La Baprecole: Una alternativa para evaluar la comprensión lectora

Carrasco Favela Erik Omar

Instituto Educativo Dolores del Río

ecarrascofavela2@gmail.com

Resumen

El estudio que se presenta, surgió de la necesidad de resolver las dificultades que se presentan al momento de evaluar la Comprensión Lectora de los alumnos de educación primaria, para ello se diseñó un instrumento de evaluación, al que se nombró BAPRECOLE (Batería de Pruebas para Evaluar la Comprensión Lectora). Con la intención de generar una herramienta válida y confiable para conocer el nivel dominio que poseen los alumnos de esta competencia. Se muestra una recopilación de los elementos teórico-metodológicos más relevantes sobre la temática abordada, al igual que los referentes epistemológicos que permitieron el desarrollo de esta investigación, las pruebas de validez y confiabilidad a la que fue sometida la batería y los principales hallazgos después de su aplicación a una muestra de 303 alumnos de educación primaria.

Palabras claves: Comprensión Lectora, Evaluación, Educación Primaria.

Abstract

The study presented, arises from the need to solve the difficulties that are presented at the moment to evaluate the Reading Comprehension of the students of elementary school, an evaluation instrument was designed, which name is BAPRECOLE (Battery of Tests to Evaluate Reading Comprehension). With the intention of generating a valid and reliable tool to know the level that the students of this competence have. The most relevant elements of the theoretical-methodological elements is presented, as well as the epistemological referents that allowed the development of this investigation, validity and reliability tests in which the battery was subjected and the main findings after the application to a sample of 303 elementary school students.

Keywords: Reading Comprehension, Evaluation, Elementary School.

Introducción

Con la intención de generar una alternativa que sirva como punto de partida, para abatir una problemática que se ha observado y analizado durante décadas, misma que ha mermado la intervención docente en el favorecimiento del desarrollo de una de las competencias lectoras más importe, la Comprensión Lectora. Pese a la existencia las múltiples propuestas de solución que militan en el ámbito educativo la problemática continua latente. En la mayoría de las ocasiones se ha observado que las estrategias que se ponen en marcha no favorecen completamente al desarrollo de la comprensión de la lectura.

El objetivo principal de este estudio fue el construir una Batería de Pruebas para Evaluar de la Comprensión Lectora (BAPRECOLE) que sea válida y confiable para su aplicación con los alumnos de educación primaria. Con la intención de que el docente pueda tener un panorama sobre el nivel dominio y cuáles son las dificultades que presentan sus alumnos sobre esta competencia.

En este documento quedan plasmados a grandes rasgos las principales concepciones que se tienen sobre los conceptos y contenidos más relevantes en relación con las variables; Comprensión Lectora, evaluación y la conjunción entre ambas, resultado de la revisión de la literatura, en donde se realizó una examinación y una discriminación, considerando los datos más pertinentes y relacionados con la temática.

También se esclarecen y puntualizan los procedimientos realizados para el tratamiento de la información y su respectivo análisis, y de mismo modo se da una interpretación de los resultados obtenidos a partir del instrumento que diseñado y aplicado a los alumnos de educación primaria. De igual, se muestran los resultados obtenidos a partir de diversos análisis estadísticos para comprobar la pertinencia, validez y confiabilidad de la propuesta realizada.

Justificación de la investigación

En el 2009, en el marco de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), la SEP integró un grupo de trabajo con la participación del Instituto Nacional de Evaluación para la Educación (INEE) con la finalidad de diseñar una propuesta para evaluar y reportar el proceso de desarrollo de competencias de los alumnos de Educación Básica.

