Emily Dickinson
Salió una mariposa de su capullo...

Salió una mariposa de su capullo

como sale una dama de su casa una tarde de verano;

yendo de aquí para allá;

sin rumbo, según parecía,

excepto vagar por ahí

en un caprichoso deambular

que los tréboles comprendían.

Su bonita sombrilla fue vista cerrándose

en un campo donde los hombres segaban heno;

después, luchando denodadamente

contra una nube adversa;

y allí donde otras, delicadas como ella,

parecían no ir a ningún lugar

en una circunferencia sin propósito,

como un espectáculo tropical.

Y mientras la abeja trabajaba,

y mientras la flor celosamente brotaba,

esta holgazana multitud

las desdeñaba desde el cielo.

Hasta que el ocaso se extendió,

una constante marea,

y los hombres que segaban el heno,

y la tarde, y la mariposa,

desaparecieron en el mar.

Emily Dickinson

de El viento comenzó a mecer la hierba. Trad. Enrique Goicolea