INTERPRETACIONES DE LOS ALUMNOS ACERCA DE LA FORMACIÓN ÉTICA Y DE VALORES EN LA FCQ

Miriam Hazel Rodríguez López

Facultad de Ciencias Químicas. UJED

miriamhazel_rodriguez1@hotmail.com

Salvador Rodríguez Lugo

Instituto de investigaciones jurídicas. UJED

rols482000@yahoo.com.mx

Ana Rosa Rodríguez Duran.

Facultad de Trabajo Social. UJED

danafy.24@ujed.mx

Heriberto Monárrez Vázquez

SEED-IUNAES-UNID-UJED-ReDIE

heriberto-mv@outlook.com

Leticia Pesqueira Leal

Facultad de Psicología y T.C UJED

Letty_pl@hotmail.com

José Cirilo Castañeda Delfín

FAEO- UJEDE

jcastaneda@ujed.mx

Susuky Mar Aldana

Facultad de medicina y Nutrición. UJED

susuky@ujed.mx

Resumen

La presente investigación tuvo como objetivo conocer el proceso de formación de actitudes y valores en ética profesional de los estudiantes de una institución de educación superior. Se acudió al método hipotético deductivo de diseño no experimental, para lo cual se utilizó como instrumento de medición la Escala de actitudes sobre ética profesional de Hirsch (2005), fue aplicado de manera auto administrada grupal. El instrumento presentó un alfa de Cronbach de .861 siendo una medida válida y fiable para ser empleada en el presente trabajo de investigación. La muestra estuvo integrada por 100 estudiantes universitarios matriculados en el ciclo escolar “A “2019. La presente investigación está alineada al paradigma de investigación postpositivista cuantitativo. Una vez concluida esta investigación se puede afirmar que en la institución de educación superior se logra una formación en valores de los estudiantes destacando: la responsabilidad, la honestidad y el compromiso. Sin embargo, hacen falta espacios reflexivos para que profesores y estudiantes se concienticen de su actuar profesional, debido a que la formación axiológica es un proceso continuo que inicia desde etapas tempranas y que en la etapa universitaria se fomenta con un enfoque hacia el campo laboral-profesional mediante la interacción entre profesores, estudiantes, pares y experiencias de trabajo.

Palabras clave: Actitudes, Valores, Ética profesional

Abstract

The objective of this research was to know the process of formation of attitudes and values ​​in professional ethics of the students of a higher education institution. The hypothetical deductive method of non-experimental design was used, for which the Hirsch Attitudes Scale on Professional Ethics (2005)., was used as a measurement instrument, it was applied in a self-administered group. The instrument presented a Cronbach's alpha of .861, being a valid and reliable measure to be used in the present research. The sample consisted of 100 university students enrolled in school year "A" 2019. This research is aligned to the quantitative postpositive research paradigm. Once this research is completed, it can be affirmed that in the higher education institution, a training in student values ​​is achieved, highlighting: responsibility, honesty and commitment. However, reflective spaces are needed for teachers and students to become aware of their professional actions, since axiological training is a continuous process that begins from early stages and is promoted at the university stage with a focus on the labor field- professional through the interaction between teachers, students, peers and work experiences.

Keywords: Attitudes, Values, Professional Ethics


Introducción

El avance científico y tecnológico genera nuevas complejidades en los sistemas productivos, éstos a su vez originan transformaciones en todos los ámbitos de la sociedad. Una posible consecuencia de esas transformaciones se advierte en la exigencia social demandando a los profesionales un comportamiento ético; de igual forma, se insiste en la importancia de incorporar elementos éticos en su formación para promover nuevas relaciones sociales que orienten hacia el progreso humano. En la actualidad se habla de valores y se les cita de manera constante sin precisar su noción, sus alcances e implicaciones. Se asume un concepto de valor sin asegurarse que esté bien comprendido. Tal confusión es producida a que algunas personas y corrientes de pensamiento no parten del Ser de las cosas para definir el concepto de valor, sino que intervienen en el proceso de definición apoyándose en su propia experiencia, de esta manera con la palabra valor la aplican y definen en todo lo que existe sin diferenciar su esencia. También se habla de valores y no de verdad para no entrar en conflicto con la idea de tolerancia y con el relativismo democrático. Sin embargo, con estas dislocaciones terminológicas no se puede eludir la pregunta sobre la realidad de los valores. En la actualidad, el ser humano se considera capaz de explicarlo todo mediante su inteligencia. Con su señorío, descubre los valores, los asume, hace valoraciones y pretende dominar el entorno. Esto es plausible, siempre que se respeten las leyes de la naturaleza y haya armonía entre ella y los descubrimientos. El estudio de los valores ha sido influido por la importancia que la sociedad otorga a la economía. Prácticamente, y de modo casi automático, se tiene un enfoque economicista, poniéndose precio a la persona, al amor, a la amistad, a la vida, consecuentemente, todo vale aunque no necesariamente sea valioso.

