NECESIDADES TRANSPARADIGMÁTICAS: LA TRANSMODERNIDAD COMO UN PROYECTO DESCOLONIZADO DE LA EDUCACIÓN MUNICIPALIZADA EN VENEZUELA

Mireya Mirabal Rodríguez

Universidad Bolivariana de Venezuela

República Bolivariana de Venezuela

mirmirabal@gmail.com

https://orcid.org/0000-0003-4843-9058

Resumen

La transmodernidad como proyecto descolonizado de la Educación Municipalizada, con el uso del transmétodo la deconstrucción rizomática permitió construir y reconstruir la crisis de la Educación Municipalizada. La investigación tuvo como objetivo complejo: analizar la necesidad transparadigmática de la transmodernidad como un proyecto descolonizado de la Educación Municipalizada en Venezuela. La cual estuvo enmarcada en la línea de investigación: educabilidad- formación universitaria municipalizada- imaginarios sociales complejos, indagación realizada en el marco del Doctorado en Ciencias de la Educación realizado en la Universidad Latinoamericana del Caribe, Venezuela. La crisis de la Educación Municipalizada hereda los viejos vicios de la educación tradicional castradora que pese a los cambios en las teorías que la deben constituir y la problemática sigue latente: escasos recursos dedicados en las políticas educativas, la falta de actualización y formación continua y los viejos paradigmas enclaustrados en las mentes colonizadas. Se indago con la complejidad y transmodernidad porque la Educación Municipalizada necesita de la armonía de los saberes científicos y soterrados de manera que se produzca un dialogo de saberes constante que nutra a ese colectivo que clama ser tomado en cuenta con sus aprendizajes significativos. Se concluye que es una necesidad aceptar los diálogos de saberes olvidados, soterrados que se encuentran en cada uno de los espacios geográficos con sus particularidades, potencialidades. Y estar claro que debemos concebir la escuela como un espacio de encuentro de apertura al cambio, a lo nuevo, a la aceptación, a la empatía, el respeto a la condición humana.

Palabras claves: Educación Municipalizada, deconstrucción rizomática, condición humana complejidad, transmodernidad.

Abstract

Transmodernity as a decolonized project of Municipalized Education, allowed to build and reconstruct the crisis of Municipalized Education using the rhizomatic deconstruction transmethod. The research had a complex objective: analyze the transparadigmatic need of transmodernity as a decolonized project of Municipalized Education in Venezuela. Which was framed in the line of research: educability-muxnicipalized university education-complex social imaginaries, investigation carried out within the framework of the Educational Sciences Doctorate carried out at the Latin American University of the Caribbean, Venezuela. The crisis of Municipalized Education inherits the old vices of castrating traditional education that despite the changes in the theories that should constitute it and the problem remains latent: scarce resources dedicated to educacional policies, the lack of updating and continuous training and the old paradigms cloistered in colonized minds. I investigate with the complexity and transmodernity because the Municipalized Education needs the harmony of scientific and buried knowledge so that a constant dialogue of knowledge is produced that nurtures that group that claims to be taken into account with its significant learning. It is concluded that it is a necessity to accept the dialogues of forgotten, buried knowledge that are found in each of the geographical spaces with their particularities, potentialities. And be clear that we must conceive the school as a meeting space open to change, to the new, to acceptance, to empathy, respect for the human condition.

Keywords: Municipalized Education, rhizomatic deconstruction, human condition, complexity, transmodernity.

Transmetodología: la deconstrucción rizomática como transmétodo de la investigación

La deconstrucción rizomática como transmétodo permite expresar según Rodríguez (2019, p.47) que “las instituciones educativas rompen el caparazón de los saberes cientificistas y van al abrazo de los saberes soterrados; por ejemplos los de las culturas populares del centro más incontaminado de los saberes”. Con la deconstrucción se permite explorar e indagar para descolonizar los pensamientos dejando a un lado los dogmas reduccionistas de manera que se dé un respiro para reconstruir los saberes y los imaginarios sociales. Continúa afirmando, Rodríguez (2019), cuando dice la deconstrucción es anti dogmática, de libre intencionalidad. Ha influido en todas las áreas del saber cómo un ir y un venir que va más allá de las concepciones tradicionalistas donde lo encubierto debe ser develado, liberado y por ende descolonizado.

