Literatura Barroca en España

Europa en el periodo Barroco

Los siglos XVII y XVIII componen el periodo del Barroco europeo y se destacan por acontecimientos como las guerras de religión entre católicos y protestantes; las consecuencias de la Contrarreforma de la Iglesia católica, abordada en el Concilio de Trento a finales del siglo XVI, y la implantación definitiva de las grandes monarquías absolutistas en los principales Estados europeos.

El periodo de crisis por el que pasó Europa en el siglo XVII fue uno de los más duros de la historia. Luego del proceso de expansión vivido durante los siglos XV y XVI, Europa se fundió en una profunda crisis que duró casi un siglo. Crisis en aspectos demográficos, ya que desde finales de la Edad Media la población había aumentado continuamente, hasta que se detuvo bruscamente en el siglo XVI llegando incluso a retroceder. Los motivos de este estancamiento fueron el hambre, las guerras y, sobre todo, la peste, una enfermedad que se creía superada luego de que en el siglo XV arrasara con casi la mitad de la población del continente, pero que revivió con mayor virulencia esta vez con otras enfermedades mortales como el tifus y el cólera.

Las guerras fueron otro factor determinante en esta crisis, no solo por el número de muertes como consecuencia directa de las batallas, sino por los daños provocados a las cosechas y el aumento de cargas fiscales. La Guerra de los Treinta Años, que tuvo a Suecia y a Alemania como protagonistas, ocasionó que algunas regiones perdieran gran porcentaje de su población.

ESPAÑA durante los siglos XVI y XVII

A lo largo del siglo XVI, el Imperio español fue potencia mundial. Sus territorios comprendían México, Perú, Río de la Plata, los Mares del Sur (el Pacífico), y las lejanas Filipinas. Esta situación se dio aun con la oposición que presentaban Inglaterra y Francia, que en un principio habían quedado fuera de la colonización de América, pero que al llegar el siglo XVII ya habían tomado territorios en algunas islas del Caribe y en Norteamérica. Desde estos territorios estratégicos, como las islas de la Tortuga o Jamaica, salían los barcos de piratas ingleses o franceses a saquear las carabelas españolas que venían de América cargadas de oro de los puertos de Veracruz, Cartagena o Santiago de Cuba.

BARROCO ESPAÑOL

Durante el siglo XVII se desarrolló el Barroco, un fenómeno cultural que dominó los diferentes campos de las artes. Este nuevo movimiento se caracteriza por seguir las tendencias del estoicismo, el moralismo y la sátira. Intensifica algunos temas del Renacimiento pero con una mirada de contradicciones, excesos y pesimismos: fugacidad de la vida, desaparición de los goces, complejidad del mundo, etc. El término Barroco con el que se ha identificado el teatro y la poesía españoles del Siglo de Oro fue usado como sinónimo de recargamiento, de excesos ornamentales, de juegos metafóricos e intelectuales que fuerzan al espectador a descifrar lo que se esconde detrás de cada imagen o apariencia. Esta idea proviene de pensar que el Barroco es el arte que se opone al equilibrio, a la mesura y a la claridad del arte clásico. Este hecho ha generado que la palabra Barroco sea utilizada para calificar despectivamente el recargamiento superficial de las obras de arte antiguas o modernas.