Derivado de esto, la SEP (2011) señala que; “se realizaron ajustes a la propuesta, por lo que durante el ciclo escolar 2011-2012 la boleta de evaluación para la educación primaria y secundaria incorpora Estándares de Competencia Lectora y el criterio Aprobado con condiciones” (pág. 33). Dentro del Plan de estudios publicado en el 2017 que se plantea para los futuros ciclos escolares, la SEP (2017) externa que para el logro de los objetivos planteados en el currículo es necesario consolidar las capacidades de Comprensión Lectora, mediante la metacognición que a su vez promueve la adquisición del lenguaje oral, la comprensión y la producción del lenguaje escrito. Es así que, reconoce la necesidad de atención al problema, partiendo en primera instancia de no tener un instrumento adecuado para discernir sobre el estado en que se encuentran los alumnos, lo cual da elementos docentes para conocer lo que el alumno necesita para el desarrollo de esta competencia.

Sobre el impacto que puede tener el evaluar la Comprensión Lectora; Sandoval, Frit, Maldonado y Rodríguez (2010) aluden a que se debe reconocer las dimensiones positivas y negativas de este tipo de evaluaciones; destacando que, los resultados han llevado a analizar el conjunto de sistema educativo para producir los cambios necesarios que permitan mejorar. La aplicación de una evaluación de la Comprensión Lectora va más allá de emitir una medición o categorización del alumno, sino que parte de la necesidad de identificar el estado en que se encuentra el alumnado, en palabras de Flores, Jiménez, y García (2015) “para localizar en forma puntual en dónde residen las dificultades de los PL (pobres lectores), la evaluación ha ido más allá del nivel de comprensión y ha considerado los procesos cognoscitivos básicos implicados en la lectura” (pág. 35).

Con la intención de construir un instrumento confiable y válido para evaluar la Comprensión Lectora se optó por incorporar a la BAPRECOLE una serie de textos que son acordes al contexto en el que se desenvuelven los alumnos que participaron en la aplicación de la misma con la intención de realizar una evaluación contextual, que evaluara de manera concreta la realidad de la problemática descrita.

Es un error frecuente evaluar solo el conocimiento declarativo introductorio, y no el conocimiento funcional surgido de él. Es preciso discernir entonces si la práctica educativa se corresponde con un modelo de evaluación descontextualizado -como son los exámenes escritos o trabajos finales cuatrimestrales- o si lo hace con un modelo de evaluación contextualizada, del tipo que representan unas prácticas, la resolución de problemas o el diagnóstico de un estudio de casos, concebidas como tareas más adecuadas para evaluar el conocimiento funcional (Bigg, como se citó en Vallejo y Molina, 2014, pág. 17).

Por tanto, fue necesario diseñar un instrumento válido y confiable para evaluar la Comprensión de la Lectura de los alumnos de educación primaria de primero a sexto grado, que permita al docente conocer las áreas de oportunidad a intimar y el tratamiento conveniente para su mejora, que en este caso fue la BAPRECOLE.

Evaluación de la Comprensión Lectora: fundamentos teóricos

A diferencia de la gran cantidad de estrategias existentes para la mejora y tratamiento de esta competencia, pero no para evaluarla; entre las investigaciones realizadas (y al revisar con detenimiento), se puede percibir la tendencia marcada al uso del Modelo Construcción Integración.

Es importante considerar que la evaluación también debe ser adecuada al nivel educativo al cual se pretenda aplicar o efectuar, de mismo modo, al contexto en el cual se encuentran inmersos los participantes de la misma. En palabras de Arredondo (como se citó en, Velázquez-Luna, Celis-Gutiérrez, y Hernández-Suárez, 2017);

La Practica Evaluadora, no es solo desarrollo de la instrucción o transmisión de conocimientos, sino, sobre todo, la información intelectual en contenidos y estrategias cognitivas, el logro de competencias y la educación en valores y actitudes de los alumnos como estudiantes y como ciudadanos de nuestra sociedad (pág. 34).

La Comprensión Lectora, es evaluada mediante pruebas que incluyen preguntas sobre el contenido del texto, ya se una frase o un fragmento y la mayoría de sus respuestas pueden encontrarse explicitas en el texto. Se sugiere combinar técnicas de cuestionamiento que sean eficaces donde las preguntas requieran que el alumno realice inferencias y anticipaciones.