Parafraseando a Derrida (1999) cuando expresa que la deconstrucción está siempre presente. Es evidente porque debemos desarmar una estructura que permita romper con ese viejo esquema de pensamiento reduccionista, opresor y ubicarnos en lo nuestro, en lo propio, en lo que está por venir y de sentirnos, libres sin ataduras para la búsqueda de nuevas expectativas que permitan afianzar el proceso educativo desde la municipalización. Es por esto que desde la formación municipalizada se quiere rescatar la educación en su esencia dejando a un lado los viejos vicios impuestos por el colonialismo que a la larga ha hecho un daño inmenso a ese colectivo que se educa. Por lo tanto hay que descolonizar nuestros pensamientos y entender que estamos en una era de redescubrimiento y colocarnos a la altura de los nuevos cambios que se suscitan.

Es importante mencionar, que desde la transmodernidad y con el acercamiento de los saberes, se produce una sinergia entre las partes que trasciende hacia lo espiritual, hacia lo humano; donde la autora busca la sincronización para construir puentes unitivos que permitan desenredar ataduras que me conlleven a construir nuevos epistemes fuera de la modernidad. Es por ello que hay que descolonizar la educación de manera de reconstruir un imaginario, una identidad desde otros horizontes.

El objetivo complejo es analizar la necesidad transparadigmática de la transmodernidad como un proyecto descolonizado de la Educación Municipalizada en Venezuela. Como explica Morín (1999, p.42) la complejidad, “es la unión entre la unidad y la multiplicidad. Los desarrollos propios a nuestra era planetaria nos enfrentan (…) a los desafíos de la complejidad”. El ciudadano del siglo XXI, debe articular los conocimientos donde se conjugue lo multidimensional, las partes y el todo de manera de descubrir el desequilibrio social que afecta a la Educación Municipalizada y que nos permita salir de esa asfixia reduccionista, alienante y entrar en una lógica coherencial integral, holista.

Sigue afirmando, Morín (2005, p.110) “el paradigma de complejidad provendrá del conjunto de nuevos conceptos, de nuevas visiones, de nuevos descubrimientos y de nuevas reflexiones que van a conectarse y reunirse”. Es decir, debemos romper con los viejos esquemas, y aceptar los cambios que se suscitan de manera gradual en esta era planetaria y colocarlos en ejecución en épocas de incertidumbre ante los nuevos retos y desafíos de la educación. Desde la municipalización de la educación se pretendió desenredar la madeja reduccionista, elitista y educar de una manera integrada, holística donde todos tengan las mismas posibilidades de inclusión, equidad, justicia que contribuyan a una mejor educación.

A continuación, seguimos entramando la crisis de la Educación Municipalizada a la luz de dicha deconstrucción.

Crisis: La modernidad-postmodernidad como colonialidad de la Educación Municipalizada en Venezuela

Es importante mencionar, que bajo el paradigma modernista-postmodernista-colonial la Educación Municipalizada ha heredado las concepciones reduccionistas de la educación tradicional venezolana, en un aren de contradicciones y topois más marcados en un pensamiento abismal, donde los saberes de las comunidades olvidadas siguen desmitificados de los conocimientos fijos impuestos en las universidades, así la formación que propende de dicha educación sigue siendo colonial.

El proyecto modernista de parcelación del conocimiento como lo menciona Rodríguez (2017, p.10) “de los saberes en científicos y soterrados, estos últimos que no pasan por los estudios científicos ha traído entre otras cosas una cultura objetivada a ideas definitivas a conveniencia de unos pocos, son algunos detonantes de la crisis”. De estas ideas positivistas han estado llenas las instituciones educativas con consecuencias como: ignorar el desarrollo y conformación de una ciudadanía, estar de espalda al cuidado de la tierra, y una separación entre los saberes científicos y los soterrados, de estos últimos da cuenta Foucault (1986), la autora como doliente, agente de cambio y educadora en la Universidad Bolivariana de Venezuela, reconoce en su empírea que el proceso educativo municipalizado se ha quedado encasillado en los docentes y sus viejos paradigmas, y los vicios de la educación tradicional.