El concepto de valor que adopto y tomo como punto de partida es el siguiente: valor es toda perfección real o posible que procede de la naturaleza y que se apoya tanto en el ser como en la razón de ser de cada ente. El valor y la valoración actualizan el valor de la inteligencia. El valor se capta al conocer; la valoración se ejercita al hacer juicios. En un proceso dinámico en un primer momento el hombre conoce la realidad, la contempla, la comprende, después, al valorar, vuelve sobre las cosas, las ordena, las jerarquiza y las clasifica.

El ser humano en el aspecto espiritual está dotado de voluntad además de inteligencia, considerando lo anterior para su desarrollo integral tiene que ejercitar ambas facultades. En el campo de la actividad humana, la voluntad debe desarrollar de la misma manera otro tipo de señorío: el dominio sobre sí mismo que le permitirá adquirir virtudes, hábitos buenos, mismos que se integran a la persona con estabilidad.

La educación en valores es concebida como la orientación a la inteligencia, para profundizar y respetar los valores que se encuentran en lo más íntimo de la naturaleza humana y en el ser de las otras criaturas.

El principio que fundamenta esta investigación se concreta en la consideración de que la educación en valores debe ser el punto de partida de toda propuesta de educación. Actualmente, la sociedad demanda de los profesionales un comportamiento ético; de igual forma, se insiste más en la importancia de incorporar elementos éticos en su formación, para promover nuevas relaciones sociales que orienten hacia el progreso humano.

La ética profesional tiene un papel fundamental dentro del aspecto formativo de actitudes. Según García, Fernández, Sales y Moliner (2006), es la disciplina que tiene por objeto determinar el conjunto de responsabilidades morales que surgen en relación con el ejercicio de una profesión.

Implica:

(a) considerar los valores profesionales,

(b) su apropiación de manera reflexiva y crítica; y por último,

(c) promover en el estudiante los valores de la profesión que va a desempeñar, así como su compromiso con la sociedad (Martínez, Buxarrais y Esteban, 2002).

De acuerdo a Arana, Batista y Ramos (2003), los valores profesionales son los valores humanos contextualizados, orientados hacia una carrera y éstos constituyen rasgos de la personalidad profesional y contribuyen a definir una concepción integral del ejercicio de una labor, en consecuencia la educación en valores profesionales implica desarrollar la personalidad profesional integral, mediante la modelación durante toda la vida universitaria.

La formación ética y en valores es necesaria en las universidades, tanto en el ámbito institucional como entre sus actores. No basta preparar buenos profesionales con conocimientos, habilidades técnicas y cultura, es necesario incluir la reflexión de principios y valores para un óptimo desempeño como miembros de la sociedad, combinando las competencias laborales con las cualidades personales (Hirsch, 2003).

Fundamentación teórica

En la actualidad se habla de los valores citándoseles con recurrente frecuencia, pero sin precisar su noción, sus alcances e implicaciones. Se asume un sobrentendido concepto de valor sin asegurarse de que realmente esté bien definido y comprendido, tal confusión es producida porque algunas personas y corrientes de pensamiento no parten del ser de las cosas para definir el concepto de valor, sino que invierten el proceso: con la palabra valor definen todo lo que existe. También se habla de valores y no de verdad para no entrar en conflicto con la idea de tolerancia y con el relativismo democrático. A pesar de lo anterior con estas dislocaciones terminológicas no se puede evadir la pregunta sobre la realidad de los valores. Para responder a las auténticas exigencias de la naturaleza humana, los valores no deben separarse del ser y de la verdad de los entes.

Existen cuatro valores fundamentales originarios, porque en ellos se apoyan otros universos axiológicos, mismos que se son encontrados en la cotidianeidad: seres inertes, vivientes y sociedades. Estos valores se identifican como trascendentales: unidad, verdad, bien y belleza. El concepto trascendental tiene dos acepciones: la primera señala que lo trascendental no es exclusivo, lo tienen todos los entes; la segunda alude a la relación o al vínculo que uno establece con otros. Por ejemplo, en el primer aspecto todos los entes tienen su propia unidad; en el segundo, todos se relacionan con su especie.

