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LA PREPOTENCIA DE UN CACIQUE DE VÍA ESTRECHA -
Como cada año, cuando llegó la noche en que las Perseidas visten de asombro el cielo, en un espectáculo popularmente conocido como las Lágrimas de San Lorenzo, por ser la fecha en la que el Santoral Católico venera al Santo; noche en que se repite año tras año el fenómeno, que no es tal sino consecuencia lógica del efecto de pequeños meteoritos al chocar contra la atmósfera terrestre, nosotros nos dirigimos al mejor sitio de la zona para observarlo.
Con el ansia de no perdernos el espectáculo que tantas veces hemos disfrutado allí mismo, nos encaminamos hacia el mirador natural que hay en el camino hacia el balneario de Sierra Alhamilla.
Pero este año hubo desilución y luego, al conocer detalles de aquel asuntillo que nos impedía disfrutar a nuestras anchas de la magia nocturna, indignación al extremo de tomar el hecho como una afrenta personal a todos los amantes de la naturaleza en su más bella expresión.
Las Lágrimas de San Lorenzo son una lluvia de meteoros, lo que comumente llamamos, lluvia de estrellas. En este caso meteoros de actividad alta que puden observarse desde el 17 de julio hasta 24 de agosto pero con su máximo exponente la noche del día 12.
No es la mayor lluvia de estrellas a nivel mundial, ocupa apenas el tercer lugar pero sí es la más conocida y vista, quizás porque desde donde mejor se observa, Hemisferio Norte, se disfruta en pleno verano con noches que por lo general son excepcionalmente aptas para visualizarla.
Estos meteoros radiados desde la constelación de Perseo entran a la atmósfera terrestre a velocidades superiores a 59 kilómetros por segundo, lo que provoca su explosión y destello y nuestro humano asombro.
Como todos los años cenamos en el acogedor restaurante que hay en los aledaños del Hotel Balneario Termal y pensábamos retornar sobre media noche camino abajo hasta llegar al mirador que los lugareños conocen como 'de la Herradura'.
Una curva de la carretera que deja a la derecha un espacio libre no muy grande, pero sí suficiente para que tres o cuatro coches puedan estacionar y gozar de una vista terrenal, tan espectacular como la que buscábamos encontrar en el cielo almeriense.
Un barranco nos hace ser precavidos pero en este mirador no hay peligro porque la misma banda metálica conque Obras Públicas protege los lugares peligrosos de las rutas españolas, forma un acordonamiento lógico en un sitio donde muchos turistas y nativos se detienen para dar rienda suelta a su asombro.
A lo lejos se extienden los pueblos desde Alhama a la costa pasando por Gador, Rioja, Benadoux,Huercal, Viator, las nuevas luces de El Toyo, pueblos que a la serenidad diurna suman el oropel nocturno cuando brillan como cientos de perezosas luciérnagas.
Pero cuando subíamos hacia el Balneario llegó la primera desilución porque el lugar estaba invadido por grandes montículos de tierra.
Un impedimento que justificamos pensando que se estaba proyectando el arreglo de la carretera pero, que se transformó en incredulidad seguida de una creciente bronca contra la prepotencia de los que aún se consideran caciques ¿o caciqüelos? cuando supimos que se trataba del capricho del propietario de una finca colindante que, por más que lo hemos pensado, no creemos que pueda tener juridicción en ese trozo de terreno anexado a la ruta.
Los pobladores del Balneario de Sierra Alhamilla, concienciados de la importancia de dar vida a la zona están tan indignados como nosotros, y ahora que sabemos que no ha sido ni orden del Ayuntamiento de Pechina*1), ni una futura obra de mejoramiento vial, y que simple y llanamente se trata de una brabuconada de un 'cacique de vía estrecha', un foráneo, si así llamamos a quién no es y seguramente no quiere a esta zona más que como lugar de paso para ... ¿para qué digo yo?!!!!, bueno, ahora llegó la hora de preguntarnos a que autoridad corresponde explicarle a este señor, extrapolando un dicho común el sur del continente americano: que también en España el Sur existe, y el Sur de España piensa, quiere y exige.
Desde 'La Herradura' se lanzaban al aire los parapentes multicolores que caían mucho más abajo -y no precisamente, salvo alguna excepción que cualquier persona medianamente civilizada tomaría como accidental y sin intención, en los campos de nuestro caciqüelo- formando un espectáculo que en muchos lugares se agrega a las ofertas turísticas, salvo aquí donde sólo unos pocos han tomado conciencia de ello, contra el silencio de quienes deberían hablar, o ya sin necesidad de decir mucho: actuar.
Ahora bien, ya que no pude ver desde el sitio ideal para hacerlo, con las luces de los pueblos almerienses y su capital a mis pies y la montaña por telón, la lluvia de estrellas de este año, yo creo que puedo sí reinvindicar un excelente mirador y poner un granito de arena para que los parapentes sigan pintando de colores los alrededores de Sierra Alhamilla.
Tal vez en un futuro no lejano veamos llegar muchos aficionados para competir en campeonatos de notoriedad.
Graciela Vera
Desde Almería, en el sur del norte, a 14 de agosto del 2008
*1) Del que esperamos una explicación, si bien no corresponde directamente a su juridicción lo que sucede dentro de la Diputación Provincial, pero sí la mejor proyección turística de Sierra Alhamilla.
LLUVIA
DE
ESTRELLAS
Se producen porque cuando un cometa atraviesa el Sistema Solar la acción del viento solar provoca la activación de su superficie y cuando los gases y materiales de ésta son despedidos hacia el espacio, pasan a orbitar al Sol en órbitas muy similares a las del cometa de origen. Se forma así un anillo de partículas también conocido como enjambre de meteoros y cuando éste se cruza con la orbita terrestre se produce la lluvia de estrellas que, ya dijimos, no es tal pero es lindo seguir llamándola así aunque la ciencia cada vez nos quite más sueños y nos abra los ojos a más realidades.
Las lluvias son hermosas pero las tormentas más y éstas se producen cuando la actividad supera los mil meteoros por hora.