No es suficiente para una prueba de conocimiento de determinar que una palabra u oración es un argumento apropiado para la relación que guarda con el resto del contenido, y por tanto que la proposición puede ser semánticamente aceptable, pero tiene que proporcionar la precisión necesaria proceso no totalmente diferente de lo que ocurre en la comprensión de la metáfora (Van Dijk, como se citó en Van Dijk y Kintsch, 1983, pág. 314).

En una prueba de comprensión también se deben evaluar las figuras retoricas que aparezcan en las mismas, ya que se requieren procesos distintos de procesamiento de la información en el lenguaje connotativo y denotativo, pero la misma precisión al momento de construir el significado del texto.

La evaluación de la Comprensión Lectora debe caracterizarse por ser una tarea estimulante para los niños. Se ha comprobado que, si los niños conocen la tarea a realizar en una situación de evaluación, su comprensión mejora, ya que son capaces de orientar su actividad con base en tales objetivos. Los niños pueden comprobar su propia comprensión (metacomprensión) y avanzar por sí mismos en su desarrollo lector (Gómez Palacio, 1993, pág. 22).

Es necesario considerar de los elementos y las carteristas que conformaran el texto que podrá ser empelado para el diseño y construcción de aquel o aquellos instrumentos a aplicar en el proceso de evaluación de la Comprensión Lectora, Gómez Palacio (1995) señala que es preciso considerar cinco categorías para ser propuesto como recurso para la evaluación: tema, extensión y complejidad, relaciones semánticas, señales textuales y estructura o superestructura.

Para evaluar la Comprensión Lectora los instrumentos más utilizados son los test, o pruebas objetivas, que buscan discernir sobre en qué nivel en el que se encuentra el individuo evaluado respecto a esta competencia de la lectura, y así, obtener información que puede ser de gran importancia para realizar un análisis de los resultados obtenidos.

Los test son procedimientos de recolección de información sobre un individuo o grupo utilizados habitualmente en Evaluación Psicológica. La construcción de los mismos se basa en modelos psicométricos que permiten evaluar la calidad de la medida y dar garantías de la misma (Attorresi, Lozzia, Abal, Galibert y Aguerri, 2009, pág. 179).

Como consecuencia de lo anteriormente presentado surge la necesidad de diseñar y desarrollar una evaluación de la Comprensión Lectora que sea eficaz y apropiada, acompañada de la aceptación misma de los alumnos participantes, bajo un escenario adecuado en el cual se pueda efectuar dicha tarea valorativa, en donde una intencionalidad proactiva de mejora.

Metodología

El tratamiento y desarrollo del estudio que permitió concretar el diseño y aplicación de la BAPRECOLE se sirvió del uso de los planteamientos del “Paradigma Postpositivista” siguiendo sus planteamientos que permitieron analizar la información que se tuvo al alcance, así como, la consecución de los propósitos, dando tratamiento a las principales necesidades de la investigación.

“Postpositivismo”, se refiere al pensamiento posterior al positivismo, cuestionando la noción tradicional de verdad absoluta de conocimiento (Phillips y Burbules, 2000) y reconociendo que no podemos ser “positivos” acerca de nuestras concepciones de conocimiento cuando se estudia la conducta y las acciones de los humanos. La tradición postpositivista proviene de pensadores del siglo XIX tales como Comte, Mill, Durkheim, Newton y Locke (Smith, 1983), y ha sido articulada más recientemente por autores tales como Phillips y Burbules (2000) (Creswell, 2003, pág. 18).