Esta es parte de la crisis: el docente se desenvuelve de manera parcelada y unidisciplinaria, se niega a actualizarse a los nuevos cambios que son pocas veces promovidos por las políticas educativas actuales, y con las resistencias se niegan a pensar en nuevas posturas transepistemológicas, trans que significa más allá, esto es; se niegan a la complejidad de los hechos y lo que el mundo muestra ante las disciplinas que en esta era planetaria la transdisciplinariedad de las ciencias con el abrazo de los saberes, unidos a la sistémica manera de pensar pueden dar resultados ejemplares, tal como ha hecho en las ciencias.

Es por ello, que desde la academia debemos de desaprender todo lo impuesto y asumido por la colonización. Es hora de despertar y de renovar a la Educación Municipalizada, que permita romper las cadenas de opresión de manera que exista la inclusión donde todos tengan las mismas oportunidades para aprender y que todos los saberes que se han mantenido silenciados despierten y se expresen desde las comunidades, los espacios áulicos; donde se permita la horizontalidad y la participación activa de todo el conglomerado que se educa: hombre, mujer, negro, indio, mestizo.

Se hace necesario, que los docentes se unan trandisciplinariamente para hacer puentes de unión desde las diferentes disciplinas de manera de indagar de cómo educar a ese estudiante, respetando su condición humana, dejando a un lado el egoísmo donde se establezca un dialogo permanente para convivir y compartir el vivir bien de forma holista. Como agente de cambio me permito dilucidar que hay que darle continuidad al proceso de la descolonización de pensamiento porque aun la educación sigue siendo permeada por muchos colegas que se resisten al cambio.es por ello que debemos de asumir el educar en colectivo donde se conjugue la praxis educativa con la cotidianidad de la vida, que permita la sincronización de los diálogos de saberes en su esencia.

Es necesario mencionar, que el cuerpo profesoral debe estar constantemente en un proceso de formación continua y desvincularse de esa educación elitista, individualista y excluyente con la cual fuimos formados en las universidades tradicionales y comprender que debemos adaptarnos al aquí y el ahora de lo que ocurre en el quehacer educativo en este nuevo siglo. Y a la vez ubicarnos en ese contexto geohistórico con la participación activa de ese colectivo social que hace vida en las diferentes comunidades; lo cual conlleva a la búsqueda y construcción de conocimientos desde esa realidad inmersa en dicho espacio geográfico, donde se concretan acciones conjuntas para la transformación de la realidad tomando en cuenta los aspectos ontológicos, epistemológicos y axiológicos que orienten la producción y recreación de los saberes desde la cotidianidad de las comunidades.

Al respecto, Dussel (2001), reconoce que el proceso educativo debe ser emancipado primeramente los docentes debemos de descolonizar nuestros pensamientos y a su vez, ubicarnos en la realidad de lo que aconteció y en segundo lugar trabajar de manera integral sin menoscabo, incluyendo a toda persona sin importar su condición social. Donde ese colectivo social tenga las mismas oportunidades de fortalecer y enriquecer con el encuentro de los saberes científicos y soterrados; inmersos en cada uno de los espacios geográficos del país, en cada cultura, lo que se quiere es romper con los viejos esquemas instaurados en la Educación Municipalizada. No hay duda que en la Educación Municipalizada existe rezago de esa educación modernista.

En este orden de ideas, nuestra labor docente, debe ir de la mano de la transdisciplinariedad estableciendo puentes de unión entre las diferentes disciplinas, hacia un dialogo transcultural de saberes y a su vez integrarlas como un todo, porque todos podemos coexistir en el espacio universitario; se debe entender que no podemos trabajar de manera parcelada, de ahí la necesidad de una mirada transdisciplinar seria y un ejercicio complejo en la práctica. Es de vital importancia descolonizar a las instituciones que producen conocimientos puesto que las políticas educativas, por las cuales se rigen no están acorde con los nuevos cambios, y continúan trabajando bajo los parámetros de una educación colonizada, elitista, castradora que no les permitió trascender hacia otros espacios, sino que se encuentran encasillados y se resisten al cambio.