La unidad es el valor originario por excelencia, base de los demás. Es la primera realidad de cualquier ser y lo preserva íntegro. Garantiza la armonía, seguridad y cohesión de todo lo que existe. Se opone a la división que destruye o altera la esencia que existe. Se opone a la división que destruye o altera la esencia. En los individuos la unidad se manifiesta por el instinto de conservar la vida y evitar los peligros; en la sociedad promueve la solidaridad entre sus miembros y evita pugnas o rencillas que los dividan.

Hegel (1972), expreso que la verdad como valor responde a lo que cada realidad es en sí misma. Una verdad sin realidad es una mera abstracción. Y una verdad no asimilada por la sabiduría humana tampoco es una verdad humanamente interpretada, sino una caricatura de verdad. El bien es el valor que conserva y propicia adecuadamente la entidad de todo lo que existe; al mismo tiempo, promueve la razón de ser de cada realidad.

La belleza objetiva es el valor originario que responde en cada individuo, a la proporción más cercana a la forma y figura estándar de la respectiva especie. En la sociedad responde al equilibrio en las relaciones entre sus miembros y a una buena distribución de funciones para cubrir sus necesidades.

De acuerdo a Rivera y Ceballos (2016), en el mundo actual, se presentan grandes desafíos en la educación siendo uno de ellos la formación integral de los estudiantes. La formación integral universitaria constituye el centro de atención y preocupación de las universidades, este proceso no sólo incluye la formación de conocimientos y habilidades, sino también la formación de un profesional con proyectos de vida sustentados en valores humanos que tengan su máxima expresión en la solidaridad, justicia social y mejoramiento humano. Es la universidad el espacio en donde el estudiante vive, nutre y conversa con otros estudiantes, aprende a socializar y a entender a otros seres humanos como él. Es un templo para la enseñanza del conocimiento universal y centro de información e integración axiológica profesional. En tal sentido Martínez (2007), sostiene: “En el actual contexto sociocultural, la universidad es un óptimo espacio de aprendizaje, no sólo de carácter profesional y cultural en su sentido más amplio, sino también de carácter humano, y por ende, ético y moral.

Una educación centrada en y para el estudiante, redundará en el logro de un profesional integral, altamente competitivo y con un sentido de pertenencia hacia su comunidad. El tomar como base los saberes anteriores del alumno hace que el aprendizaje sea vivencial y significativo para él, lo que convierte al método en productivo, al contextualizar los contenidos y propiciar que el estudiante devenga en un ser activo y productor de su propio conocimiento.

Metodología

La presente investigación está alineada al paradigma de investigación postpositivista cuantitativo de diseño no experimental el nivel de análisis es correlacional utiliza el método hipotético-deductivo.

Instrumento

Para la presente investigación la técnica utilizada para la recolección de los datos fue la encuesta, la cual se aplicó de manera auto administrada grupal. La encuesta se estructuró en dos partes, siendo la primera la que hace referencia a las condiciones sociodemográficas del estudiante y la segunda en la que se utilizó la Escala de actitudes sobre ética profesionales de la autoría de Hirsch (2005).

Propiedades psicométricas del instrumento

En su versión final la escala quedó conformada por un total de 55 ítems integrados en 4 dimensiones correlacionadas los cuales son:

  • Competencias cognitivas

  • Competencias sociales

  • Competencias éticas

  • Competencias afectivo-emocionales

La confiablidad de la escala reportó una consistencia interna medida por alfa de cronbach de α= .861. Con dichos datos se puede afirmar que la confiablidad del instrumento es aceptable.

Muestra

La muestra estuvo constituida por los alumnos de la institución de educación superior inscritos en el ciclo escolar “A” 2019, obteniendo un muestreo total de 100 encuestados. La muestra fue aleatoria simple sin reemplazo, se seleccionó el alumnado al azar, teniendo toda la probabilidad de ser elegidos para participar en la aplicación de la encuesta.

Resultados

Los resultados obtenidos respecto al género, semestre y edad se muestran en la tabla. (Ver tabla 1).