A sabiendas que el paradigma postpositivista guarda una relación directa con el enfoque cuantitativo, mismo en el que se basó esta investigación, este enfoque sugiere realizar un análisis con base en comprobaciones de las hipótesis que se llegan a plantear, haciendo uso de procedimientos estadísticos sobre la información que es recolectada. En el mismo existen múltiples estrategias para el tratamiento y análisis de la información, como describe Creswell (2003):

A finales del siglo XIX y durante el XX, las estrategias de indagación asociadas con la investigación cuantitativa fueron a las que apelaron las perspectivas postpositivistas. Éstas incluyen los experimentos verdaderos y los experimentos menos rigurosos llamados causiexperimentos y estudios correlacionados (Campell y Stanley, 1963), y experimentos específicos con un sujeto único (Cooper, Heron y Heward, 1987; Neuman y McCormick, 1995). (pág. 24).

Dando seguimiento al mismo en la mayoría de estudios relacionados con la evaluación de la Comprensión Lectora; se aclara que dicha investigación fue presidida con base a los fundamentos del método “Hipotético-deductivo”, mismo que, por su rigor y sus particularidades brindó las herramientas necesarias para desarrollar una investigación pertinente y adecuada.

En este método, las hipótesis son puntos de partida para nuevas deducciones. Se parte de una hipótesis inferida de principios o leyes o sugerida por los datos empíricos, y aplicando las reglas de la deducción, se arriba a predicciones que se someten a verificación empírica, y si hay correspondencia con los hechos, se comprueba la veracidad o no de la hipótesis de partida. (Rodríguez y Pérez, 2017, pág. 12).

El estudio efectuado como tal de la BAPRECOLE proyectó tener un alcance de un “Correlacional” ya que tanto, en la revisión de la literatura y en el establecimiento de las variables se analizó y se logró comprender la magnitud y la trascendencia que se llega a tener por conducto del cumplimiento de los objetivos previamente planteados.

Hernández, Fernández, y Baptista (2014) señalan que el alcance de tipo correlacional tiene como finalidad conocer el grado de asociación entre dos o más variables en una muestra, para evaluar su grado de relación primero midiendo cada variable, después se cuantificando y estableciendo las vinculaciones.

Por la estructura y por el alcance de la investigación, corresponde a un diseño no experimental; de tipo correlacional-causal, en relación con ello Creswell (2003) testifica que preexisten dos tendencias sobre las perspectivas postpositivistas en ellas se incluyen los diseños experimentales; y los diseños no experimentales (tales como las encuestas), siendo menos rigurosos llamados cuasiexperimentos, estudios correlacionados, experimentos específicos con un sujeto único. En el caso de la BAPRECOLE no se pretendió manipular las variables, por tanto, se desarrolló un diseño de tipo correlacional-causal, como señala Hernández (1998):

Cuando el investigador no puede recurrir ni al control ni a la manipulación, le queda como recurso las técnicas correlacionales para inferir probables relaciones de causalidad entre las variables de estudio. Por ejemplo, cuando los datos disponibles provienen de estudios descriptivos o de observaciones, el investigador puede determinar la posible relación causal entre dos variables recurriendo a la técnica de correlación (pág. 113).

Cabe mencionar que específicamente la BAPRECOLE tuvo como finalidad el diseñar y aplicar una medición, por lo que su desarrollo fue encaminado a la aplicación y el análisis de su composición como prueba, Montero y León (2007) hacen una mención de los estudios instrumentales como una nueva categoría:

Se han considerado como pertenecientes a esta categoría todos los estudios encaminados al desarrollo de pruebas y aparatos, incluyendo tanto el diseño (o adaptación) como el estudio de las propiedades psicométricas de los mismos. Vg.: Gibbons, Flores y Mónico (2004), Montero y Alonso (1992b) o Servera y Cardo (2006) (págs. 855-856).

La revisión y el seguimiento de este modelo fue indispensable para concretar las acciones que permitieron diseñar y aplicar un instrumento; que consiste en una prueba semiobjetiva, la evalúa cada una de las siete habilidades cognitivas de la Comprensión Lectora, al igual que los tres niveles en tres textos de diferente tipología el primero de tipo narrativo, el segundo de tipo poético y el tercero de tipo expositivo.