Es una necesidad imperante continuar con el proceso de descolonización del pensamiento, porque a pesar de que estamos en pleno siglo XXI, la educación continua siendo permeada muchos de nuestros colegas docentes se resisten al cambio y es por ello que debemos de asumir en colectivo, la importancia de educar de manera integral donde se conjugue la praxis educativa con la cotidianidad de la vida. Tomando en cuenta los aprendizajes significativos de los dicentes producto de sus experiencias de vida, que al combinarlos con la teoría y la praxis el conocimiento se amplia y se da apertura a nuevos conocimientos producto de un proceso de socialización.

En resumen en la crisis de la Educación Municipalizada se puede concluir que ella hereda los viejos vicios de la educación tradicional castradora, que pese a los cambios en las teorías que la deben constituir y la legalidad la problemática sigue latente: escasos recursos dedicados en las política educativas a las comunidades, la falta de actualización y formación continua, los viejos paradigmas enclaustrados en las mentes colonizadas, la resistencia al cambio y el contacto con las comunidades, la vieja diatriba de separación de los saberes científicos y los saberes soterrados.

Reconstrucción: La transmodernidad como un proyecto descolonizado de la Educación Municipalizada en Venezuela

Se dice que todos los cambios pasan por los docentes y en la medida que estos mejoren tendrán una repercusión en la vida de los estudiantes y de la sociedad. Se hace necesario, tomar en cuenta las experiencias de vida de los discentes que al combinarlas con la praxis educativa se genera conocimientos, y este se socializa, se amplía porque se produce reconocimiento y aceptación tomando en cuenta su diversidad cultural.

Tal como lo afirma, Hidalgo y Cubillo (2015, p.17) “la cosmovisión transmoderna va más allá de las sociedades occidentales y se extiende desde principios del siglo XXI por la sociedad globalizada”. Se requiere iniciar una serie de cambios, sobre todo en el sistema educativo universitario, como de la formación docente. Desde allí, es posible entonces que en la Educación Municipalizada se promueva, tomar en consideración los valores, las creencias desde las diferentes culturas con la anuencia de: indígenas campesinos, afro descendientes; la escuela debe proyectarse hacia una nueva apertura, a la entrada de nuevos saberes encaminados a que esa educación sea inclusiva.

En cuanto al proyecto de la transmodernidad, para Dussel (2008), en su libro 1492 el Encubrimiento del Otro, el 12 de octubre significó barbarie, salvajismo y desolación para los pueblos originarios de América; producto de un proceso de colonización. Donde trató de explicar que no hubo tal descubrimiento, sino masacre de pueblos que fueron pisoteados, vejados en su lugar de origen, desde ese momento se intentó encubrir el potencial del otro dando origen a la modernidad.

Para ello, se pretende rescatar las víctimas de la modernidad y de esa educación etnocentrista; Dussel (2001, p.390) “exigirá una nueva interpretación de todo el fenómeno de la Modernidad, para poder contar con momentos que nunca estuvieron incorporados a la Modernidad europea”. Hay que buscar lo encubierto en la Educación Municipalizada y ello lo rescatamos en el discurso porque se quiere ir a la liberación de la Educación Municipalizada por cuanto se impuso un modelo educativo colonizado, bajo la figura de una educación etnocentrista.

Al respecto, Mignolo (2007, p.30) “la decolonización epistemológica, para dar paso luego a una nueva comunicación ínter-cultural, a un intercambio de experiencias y de signifi-caciones”. La idea del autor precisa una cosmovisión de apertura epistemológica hacia otros lugares que permita imitar la Educación Municipalizada para debatir las experiencias desde adentro. La idea es avanzar de forma precisa a la apertura de un mundo abierto, dejando a un lado las ambigüedades para que renazca la Educación Municipalizada en consonancia con los diálogos de saberes olvidados y soterrados.

Siguiendo lo expresado, la Educación Municipalizada requiere ir hacia otros lugares, proyectarse hacia otros espacios educativos donde prevalezca el abrazo de las culturas, donde se dé la integración, la corresponsabilidad, el respecto y la aceptación de la gente sin distingos de raza, credo, sexo entre otros. Porque la educación está ligada a la cultura, se transforma en la medida que el discente evoluciona, socializa y se adapta a los nuevos cambios que se suscitan aunados a la producción de conocimientos, de experiencias de vida y la relación con su entorno social.

