar siempre con una letra mayúscula y finalizar con un punto.

Cada oración consta de dos partes centrales: un sujeto (quien realiza la acción) y un predicado (la acción).

Existen muchas maneras de clasificar oraciones. Según la cantidad de proposiciones o suboraciones (cada una con su sujeto y predicado) se las distingue entre simples (tienen un solo predicado y, por ende, un solo sujeto) o compuestas (tienen más de un predicad y, por ende, más de un sujeto).

ORACIONES SIMPLES

Una oración es simple cuando todos los verbos de la oración (sea uno o más) refieren al mismo sujeto. Por ejemplo: Juan corre mucho. / Juan y Martín corren mucho. / Juan corre y salta.

Para definir si una oración es simple, podemos hacernos las siguientes preguntas:

¿Quién está haciendo la acción? Esta es la pregunta que se debe realizar para reconocer al sujeto (sustantivo) de la oración.

¿Qué es (o hace) el sujeto? Al responder a esta pregunta podremos reconocer la acción, es decir el verbo de la oración e identificar así al predicado.

Por ejemplo: María fue a mi casa.

¿Quién fue a mi casa? María (sujeto)

¿Qué hizo María? fue a mi casa (predicado)

ORACIONES COMPUESTAS

Las oraciones compuestas son las que presentan más de un verbo conjugado hacia distintos sujetos. Por ejemplo: Mi amiga llegó tarde y sus padres se enojaron.

Las oraciones compuestas pueden ser:

  • Coordinadas: Las dos proposiciones tienen igual jerarquía. Por ejemplo: Ellos cantan y yo los escucho atentamente.

  • Subordinadas: Una proposición está subordinada a otra proposición principal. Por ejemplo: Juan toca la guitarra que yo le regalé.