Fue así que se diseñaron diferentes estructuras para cada una de las pruebas de la batería, las cuales fueron constituidas por tres estructuras una para cada ciclo de educación primaria es decir, la dos pruebas de primero y segundo en sus dos versiones tienen la misma estructura en donde las áreas de análisis corresponden a los tres niveles de Comprensión Lectora y cada unidad de análisis corresponde a las habilidades cognitivas de la Comprensión Lectora, y cada prueba consta de tres textos diferentes y de reactivos diferentes, en el caso de tercero y cuarto, y en quinto y sexto, misma estructura (áreas y unidades de análisis) pero diferentes textos y con catorce reactivos.

Para realizar la tarea evaluativa de la Comprensión Lectora, es importante conocer cuáles son los mecanismos más precisos que permitan llevar a cabo una valoración y, sobre todo conocer qué procesos deben ser evaluados. Para el diseño de dichas estructuras se empleó la propuesta de operacionalización (véase la tabla 1) de las categorías de análisis de la Evaluación de la Comprensión Lectora, propuesta por Carrasco (2018, pág. 65):


Nota: el uso de la estructura que se presenta permito diseñar cada una de las preguntas que están inmersas en las pruebas, que conforman la batería.

Para el desarrollo de este estudio se cumplió con los requisitos de un muestreo probabilístico tomando como referencia a un solo a un sector de la población, en la misma se realizó una aplicación y examinación del instrumento diseñado que, por sus alcances, las limitantes y la pertinencia se consideró pertinente tomar solo una muestra probabilística, que fuese representativa de la población determinada. Tal y como señalan Hernández, Fernández, y Baptista (2014) “la muestra es un subgrupo de la población de interés sobre el cual se recolectarán datos, y que tiene que definirse y delimitarse de antemano con precisión, además de que debe ser representativo de la población” (pág. 173). Para dar mayor precisión a la investigación se dispuso por perpetrar un muestreo probabilístico de tipo aleatorio sistemático:

Una vez ordenados los sujetos de la población, a partir de unos criterios previamente establecidos se procede a su elección. Por ejemplo, elegir un sujeto cada K elementos, siendo K una constante que resulta de dividir el número de sujetos de la población por el número de sujetos que formarán parte de la muestra (K \ N/n) (Hernández, 1998, pág. 30).

Una vez que se consideró el total de alumnos que conformó el universo de participantes, se realizó el cálculo de la muestra, empleando la fórmula para calcular el tamaño de la muestra de una población finita:

En donde “n” corresponde al tamaño de la muestra, “N” concierne a la población o universo, “Z” remite al coeficiente del nivel de confianza, “d” margen de error en decimales, “p” corresponde a la probabilidad que se tiene de que vuelva a ocurrir el evento y “q” a la probabilidad que se tiene de que no vuelva a ocurrir el evento.

Realizado el cálculo se obtuvo un resultado de 302.5284501, a sabiendas de que no se puede tomar como referencia números decimales sino números enteros se concretó en establecer un resultado próximo a un número natural entero que en este caso fue 303; 164 niños y 139 niñas, de esta manera se realizó una estratificación proporcional al número de alumnos en cada una de las escuelas participantes y a su vez en cada uno de los grupos.

Los instrumentos que se empelaron para recolección y el análisis de datos se fueron los softwares SPSS en la versión 23, Microsoft Excel en la versión 2016 y el instrumento que se diseñó fue la BAPRECOLE. En el caso de los softwares fueron empleados para la captura y el análisis de los datos, mientras que en el instrumento que fue utilizado para la recolección de datos se empleó una serie de pruebas semiobjetivas mismas que componen a la BAPRECOLE, ya que los reactivos contenidos en cada una de las pruebas varían, conforme a lo que se requiere evaluar, de igual manera, no solo se utiliza una tipología de ítem, sino que fueron empleados los distintos tipos de ítems que van conducidos a evaluar la Comprensión Lectora. Sobre la validez del uso de la prueba semiobjetiva, Montanero (2004) menciona que:

Una variante semiobjetiva que pretende soslayar esta limitación, proviene del procedimiento cloze. Se trata de ofrecer al lector un texto mutilado (con espacios en blanco) que el sujeto debe rellenar durante la misma lectura, de manera que éste sólo será capaz de restaurar las palabras que faltan si utiliza de forma estratégica las claves textuales ... (pág. 418).