En consideración a lo planteado, Walhs (2007, p.57) “la interculturalidad ofrece un camino para pensar desde la diferencia a través de la descolonización, la construcción y constitución de una sociedad radicalmente distinta”. Si hay esa vía expedita para avanzar hacia la construcción de una comunidad más humana, entonces se buscó la concordancia y unificación de criterios de manera que se dé un entendimiento preciso entre los diálogos de saberes. Hay que respetar las creencias de las personas sin distingo de raza de credo siendo necesario la aceptación y el reconocimiento del otro, es decir aceptarlos tal y como son. Pero no basta declararlo, hay que hacerlo, es urgente con ello ir más allá. Donde se establezca un dialogo permanente, liberador y emancipatorio. De modo de ir a la construcción de una nueva ciudadanía dejando a un lado la educación impuesta por la colonia.

En este orden de ideas, como categoría colaborativa de la interculturalidad es posible con Castro (2007, p.80) “la transdisciplinariedad y el pensamiento complejo como modelos emergentes desde los cuales podríamos empezar a establecer puentes hacia un dialogo transcultural de saberes”. Es de relevancia que desde estos dos modelos emergentes los docentes debemos de estar en la obligatoriedad de establecer puentes de unión entre las diferentes disciplinas que nos conduzcan a mantener un diálogo permanente a nivel institucional y comunitario de manera de incluir las diferentes culturas donde se respete la diversidad cultural del discente. Y por supuesto que el dialogo sea fluido y permanente en el aula mente social. Por eso, González (2015), como espacio donde el estudiante se educa: la forma de aprender, instruir, y de crear conocimiento; tomando en consideración el momento del aprender haciendo.

En este orden de ideas, el ser humano y su concepción es rescatada en la transmodernidad para la Educación Municipalizada, Marín (2014) reconoce un aspecto de gran relevancia en este apartado es la aceptación de la persona, del grupo que se educa tal cual, sin distingo de color, raza y sexo. Hay que reconocer y respetar sus espacios, de ser solidario, de practicar la armonía y propiciar los encuentros desde un acto de amor en palabras del maestro Paulo Freire (2007) para que todos tengamos las mismas oportunidades.

Desde estos espacios el estudiante se retroalimenta al establecer contacto con los actores del proceso educativo, en los que el compartir y respeto sin preeminencia por las culturas salvaguarde los saberes encubiertos, donde la participación sea clave. Según, Hidalgo (2015, p.51) “los valores políticos más destacados: la participación en la transformación de la sociedad”. Acá se encuentran las culturas, se establecen valores, las personas interactúan.

Desde esta perspectiva, Fernández (2005, p.51) “el proceso de municipalización les permitirá desarrollarse en sus ambientes nativos”. Con las potencialidades y particularidades y la convivencia de otras culturas en las diferentes poblaciones. Desde esta alianza se establece receptividad con las comunidades se combina el saber popular con la academia desde y a través de un dialogo de saberes, y esto conlleva a la búsqueda de posibles situaciones que se puedan suscitar y de allí buscar la salida a lo que acontece.

Al respecto, Santos (2013, p.54), expresa que “la ecología de los saberes expande el carácter testimonial de los saberes para abrazar también las relaciones entre el conocimiento científico y no científico”. Vale decir, se establecen puentes entre el conocimiento científico y empírico. Para ello, se debe crear un vínculo entre la universidad y la comunidad que constituya el acercamiento, la aceptación, la empatía de manera que se dé la unidad de criterios yendo al rescate de los saberes, legos, soterrados, siendo así el complemento de ambos donde el dialogo sea permanente; y que desde esos espacios cotidianos se intercambien parte de las experiencias de vida, se retroalimenten. Los cuales son producto de un intercambio de conocimientos sin olvidar el nuestro. Al encuentro y al abrazo de los topoi como colectivo que se une en el devenir de la vida.

Al respecto Morín (2016), desde la experiencia de vida la persona actúa, piensa reflexiona y acciona permitiendo así la interacción e integración a ese mundo en el cual se encuentra inmerso y desde allí construye parte de su repertorio cultural. Cabe mencionar, que cuando se establece el dialogo de saberes surge la escucha, se produce el acercamiento del otro porque se da aceptación, la empatía, el reconocimiento.

