María Gaetana Agnesi fue una mujer prodigio que dejó una huella imborrable en el mundo de las matemáticas y las ciencias en general. Nació en Milán, Italia, en 1718, y desde muy joven demostró una inteligencia y curiosidad fuera de lo común. Falleció el 9 de enero de 1799 en su lugar de nacimiento, Milán. Desde pequeña supo hablar italiano, latín, francés, griego, hebreo, alemán y español. Al morir su madre tuvo que encargarse de cuidar a sus siete hermanos y a su padre, quien se casó dos veces más y tuvo otros trece hijos. Se le atribuye el papel de madre al ser la mayor, y perdió a la mayoría de sus hermanos ya que no superaron la infancia. Su familia era rica, se cree que por el negocio de la seda. también eran muy cultos.
No estudió en una institución como tal, si no que su educación fue principalmente en casa. Su padre, Pietro Agnesi, se encargó personalmente de proporcionarle a María, su hija mayor, una educación excepcional. La casa de los Agnesi era un centro de reunión para intelectuales y académicos donde se debatían cuestiones filosóficas, principalmente naturales, lo que hoy sería física. Por lo que María tuvo la oportunidad de interactuar con algunos de los pensadores más importantes de su época, ya que a su padre le encantaba mostrar el talento de sus hijos. Pese a que a Maria no le gustaban estas sesiones, se hicieron bastante conocidas.
Ramiro Rampinelli
Vincenzo Ricatti, hijo de Jacopo Francesco Ricatti
Su padre le proporcionó tutores y estudios de mucha calidad, siempre estuvieron compaginados con la religión, como el padre benedictino Ramiro Rampinelli y también el jesuita y matemático Vincenzo Ricatti, hijo de Jacopo Francesco Ricatti, famoso por la ecuación que lleva su nombre. Con su ayuda estudió temas complejos como el cálculo infinitesimal y la geometría analítica. Su talento innato y su dedicación al estudio también fueron fundamentales. Durante su trayectoria, realizó un ejercicio en el cual tradujo un ensayo filosófico del italiano al latín a los 9 años, también lo expuso al público. A los 20 años exponía en latín fluido acerca del nacimiento de los ríos y fuentes, mareas y teorías de Ptolomeo y Newton.
En aquella época, las oportunidades para que las mujeres trabajaran en el ámbito académico eran extremadamente limitadas. Aún así en 1748 se hizo cargo de los cursos de su padre en la prestigiosa Universidad de Bolonia, demostrando así su capacidad para enseñar y su dominio de las matemáticas. Posteriormente, en 1750, el Papa Benedicto XIV la nombró profesora honoraria de Matemáticas y Filosofía Natural en la misma universidad. Tras la muerte de su padre en 1752, decidió abandonar la vida académica y dedicarse a obras de caridad y a la vida religiosa como monja de la congregación durante sus 47 años restantes.
Su tiempo como profesora en Bolonia fue relativamente corto, lo que limitó su interacción con los estudiantes, y por ello no tuvo alumnado directo relevante en la historia de las matemáticas.
Su mayor contribución se encuentra en el campo del cálculo. Estudió las derivadas, integrales y series infinitas, aplicó métodos algebraicos al estudio de las curvas y superficies e investigó ecuaciones y sistemas de ecuaciones, desarrollando técnicas para su resolución.
A los 17 años criticó el tratado sobre las cónicas (Traité analytique des section coniques) de Guillaume François de l’Hôpital, trabajo que nunca fue publicado. En este se estudian figuras geométricas como el círculo, la elipse, la parábola y la hipérbole.
Su principal contribución fue la creación de " Instituzioni analítiche". Este libro, publicado en 1748, se convirtió en una referencia fundamental para el estudio del cálculo durante varias décadas. Esta edición la tuvo que costear, la imprenta acabó estando en su propia mansión y ella estaba a cargo y dirigía los trabajos. Sabemos que Vincenzo Ricatti leyó la versión final de las Instituzioni por sugerencia de su padre y además contribuyó con su propio material. El primer tomo trataba del conocimiento contemporáneo en álgebra y geometría analítica, magnitudes finitas, y el segundo tomo del análisis infinitesimal, los conocimientos en cálculo diferencial e integral que se habían desarrollado hasta entonces, los cuales Agnesi logró reunir y organizar de manera coherente, siendo el primer libro en tratar estos temas. Algunos temas del libro son fundamentos y aplicaciones del cálculo, curvas y superficies y ecuaciones diferenciales. Incluía muchos ejemplos y problemas cuidadosamente seleccionados para ilustrar las ideas, métodos originales y generalizaciones lo que hacía que resaltara por ser claro y conciso. Más tarde, la edición francesa corrigió la falta de funciones trigonométricas.
En 1786, María estuvo involucrada en obras de Isaac Newton, en una sobre los principios naturales matemáticos se describía la fuerza gravitatoria.
Aunque no fue la primera en estudiarla, popularizó la curva de Agnesi, hoy en día, María Gaetana es también recordada por ella. Esta curva tiene interesantes propiedades y aplicaciones en física, como la distribución de probabilidad de la posición de un electrón en un átomo de hidrógeno, y estadística.
Es una curva plana con una forma característica, similar a una campana. También es conocida como la Bruja de Agnesi debido a un problema de traducción. La ecuación de la bruja de Agnesi es:
También destacó en la teología y filosofía. Sus obras se tradujeron al francés e inglés.
Lamentablemente, pese a sus grandes aportaciones en las matemáticas, María no recibió premios. Estos no se otorgaban con regularidad y menos a las mujeres.