Emily Dickinson

Poema 84

Su pecho es propicio para perlas,

Pero yo no soy un Buceador—

Su frente es propicia para tronos

Pero yo no tengo penacho.

Su corazón es propicio para un hogar—

Yo—un Gorrión—construyo ahí—

Con la dulzura de las ramas

Mi perenne nido.