Unidad. Un párrafo completo debe ocuparse de un solo tema. Si se comienza con un tema o un punto importante de discusión, no debe terminar con otro o moverse a través de diferentes ideas.

Coherencia. La coherencia es la característica que hace que el párrafo sea fácilmente comprensible para un lector. Se relaciona con el sentido global del texto y con la exposición progresiva de las ideas, en la argumentación. Se relaciona de forma estrecha con la cohesión (un texto cohesionado, es coherente)

Cohesión. Es una condición fundamental de un texto bien escrito. Si hay cohesión se mantiene la referencia y se usan mecanismos sintáctico-semanticos (referentes y conectores) para expresar las relaciones entre las oraciones, los párrafos y el texto.

Desarrollo adecuado. El tema, o un aspecto definido de él, debe tratarse de manera completa en la extensión del párrafo. La suma de varios párrafos debe desarrollar el tema principal del texto. Esto varía entre un párrafo y otro de acuerdo con el propósito del autor. Se recomienda revisar los párrafos muy cortos ya que pueden, por su extensión, no haber desarrollado cabalmente el tema.

Una oración principal. Una oración principal es aquella que indica cuál es la idea o tesis del párrafo que va a tratarse. Aunque no todos los párrafos tienen una oración explícita sobre un tema, esta puede situarse en cualquier parte de estos (al inicio, al final o en el medio). Una manera de asegurar que el lector comprenda el tema del párrafo es ubicar su oración principal al principio de este.