IV Jornadas Nacionales de Investigación de Educación Avanzada
IV Jornadas Nacionales de Investigación de Educación Avanzada
Ponencia Individual.
Resumen: La enseñanza, en palabras de Gregorio Valera-Villegas, significa un dar una herencia sin testamento, porque se trata de una entrega, de un dar ese algo a alguien con la libertad suficiente para re-crearlo. Ello supone una reinvención, una renovación y un enriquecimiento de la tradición. Enseñar significa también una filosofía del amor, que desde la sensibilidad, la experiencia del cuerpo y la percepción provoque un proceso de formación, un proceso de e-ducare y el e-ducere en acción conjunta e implicativa. La enseñanza, así entendida, puede referirse al arte y concretamente a una de sus expresiones: la educación artística, por lo que, en este trabajo, se presentó una perspectiva distinta de la educación artística orientada a la mostración de un mundo al alumno más allá de lo pautado en el contenido tradicional de esta materia del currículum escolar. Se trató, pues, de presentar una opción pedagógica distinta en la que el maestro de artes asuma como fundamento de su práctica la formación de la sensibilidad, tomando como clave básica la relación cuerpo-mundo, valga decir recorrer un mundo desde-con-y al compás del cuerpo, en una incorporación plena del mundo vivido, y un encuentro con el amor. Una enseñanza de las artes, así concebida, ayudó al estudiante en su acción creadora y de formación de una sensibilidad. Se interpretó ese proceso de trans-formación desde los planteamientos teóricos de la fenomenología de la percepción de Maurice Merleau-Ponty. Se desarrolló desde la práctica de un ensayo pedagógico cuya herramienta fue el dibujo como relato de los significados y sentidos para la expresión de un grupo de estudiantes de 6to grado con quienes se realizaron las sesiones de este ensayo.