Como se puede observar la proporción de estudiantes del género masculino es mayor que la del femenino quienes representan el 38% de la población mientras que la del masculino representa el 62% de la población investigada. Por otro lado la distribución de las edades de los encuestados oscila entre los 18 años y los 45 años siendo el rango de edad de 18 a 20 años el que mayor porcentaje obtuvo mientras el rango de edad de menor porcentaje fue el de 37 a 45 años presentando tan solo un 5 % de la población encuestada.

A continuación, se llevó a cabo el análisis descriptivo de los datos para lo cual se calcularon las medias estadísticas de las 4 dimensiones que presenta el instrumento. Dichos resultados se registraron en la tabla 2 (Ver tabla 2).

En la tabla 2 se muestran los estadísticos descriptivos, donde se observa que la dimensión afectiva fue la dimensión que mayor valor de media obtuvo con un valor de 4.24 y .845 de desviación estándar lo cual significa que la población encuestada siente orgullo por la profesión que está estudiando además de separar de manera adecuada la vida privada de la profesional y tener estabilidad emocional.

A continuación, se llevó acabo el análisis de cada ítem correspondiente a cada dimensión siendo los resultados de la dimensión cognitiva los que se reportan en la tabla 3 (Ver tabla 3).

Tabla 3Valores de medias estadísticas de la dimensión cognitiva

Al evaluar los ítems correspondientes a la dimensión cognitiva, se observó que el ítem de mayor valor de media fue el ítem 2 el cual enuncia “me produce satisfacción la adquisición de nuevos conocimientos profesionales”, la evidencia sugiere que el aprendizaje y ganas de aprender de los estudiantes está abierto a nuevas ideas y estrategias para asimilar nuevos conocimientos, demostrando iniciativa, adaptabilidad y flexibilidad. Mientras que por otro lado el ítem 4 obtuvo un menor valor de media el cual fue de 2.99. Este ítem enuncia que a los estudiantes “les preocupan no contar con una preparación continúa”. La evidencia sugiere que es importante para el alumnado contar con la capacidad y habilidades técnicas, competencias metodológicas, aplicación de conocimientos y capacidad organizativa, es por ello que la capacitación continua adquiere una gran importancia en su formación universitaria.

A continuación, se llevó acabo el análisis descriptivo de los ítems correspondientes a la dimensión social, registrando los resultados en la tabla 4 (Ver tabla 4).

Tabla 4Valores de medias estadísticas de la dimensión social

Al evaluar los ítems correspondientes a la dimensión social, se observó que el ítem que mayor valor de media obtuvo fue el ítem 8 el cual enuncia “ el estudiante disfruta de aprender nuevos conocimientos,” es decir la evidencia sugiere que el estudiante universitario logra incorporar en su vida académica cuestiones como: dominio de la lengua, saber escribir, saber escuchar, saber hablar, saber informar, aceptar críticas o modificaciones al trabajo, diálogo, empatía y accesibilidad además de presentar constancia, disciplina, diligencia, seriedad, rigor, dinamismo, persistencia en sus trabajos académicos. Por otro lado el menor valor de media fue el correspondiente al ítem 1 el cual enuncia “no necesito ponerme en lugar de mis clientes o usuarios para comprender sus necesidades”, por lo que es necesario establecer acciones para fomentar en los estudiantes el valor de la empatía, trato humano, integración con el resto de los profesionales, capacidad de mediación y disponibilidad entre otros.

El tercer análisis realizado fue el correspondiente a la dimensión ética, los resultados obtenidos se registraron en la tabla 5 (ver tabla 5)

Tabla 5Valores de medias estadísticas de la dimensión ética

Al evaluar los ítems correspondientes a la dimensión social, se observó que el ítem que mayor valor de media obtuvo fue el ítem 18 el cual enuncia “me gusta tratar con profesionales que toman en cuenta mi opinión” es decir la evidencia sugiere que el estudiante actuara con sujeción a sus principios y valores. Por otro lado, el ítem 1 obtuvo el menor valor de media por lo que es necesario establecer acciones en lo referente a tener en cuenta los aspectos éticos en ejercicio de su profesión. Es decir, hacer lo correcto, poseer buenos valores personales, aportar lo mejor de sí mismo, ser coherente con sus principios y hacer su trabajo de la mejor manera posible.

Por último, los resultados del análisis descriptivo de la dimensión afectivo-emocional se registraron en la tabla 6 (Ver tabla 6).

