Novela

Histórica

TEORÍA

La novela histórica es un género de la narrativa cuyo origen se remonta al siglo XIX, específicamente al periodo del Romanticismo. El rasgo distintivo principal de la novela

histórica es el hecho de centrar su argumento en acontecimientos relativos a la historia.

Sin embargo, como no se trata de un documento oficial, sino de un género literario, la realidad se funde con la ficción, empleando de este modo situaciones que solo pertenecen a la imaginación del autor.

Uno de los objetivos de la novela histórica es hacer alusión a una circunstancia del pasado que ha sido admitido por la sociedad como un hecho real. Por otra parte, el hecho histórico solo es una excusa para escenificar y poner en duda un sistema de valores propio del momento histórico recreado, que al mismo tiempo se reproduce en la sociedad contemporánea. Se convierte de esta manera, la novela histórica, en un diálogo constante entre el pasado y el presente.


Este tipo de novela ha tenido auge entre los escritores contemporáneos de Latinoamérica, debido a las situaciones sociales que a lo largo de la historia han marcado el devenir del continente. La necesidad de indagar en el pasado se ha convertido en uno de los lugares más recurrentes y en la obstinación de la escritura de las últimas décadas en las letras latinoamericanas. Autores que pertenecieron al boom, como Vargas Llosa y Carlos

Fuentes, se han destacado en el género. Otros escritores también relevantes son Mempo Giardinelli y Fernando del Paso, quienes han creado novelas del género histórico que les han valido un renombre internacional.

CARACTERÍSTICAS DE LA NOVELA HISTÓRICA


  • Referencia a un momento histórico. La alusión a un hecho histórico en torno al cual gira la narración y se desarrolla la trama es indispensable para que la novela pueda clasificarse dentro del género.

  • Apoyo documental. Los autores de la novela histórica recurren a una investigación previa para documentarse acerca del hecho histórico de su interés particular. Esta investigación de carácter cultural, histórico e intelectual es necesaria pues permite darles vida a los personajes, además de coherencia y veracidad al relato.

  • Memoria colectiva. La novela histórica tiene la facultad de recordarle a la sociedad las imágenes y los acontecimientos del pasado común de los individuos que hacen parte de dicha sociedad. Mantener viva la memoria colectiva es fundamental para reflexionar acerca del presente y sus consecuencias hacia el futuro.

  • Ausencia de fuentes. Aun cuando los escritores de este género, para lograr una excelente obra literaria, tengan gran documentación acerca del hecho histórico de su interés, la novela histórica carece de fuentes y de bibliografía. La razón se debe a que el texto literario no es un documento oficial, por lo cual, muy a propósito, el carácter formal del documento histórico se pierde en la ficción de la narración.


  • Narración ficcional. El hecho alrededor del cual se desarrolla la trama de la novela, junto con los personajes históricos, se mezcla con acciones, situaciones y otros tantos personajes que son producto de la imaginación del autor. Es así como el texto tiene la licencia de emplear figuras retóricas, juegos de tiempo y espacios yuxtapuestos de una época y otra, propios de la creación literaria.


  • Diálogo entre el pasado y el presente. Retomar un hecho histórico relevante para la cultura de un pueblo no resulta aleatorio. El autor lo hace con premeditación para hacer un llamado a la sociedad que le permita no olvidar el pasado y proyectar ese hecho histórico en el presente, con el fin de meditar acerca de sus condiciones actuales.


La nueva novela histórica latinoamericana busca relatar una historia desde los márge-

nes, desde los espacios vacíos que ha dejado la historia oficial. De igual forma, en esta

novela se quiebran esos discursos de identidad nacional que se formaron a través de

los grandes relatos.