Teoría Literaria

Literatura

Después de los efectos de la Guerra Civil, y las implicaciones que trajo la imposición de un régimen de censura, la novela española se planteó la necesidad de reestructurarse.

Antes, (Generación del 98, novela realista y naturalista, etc.) parte de la intención estética de la novela se centraba en denunciar ciertos aspectos de la sociedad. Tras la guerra, y sus respectivos ganadores, no se podían retomar los temas críticos debido a la represión que provocaba la ideología triunfante. Por esto durante los años de 1939 a 1950 no se generó una continuación de los modelos narrativos, sino que se plantearon nuevos intereses y diferentes maneras de narrar. Se presentaron modelos de novela triunfalista en defensa de los valores tradicionales; novela psicológica que se basa en el análisis del carácter de los personajes; novela social que destaca las problemáticas cotidianas de carácter nacional, o la novela tremendista donde la crudeza de la narración predomina.

Las novelas de este momento histórico están asignadas con temáticas sobre la amargura de la vida cotidiana, la soledad, la inadaptación, la muerte y la frustración. Los personajes viven estas circunstancias como una condición incuestionable y mantienen actitudes de marginados sociales. Las causas de la amargura vital están en la sociedad de los años cuarenta (pobreza, incultura, violencia, persecución política) y en el panorama desolador y cerrado de ese momento. Técnicamente, estas novelas se caracterizan por su sencillez y tradicionalidad: el narrador relata los hechos linealmente, en orden cronológico; es omnisciente, maneja una tercera persona y no hay saltos temporales relevantes.

NOVELA TREMENDISTA

Camilo José Cela

Una de las vertientes con mayor repercusión fue la

novela tremendista iniciada por Camilo José Cela en 1942 con la obra La familia de Pascual Duarte. En las novelas de esta tendencia se describen con un lenguaje crudo y desgarrado la violencia, el crimen y la lucha por la existencia. La Familia de Pascual Duarte puede ser considerada la respuesta del campo español al triunfalismo metropolitano y al gobierno impuesto. Entre la sumisión a la victoria, la literatura oficial y la abolida libertad del escritor, Cela encontró una fórmula particular: violencia despojada de connotaciones políticas, para pasar censura, que de manera soterrada cuestionaba con potencia la sociedad española de posguerra. Pascual Duarte pasó esa censura del régimen franquista porque se le vio como un caso

pintoresco, casi folclórico con un tinte de crónica amarilla.

Novela Experimental

Iniciados los años sesenta se generó la inquietud de producir cambios en la idea de novela que se estaba publicando. Los autores estaban saturados del realismo social y veían que este tipo de escritura reducía la realidad en buenos o malos personajes, o en situaciones favorables o desafortunadas. Además que estas novelas, por su interés de presentar un hecho real, tenían una alta carga ideológica. No se quería seguir ahondando en la política y se llegó a considerar que la suma de estos factores podía llegar a hacer ver a la novela como un género previsible y hasta simple.

Luis Martin - Santo

En 1962 se publicó una obra innovadora. Se trata de

Tiempo de silencio

de

Luis Martín

Santos. El autor, que no estaba en el canon de los escritores del momento, demostró

cómo hacer una novela crítica y técnicamente innovadora mezclando su conocimiento

de la literatura hispanoamericana de la época.


Gabriel Garcia Marquez

Cien años de Soledad

Mario Vargas Llosa

La ciudad y los perros

Desde este momento, la novela cambió y se empezó a construir una de corte crítico y de alta calidad técnica. Los novelistas españoles intentaron cambiar la tradición realista proponiendo una forma nueva de narrar. Se fijaron en autores como Franz Kafka (La metamorfosis ), Marcel Proust ( En busca del tiempo perdido), James Joyce (Ulises). En estas nuevas formas de narrar se utilizaban saltos temporales, formas circulares en la estructura, uso de retrospectivas, etc. También se inspiraron en el Nouveau Roman, la nueva novela francesa, que quería rechazar el argumento como eje central de la narración.