Contexto Histórico

REVOLUCIÓN FRANCESA

A finales del siglo XVIII, en 1798, el pueblo francés, cansado de la desigualdad entre el clero, la nobleza, el Estado llano y la burguesía, decidió protestar contra el régimen de monarquías y levantó las armas en un movimiento conocido como la Revolución francesa. Los burgueses (comerciantes, médicos y abogados) nacieron como una clase media que no tenía los derechos nobiliarios de los aristócratas, pero que ostentaban un poder adquisitivo con el cual tomaban parte en las decisiones políticas. La imposibilidad nobiliaria burguesa motivó la caída de los regímenes monárquicos y la instauración de Repúblicas y gobiernos del pueblo. Uno de los productos más importantes de esta revolución fue la Declaración de los derecho del hombre y del ciudadano que promulgó la libertad de expresión, de creencia y de pensamiento; en otras palabras, definió el concepto de individualidad.

Pero el movimiento que sirvió para superar el esquema monárquico en decadencia concluyó con la dictadura de Maximiliano Robespierre y el establecimiento del imperio de Napoleón Bonaparte, en 1804. La revolución, como movimiento de extrema izquierda, concluyó paradójicamente con una alianza de la nueva alta burguesía con la antigua nobleza y con la institucionalización de una nueva dinastía hereditaria (la napoleónica), la eliminación del tribunal, la creación de una corte imperial, la prohibición a la libertad de prensa y la negación de toda libertad individual. Las conquistas militares del general francés crearon uno de los mayores imperios del mundo occidental. Bajo el mando de Napoleón se realizaron reformas administrativas, políticas y económicas que llevaron al auge de Francia. Las conquistas napoleónicas terminaron en 1815, cuando el emperador fue derrotado en la Batalla de Waterloo, pero los cambios que había realizado en toda Europa tendrían un eco importante en la ideología de todo occidente. El poder, que siempre había estado en manos de gobiernos aristócratas cedía parte de sus derechos a la burguesía.

La Revolución francesa difundió en Europa sus ideas de libertad. En América, repercutió en algunos levantamientos independentistas; la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano se convirtió en la base para la elaboración de las constituciones de las nuevas naciones americanas. La nueva visión de libertad, fraternidad e igualdad tuvo un fuerte efecto en el arte y las letras al reclamar la reivindicación de lo individual y la rebeldía creadora en el ánimo de romper con los esquemas neoclásicos.




Video explicativo, visto en clase.

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Hacia finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX se desarrolló en Gran Bretaña y otros países de Europa, la Revolución industrial . El aumento de la producción agrícola y de la actividad mercantil y, el desarrollo de la máquina de vapor y de otros avances tecnológicos, contribuyeron al aceleramiento de la economía y a un prodigioso desarrollo industrial . La economía inglesa venía fortaleciéndose desde el siglo anterior y, gracias al desarrollo mercantil que llegó a su auge y a la aparición de la industria manufacturera ,Gran Bretaña logró acumular grandes cantidades de capital durante el siglo XVIII.


Entre 1730 y 1850, Gran Bretaña dejó de ser un país agrícola para convertirse en uno netamente industrial. Los nuevos procesos de producción cambiaron la forma de construir las ciudades y los puertos y, del mismo modo, transformaron las relaciones sociales. Se fortificó una política internacional con la cual un grupo pequeño de países, gracias a sus ejércitos, su poder comercial e influencia estatal, se apoderó de territorios en África, América y Asia para extraer y comercializar el carbón, la madera y los metales e incrementar fuertemente el crecimiento de la industria. La construcción de la máquina de vapor generó el llamado

maquinismo, el cual se convirtió en el eje de la Revolución

industrial y de las grandes transformaciones económicas, sociales y políticas.

Las empresas en las que la industrialización tuvo una influencia preponderante fueron la textil, la minera y la de transportes. En este sentido, la pequeña industria formada por agricultores, campesinos y artesanos fue desplazada por empresas que abarcaban la totalidad del mercado de los bienes. Esto generó una gran acumulación de bienes y consolidó el capitalismo salvaje como plataforma de una economía basada en la libre competencia y los procesos de producción mecanizada. Como resultado de este desplazamiento, en las ciudades se propició una gran brecha entre pobres y ricos que terminó con la desaparición de la clase media y el aumento de los pobres y los vagabundos. Las ciudades se convirtieron en lugares con gran desarrollo en la industria, la tecnología, los bienes y la riqueza, y a la vez, en un espacio en el que el asesinato, la pobreza, la desgracia y la indigencia se contraponían a una riqueza reinante. Los campesinos y agricultores se trasladaron a los centros urbanos y transformaron la demografía: los campos de siembra y cosecha estaban vacíos, mientras que en las ciudades se concentró una población que, sin experiencia previa en el trabajo manual, colmó los extramuros de las ciudades, creando con ello los primeros cinturones de miseria urbana.

Para la literatura, este cambio de lo urbano con la inclusión del maquinismo y la Revolución industrial, significó una nueva visión de las relaciones sociales y la aparición de personajes que no se habían representado con anterioridad en la literatura: los pobres de las ciudades, los trabajadores de las fábricas (mujeres y niños), los proletarios y los desamparados.




Video explicativo, visto en clase.