Publicidad
¿QUIÉN ES EL CUMPABLE DE TAL DESAGUISADO?
APUNTES SOBRE EL TRÁNSITO ALMERIENSE
Conducir o estacionar, ni lo uno ni lo otro, al menos en Almería resulta ser una utopía.
Caminar y cruzar por los pasos patonales sin tener que sortear vehículos que obstruyen los sitios por donde deberían pasar los peatones.
Otra idealización que unida a la desorganización en materia de ordenanzas de tránsito llenan el vaso y no sólo logran que éste robose sino que hacen que forme un charco que ya comienza a molestar.
Inspector o policía de tránsito:
En Almería el tránsito es un caos, las reglamentaciones no se cumplen y los inspectores brillan por su ausencia en lo que sería esencial: educar al conductor.
No se educa ni directa ni indirectamente pero lo que es en sí una grave omisión de la autoridad competente, es la permisividad conque se actúa cuando las infracciones son tan reiterativas como graves.
Por no respetarse no se respetan los pasos peatonales como tampoco se respetan las señales de velocidad, de ceda el paso o de pare. Se estaciona sin miramiento alguno hacia los peatones y menos aún para con los minusválidos.
La transigencia de las autoridades en este aspecto es pasmosa. No aparecen inspectores que crean necesario multar a quién está obstruyendo el paso de una silla de ruedas; y por decir inspectores, salvo tres o cuatro horas al día no sabemos dónde se meten.
Tampoco se nos ha aclarado quién vigila que su trabajo sea el adecuado.
Miramos el rol de los conductores infligiendo; pero si en este desorden los conductores tienen culpa de algo, en mucho quedarían excentos (salvo aquellos que nunca han considerado siquiera que sus derechos terminan donde comienzan los de los demás), porque ha habido tan cantidad de errores en la gestión que aquí no vale aquello de tire la piedra el que esté libre de culpa.
Realmente estacionar en una ciudad que cada día quita más espacio libre a tal fin en descarado beneficio de parkings, públicos y privados, pero en definitiva todos funcionando en torno al euro empieza a ser parte de la guerra del más fuerte.
la persona que debería ocuparse de encarrilar el tránsito a través de la educación y en último caso la represión, pero que en Almería parecería ser que sólo tiene por objeto encontrar el coche que ha estado estacionado más tiempo del reglamentario o cuyo dueño se ha olvidado de poner una papeleta. Para nada importa que se cometan cien infracciones alrededor, algunas de carácter grave como la de estacionar sobre pasos peatonales y pasajes de minusválidos.
TAXÍMETROS
Entre las plazas reservadas para distintos organismos públicos, eclesiásticos, privados, taxímetros, carga-descarga y reservas de particulares, los espacios se achican y si a eso sumamos que cada obra en construcción reserva el que correspondería a 3 o 4 coches y lo hace durante meses y, como si ésto no bastara ocupa espacio con volquetas para escombros que parecería que tienden raíces en cada lugar porque sólo se retiran cuando ya los vecinos comienzan a pensar que forman parte del mobiliario urbanístico.
¿Caos?; sí, pero poco comparado el que la misma planificación oficial del tránsito -un poco debida a la ya de por sí difícil solución que ofrece una ciudad edificada con conceptos muy alejados de las necesidades del tránsito del siglo XXI; otro poco a la ideología de quienes pretenden hacer de este embrollo un deleite para peatones sin tener presente dos aspectos muy importantes:
1- que el peatón en lugar de disfrutar sufre, porque el sitio no ha sido previamente adecuado y porque su vida sigue peligrando por falta de vigilancia.
2- que ellos mismos (los ideólogos) suelen desplazarse mucho más en vehículos que practicando el sano consejo de caminar.
Reconocemos que no es tarea fácil planificar-controlar-dirigir-dejar contentas a todas las partes- ¿bastaría con ponerse las pilas y decidirse que lo que importa es dejar contenta a la ciudadanía en general que, más allá de su comodidad reconoce generalmente las ventajas del orden y la justicia?
¿Quién dijo que el tránsito no votaba en las elecciones municipales?
graciela vera
desde Almería, en el sur del norte, sbre 2008
volver a ACTUALIDAD
volver a PUEBLOS
volver a LINKS ALFABÉTICOS
Se conoce como taxi al vehículo destinado al transporte de pasajeros posterior pago de una suma determinada por el trayecto recorrido.
Los taxis deben estacionar en algún lado, nadie lo niega; pero la duda que todos tenemos es ¿porqué no los encontramos cuando nos dirigimos a los muchos -demasiados- sitios destinados a ese fin?.
¿Quién establece los lugares de aparcamiento de taxis en la ciudad? Parecería que no lleva control de la distancia entre uno y otro: o mucha o practicamente ninguna.