A su vez, Guattari (1996, p.19) menciona “la ecosofía consistirá, pues en desarrollar prácticas específicas que tienden a modificar y a reinventar formas de ser (…), del contexto urbano del trabajo”. El autor puntualiza que el comportamiento de los grupos sociales debe estar orientado hacia la comunicación entre ellos, hacia la espiritualidad, en el encuentro de lo social, ambiental. Desde la cotidianidad de la vida la gente está en un constante aprendizaje, manteniendo el respeto a ese lugar donde se encuentra a ese medio ambiente que está siendo destruido.

Por ello es, urgente redefinir las concepciones modernistas de la condición humana, para comprender la complejidad en pleno del ser humano, Morín (1999, p.21) afirma que “la condición humana se define como la trinidad; individuo- especie – sociedad, inseparables entre sí, y constitutivas a la vez en medio y fin, en una relación dialógica y coproductoras el uno del otro”. La persona por naturaleza posee capacidades para pensar, discernir, sentir, percibir ese sentir como humano al actuar con sus semejantes desde un proceso dialógico que lleva a interactuar y construir experiencias de vida.

Para que se pueda dar la reforma de la consideración de la condición humana como categoría compleja es urgente considerar como lo dice Pupo (2013, p.2) que “la ecosofía es un modelo en el cual distintos grupos con ideologías diferentes pueden trabajar conjuntamente por el bien del medio ambiente”. Expresa la importancia de defender la naturaleza estableciendo la sinergia entre grupos de manera de salvar al planeta tierra en estos momentos de incertidumbre. Hay que repensar la Educación Municipalizada de manera compleja desde esos espacios el docente debe de internalizar la importancia de educar en estos momentos de incertidumbre; tomando en consideración a ese ser que se educa, que siente participa y reclama una mejor educación reivindicada, orientada a una preparación adecuada donde se integre lo colectivo, lo social, lo cultural, la comunidad orientada al bien común donde prevalezca la solidaridad, la justicia, la responsabilidad, el respeto; y sobre todo la sinergia entre las partes.

En tal sentido, las reformas del pensamiento son urgentes y posibles en la transmodernidad, bajo la decolonialidad como inclusión, cuando dice Pupo (2013, p.8) “la filosofía, la educación, u otra ciencia, pensadas desde la complejidad, resultan imposibles sin una reforma del pensamiento, (…) Y para revelar la complejidad del hombre hay que asumirlo con sentido cultural”. Es evidente que hay que transformar la educación en estos momentos de incertidumbre en que vivimos tomando en cuenta la percepción de ese ser que se educa, que siente, que actúa, que se comunica y que desde la práctica lo integre a su proceso cognitivo y cultural.

La transmodernidad, incita en la Educación Municipaliza a enseñar la cooperación y el intercambio de saberes interculturales, que no solo involucra a los intelectuales del mundo científico o institucional que son necesarios y que no puede dejarse de espaldas en pleno siglo de avances científicos y tecnológicos, sino tomar en cuenta que también imprimen un justo valor a los saberes soterrados, ancestrales y cotidianos de las comunidades. La connotación de municipalizada no le impide ir a la generalidad; lo local, global y lo planetario está en plena consonancia.

Se hace necesario, conjugar la teoría con la práctica para que esos encuentros sean nutridos, productivos. Es condición sine quanon, proyectarse a otros espacios, salir del aula y ver que desde allí también se puede educar, no podemos actuar de espaldas a la ética ciudadana, de la educación de la gente y al encuentro de los saberes y hacerse inmersos en las comunidades. Al darse dicho encuentro se origina una recreación de saberes, de repertorios culturales y por supuesto se evidenciaron valores de aceptación, amistad, respeto, solidaridad entre otros.

El estudiante al llegar al aula viene con su repertorio cultural producto de la experiencia de vida, el cual es opacado por el saber científico produciéndose un choque por no darle oportunidad de exteriorizar ese saber, de compartirlo y de convertirse en sujeto histórico y por supuesto de combinar ese saber con los topoi, que al encontrarse se produce dialogo, conocimiento, comunicación y por supuesto comunidades de aprendizajes. La investigadora argumenta: ¿qué pasaría si el saber científico reconoce a los saberes soterrados y olvidados? Se darían conversatorios que nutren ese pasado colectivo y a la vez se interpretarían las vivencias, las experiencias, la fraternidad desde una emancipación liberadora. Es por ello que la Educación Municipalizada necesita del conocimiento, de la unión de las ciencias y de los saberes olvidados y soterrados.