Cabe señalar que la estructura general de las pruebas está constituida, en primera instancia por los datos de identificación del alumno evaluado, ubicados en la parte superior de la primera página; acto seguido de las indicaciones para contestar adecuadamente las pruebas; un texto de tipo narrativo, y una serie de preguntas; también se incorporó un texto de tipo poético, seguido de sus respectivas preguntas; de mismo modo con el tercer texto (de tipo expositivo) y una tercera ronda de preguntas.

Hallazgos

El principal objetivo este estudio fue el de generar un instrumento válido y confiable para evaluar la Comprensión Lectora, de ahí se decidió analizar la pertinencia del mismo, apoyándose particularmente en algunas evidencias de validez interna como los son: el índice de dificultad y el índice de discriminación, mediante los mismos fue posible examinar la pertinencia interna del instrumento, de mismo modo se analizó la validez externa y la confiabilidad de la BAPRECOLE.

Una vez registradas cada una de las respuestas que dieron los alumnos que participaron en la aplicación de la BAPRECOLE se calculó el índice de dificultad de 0.83, Bonillo (2013) señala que “paradójicamente, los valores cercanos a 1 indican una baja dificultad –debería llamarse pues índice de facilidad y no de dificultad– y valores cercanos a 0 indican dificultad máxima” (pág. 239).

Una vez perpetrado el cálculo del índice de discriminación del instrumento se obtuvo una puntuación de 0.39 y en consideración con los parámetros la interpretación que se le puede dar es de una discriminación aceptable, Bonillo (2013) indica que los valores de una discriminación aceptable van de los valores que se encuentran en el rango de 0.30 a 0.40, de mismo modo indica que los valores superiores a 0.40 son considerados como una alta discriminación.

Para el cálculo del coeficiente de correlación r de Pearson, se consideró que sus valores oscilan de +1 a -1, mide el grado de covariación entre distintas variables relacionadas. En este sentido, tan fuerte es una relación de +1 como de -1, en este caso se logró probar que existe una relación entre los niveles de comprensión y no es mera casualidad o una relación arbitraría planteada. Dentro de los resultados, se identifica que una de las fortalezas de la BAPRECOLE es la existencia de una correlación no lineal entre cada uno de los niveles de la Comprensión Lectora que fueron tratados, lo que indica que preexiste una relación escalonada entre los niveles de comprensión.

El coeficiente de correlación entre el nivel informativo y el nivel estilístico fue de 0.519; lo cual indica una correlación positiva considerable, mientras que, en consideración con el nivel ideológico el coeficiente obtenido fue de 0.462, lo cual habla de una correlación positiva media, en cambio al ser calculado el grado de correlación existente con el promedio obtenido se obtuvo un coeficiente de 0.790, es decir, una correlación positiva muy fuerte.

En cuanto al nivel estilístico y su correlación con el nivel ideológico corresponde a una puntuación de 0.54, es decir, una correlación positiva considerable, de mismo modo al calcular la correlación de este nivel con el promedio obtenido se obtuvo una puntuación de 0.838, una correlación positiva muy fuerte. Finalmente, entre el nivel ideológico y el promedio prevalece un índice de correlación de 0.783, que refiere a una correlación positiva muy fuerte, lo cual no indica una fuerte asociación entre cada uno de los niveles de la Comprensión Lectora.

En progresión con este análisis también se realizó la ejecución de la prueba KMO y la prueba de esfericidad de Bartlett para determinar la aceptación de las relaciones entre las variables analizadas que este proceso de análisis fueron las habilidades cognitivas, de esta manera definiendo dicho grado de aceptación de relaciones entre las variables. Tanto la prueba KMO como en la prueba de Bartlett los resultados obtenidos fueron favorables, en la primera el índice KMO fue mayor a 0.75, por lo que su puntuación es buena, mientras que en la prueba de Bartlett se acepta como aceptable ya que su coeficiente de significancia es menor a 0.05.

