Emily Dickinson
No puedo estar sola...

No puedo estar sola,

pues me visitan multitudes;

incontables visitantes

que irrumpen en mi cuarto.

No tienen ropas, ni nombres,

ni tiempo, ni país;

tienen casas compartidas,

como los gnomos.

Su llegada puede ser anunciada

por mensajeros, en lo interior;

su partida, no,

pues nunca se marchan.

Emily Dickinson

de El viento comenzó a mecer la hierba. Trad. Enrique Goicolea