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...como estaba muy zorongo
y no cesaba de llorar,
llamé a una amiga del alma,
y pensándolo con calma
nos marchamos a cenar
se armó un tremendo alboroto
y luchamos en contienda;
para poderle aplacar
fué tanto tienta que tienta
que la tuve que pinchar.
Y así pasamos la noche
cantando lindas canciones,
tocando los estrumentos
que hacía acompañamientos
a todas esas acciones.
Como estaba tan cargado
la Viagra no hacia efecto,
a pesar de que tocaba
aquel precioso estrumento
que tanto desafinaba.
Y viendo los resultados
me dijo la muy coqueta
con tono malhumorado:
--Juglarito, me has fallado.
no funcionó tu escopeta.
-- ¿Un gatillazo yo he dado?
¡¡¡no me lo puedo creer!!!
¿Que yo he tenido algún fallo?;
¿es que crees que soy un gallo?.
¡¡¡Lo que tiene uno que ver!!!
Yo creí que había cumplido,
sobradamente, ¡¡pardiez!!
y tu dices que he fallado,
¿a quién se debe creer,
a tí o al interesado?
El Juglar del Rio Almanzora
En Almería, para Berazategui, 11 de junio de 2000