También fue indispensable determinar su confiabilidad de la BAPRECOLE, pese a que no existe una amplia gama de pruebas que evidencie la confiabilidad de un estudio, como la amplia gama de pruebas que evidencia la validez, en este apartado se describen algunas de las pruebas seleccionadas para demostrar la confiabilidad de este instrumento; mismas que ya fueron descriptas.

Por consiguiente, se midió la confiabilidad de la batería mediante la determinación del coeficiente Alfa de Cronbach considerando, como ya se había mencionado, los tres niveles de la Comprensión Lectora y el promedio que se obtuvo; como señalan Barrios y Cosculluela (2013) este coeficiente “expresa la consistencia interna de un test a partir de la covariación entre sus 164 ítems. Cuanto más elevada sea la proporción de la covariación entre estos ítems respecto a la varianza total del test, más elevado será el valor del coeficiente alfa (a) de Cronbach, y más elevada su fiabilidad” (pág. 91).

En este caso la puntuación obtenida fue de 0.873, considerando los tres niveles de la Comprensión Lectora ya mencionados y el promedio obtenido, lo cual permite deducir que la estructura con que fueron planteados esto cuatro elementos es fiable.

En segunda instancia se analizarán los resultados que proporcionó el cálculo del coeficiente de dos mitades de Guttman. Barraza (2007) menciona que la confiabilidad por dos mitades es una forma de evaluar la consistencia interna de un instrumento indica que para lograr esto, la prueba se divide en dos mitades, y que las dos puntuaciones se pueden calcular dividiendo la prueba a la mitad dependiendo del número de ítems o se puede dividir tomando los ítems pares e impares.

En relación con el coeficiente de dos mitades de Guttman, se calcula una puntuación similar de 0.848, demostrando que el instrumento posee una confiabilidad muy buena, y comparándolos con el alfa de Cronbach encontramos una similitud, lo cual ratifica que tanto en los niveles como en las habilidades cognitivas de la Comprensión Lectora existe una confiabilidad muy buena en las pruebas de fiabilidad aplicadas.

Conclusiones

El haber diseñado y aplicado la BAPRECOLE considerando las habilidades cognitivas y a los niveles de la Comprensión Lectora respectivamente, concebido como el instrumento adecuado para realizar una evaluación, por la viabilidad y pertinencia a la hora de ser trabajado, se logró percibir que es necesario en un proceso evaluador de la Comprensión Lectora; incorporar un número considerable de reactivos, para que no sean insuficientes o intimiden al discente evaluado.

Concretamente, en lo que a validez se refiere, la BAPRECOLE demuestra ser una herramienta pertinente para evaluar la Comprensión Lectora con los alumnos de educación primaria, pues permite discriminar entre los que tienen problemas en al comprender textos y los tienen más desarrollada esta competencia. Recíproco a ello, también cuenta con cierta complejidad para ser utilizada, ya que se comprobó que su índice de dificultad es aceptable y acorde al nivel que poseen los alumnos de educación primaria. Es altamente recomendable identificar los tipos de ítems para la evaluación de la Comprensión Lectora; y retomar aquellos que se adapte a las condiciones del instrumento que se desea diseñar, de igual manera es importante hacer una revisión de la tipología de textos que son apropiados para trabajar con los alumnos para la evaluación de esta competencia.

El estudio que se desarrolló en todo momento, buscó contribuir a la ampliación del estado del conocimiento, por tanto, se exhorta a efectuar futuras investigaciones sobre la temática abordada, que se considere aplicar distintas pruebas de confiabilidad y de validez a partir de los resultados obtenidos, ya que de los mismo se da la pauta para presentar evidencias que corroboren su confiablidad y validez.

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