Conclusiones que no culminan: Educación Municipalizada en Venezuela en constante reconstrucción

Una vez cumplido con el objetivo complejo de la investigación en la transmodernidad como proyecto descolonizado en la Educación Municipalizada. Devenida de la investigación transmetódica: la deconstrucción rizomática se toman en consideración conclusiones que no son conclusivas: Desde la complejidad se da una reforma de pensamiento y con ello, hay que aprender a vivir en estos momentos de incertidumbre logrando así la complementarización en esta era planetaria. La Educación Municipalizada necesita ser concebida de una manera abierta donde todas las corrientes de pensamientos se coloquen en concordancia hacia los nuevos cambios, retos, desafíos que se están ocurriendo; sobre todo respetando la diversidad cultural de ese colectivo que se educa desde lo local, lo regional.

Cabe resaltar, la importancia de tomar en cuenta los diálogos de saberes olvidados, soterrados que se encuentran en cada uno de los espacios geográficos con sus particularidades, potencialidades. Hay que estar claro que debemos concebir la escuela como un espacio de encuentro de apertura al cambio, a lo nuevo, a la aceptación, a la empatía, el respeto a la condición humana. El quehacer pedagógico es maravilloso en el sentido de que debemos prepararnos continuamente para realizar actividades inherentes a los cambios, avances que se suscitan en la academia y una vez socializadas extraer conclusiones. Posteriormente evaluar los resultados obtenidos, permitiendo así, la percepción del estudiante y preguntarse hasta donde llegó la información, y si no fue posible redireccionar estrategias que ayuden a favorecer su entendimiento.

Asimismo, cuando el estudiante aprende se da un proceso de apertura al cambio producto de esa socialización, de participación; desde allí se profundiza su capacidad de aprender, de hurgar y de buscar más respuesta desde dentro y al unificar el dialogo con los saberes olvidados y soterrados se da una sincronización que procede a una toma de decisiones cónsonas con el momento vivido. El ser humano por naturaleza posee muchas cualidades que lo hacen un homo sapiens verdaderamente humano, puesto que piensa, se comunica e interactúa con sus semejantes, cuando vive ese proceso construye y reconstruye sus aprendizajes significativos, y al combinarlos con la teoría y la practica el conocimiento se amplia y por supuesto su capacidad de pensamiento.

Además, hay que dejar a un lado la formación reduccionista y anti ciudadana y los viejos vicios de la educación tradicional. El conocimiento de los docentes debe ir encausado hacia la transdisciplinariedad permitiéndole establecer puentes entre las diferentes disciplinas para ir más allá, desde allí se nutre, y se enriquece en su labor pedagógico desde la praxis y el proceso de la comunicación. Hay que educar desde la condición humana.

Por lo tanto, desde la ecosofía se necesita de una verdadera comprensión para vivir una Educación Municipalizada transmoderna, descolonizada de los viejos vicios de la educación tradicional; que trascienda los espacios universitarios de manera integral, donde se rescate lo local como espacio del hombre y la naturaleza, se evalúe situaciones de vida, el comportamiento de la gente, su actuación y lo que está por hacer. Es una necesidad de ir a la construcción de un mundo inclusivo, donde prevalezca el eros planetario en la educabilidad- formación universitaria municipalizada - imaginarios sociales complejos desde la transmodernidad como línea de investigación, donde se viva en un ambiente inclusivo de paz y armonía.

Es necesario mencionar, que es urgente, una necesidad que se dé una transformación de pensamiento y del saber que permita buscar una deconstrucción de los viejos vicios de la educación, la cual estuvo cargada de valores propios de otras realidades. Para sentar las bases de una Educación Municipalizada renovada e inclusiva donde todos tengan las mismas oportunidades, donde se respete la diversidad cultural y por supuesto se sincronice el saber científico con el popular.

Me despido de esta indagación dándole las gracias a mi Dios Amado “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos, y vosotros los de doble animo, purificad vuestros corazones” (Santiago 4: 8).

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