Tabla 6Valores de medias estadísticas de la dimensión afectivo-emocionales

Al evaluar los ítems correspondientes a la dimensión social, se observó que el ítem que mayor valor de media obtuvo fue el ítem 11 el cual enuncia “es un logro hacer profesionalmente lo que más me gusta” es decir la evidencia sugiere que el estudiante siente orgullo por la profesión propia, interés en la profesión, satisfacción profesional, aprecio por ésta, motivación y vocación. Por otro lado el ítem con menor valor de media fue el 1 el cual enuncia “me produce desconfianza aquellos que creen saberlo todo en la profesión”, la evidencia sugiere que estudiante deberá trabajar lo referente a tener estabilidad emocional, practicar el autoconocimiento y la auto aceptación de cualidades y limitaciones, poseer seguridad en sí mismo, personalidad, carácter, actitud constructiva y positiva ante la adversidad o la superación de retos, equilibrio, ecuanimidad, serenidad y ser persona por encima de todo.

Conclusiones

Los alumnos interpretan la formación ética como una motivación para superarse profesionalmente y en un nivel secundario lo relaciona con su comportamiento profesional. As su vez los alumnos consideran que la formación de valores se da desde etapas tempranas de la formación, por medio de la familia y las experiencias vividas y es al llegar a la carrera que se establecen los valores que regirán el quehacer profesional, esto por medio del ejemplo de sus profesores. Es por ello, que el papel de los pares en esta etapa es importante, pero no primordial, ya que por medio de las interacciones entre ellos van desarrollando valores que les serán útiles en el ejercicio posterior de su profesión. Respecto a la ética profesional, los estudiantes consideran que sería interesante contar con un espacio que les permita conocer y reflexionar sobre sus deberes y derechos, así como los parámetros de su quehacer profesional con la finalidad de formarse integralmente. Para ello, sugieren una asignatura práctica donde se revisen ejemplos de situaciones reales.

La crisis de valores éticos que afectan a la sociedad incide de manera directa y determinante en la formación y el desempeño profesional del estudiante por lo que los alumnos y egresados a pesar de expresar la importancia de vivir los valores en su ejercicio profesional durante su formación aparentemente minimizan la formación ética con carácter obligatorio al considerarlo poco significativo en su desempeño profesional, dado que le dan mayor importancia al conocimiento práctico profesional, cuando en realidad, el perfil del egresado debe ser consolidado con una plataforma ética fortalecida con el objetivo de contar con profesionales éticamente formados, mismos que servirán íntegramente a la sociedad.

De la indagatoria presentada en esta investigación se aprecia que los alumnos ingresan a esta a la universidad con el propósito de obtener conocimientos que les permitan ejercer una profesión y en consecuencia ascender en la escala social como resultado de una mejoría económica y a consecuencia de los ingresos que puedan obtener en su desempeño laboral, influyen en esta convicción los medios masivos de comunicación y la información difundida relacionada con la superación económico social, de ahí que su interés primordial sea el de obtener conocimientos, para aplicarlos en su profesión, con una apreciación objetiva podemos observar que los planes y programas de estudio dan mayor importancia al área cognoscitiva , reduciendo significativamente la aplicación de enseñanza-aprendizaje en el área afectiva, (conceptos correspondientes a la taxonomía de Bloom). Los alumnos confunden objetivos de la ética profesional con contenidos morales sin interiorizar deberes profesionales relacionados con su desempeño laboral-profesional.

Referencias bibliográficas

Arana, Batista y Ramos (2003). Los valores en el desarrollo de las competencias sociales. Monografías virtuales: ciudadanía, democracia y valores en sociedades plurales. 3.

García., Fernández, Sales y Moliner (2006). Elaboración de instrumentos de medida de las actitudes y opiniones del profesorado universitario hacia la ética profesional docente y su papel como transmisor de valores. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa. 12 (2).

Hirsch (2005). Construcción de una escala de actitudes sobre ética profesional. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 7(1), Recuperado de http://redie.uabc.mx/index.php/redie/article/view/125

Hegel (1972); Fenomenología del Espíritu, Editorial Ciencias Sociales, La Habana Cuba, p.9

Martínez (2007). Formación para la ciudadanía y educación superior. Revista iberoamericana de educación. Nº 42 (2006), pp. 85-102

Martínez, M.; Buxarrais, M. y Esteban, F. (2002). La universidad como espacio de

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Rivera y Ceballos (2016), Diseño de un sistema de actividades complementarias al proceso docente para la formación integral de los estudiantes no hispanohablantes, Editorial Red educativa Mundial, La Habana Cuba.