Mujeres en guerra

Cuando escuchamos hablar a los de izquierda sobre lo que fue la guerra civil podríamos pensar que todas las atrocidades se cometieron por parte de los Nacionales, pero si el recuerdo viene de la otra acera, de la de los derechistas, el horror parecería haber sido implantado por los Republicanos.

¿Cuál fue el primero que tomó venganza sobre la población civil?

¿Qué bando fue el que primero consideró a la mujer como el instrumento para, a través de su humillación, destruir la moral del bando contrario?

¿Porqué en toda guerra la violencia sexual se convierte en un arma?

Los testimonios son aberrantes.

Sofía Rodríguez, utilizando importantes fuentes de investigación, tarea a la que se dedicó exhaustivamente para documentarse con datos fidedignos extraídos de archivos, periódicos y el más importante, el testimonio de las protagonistas, escribe en “Mujeres en Guerra. Almería, 1936-1939”.

“Ayer de mañana llegaron a nuestras posiciones varias obreras evadidas de Frente Carretero en unión de sus hijos (…) Una jovencita de 17 años se acerca al grupo y afirma que ella también viene de Córdoba y que si la han pelado no le importa, pues su novio que es miliciano, ha de vengar ese acto salvaje de los rebeldes. Continúan exponiendo algunos hechos y dicen que a los niños por el sólo motivo de levantar el puño les cortaban los brazos” 86

Profundizando en la cuestión, el 6 de octubre se publicaba en portada una entrevista con una de esas mujeres que consiguieron escapar de la muerte, Adoración Vázquez Moya, de 30 años, quien repetía la crónica de los hechos:

“Como medida general a las mujeres las conducen a la barbería de “el niño muerto” y las hacen pelar. A otras les hacen beber medio litro de aceite de ricino, y cuando no hay, éste es suplido por gran cantidad de agua caliente (…). No se conforman con cometer el atropello sino que éste es exhibido “para que sirva de ejemplo”. Cuando han cometido un canallesco acto de violación hacen que todas las mujeres, al son de la música vayan a presenciarlo. No respetan edades ni sexos” 87

Finalmente, en otro relato de un evadido de Gibraltar, se describía el crudo retrato de una mujer, apenas salida del parto, a la que asesinaron con el bebé sujeto a su pecho:

“La fusilaron en un paredón inmediato a la cárcel, después de haberse mofado de ella, después de escarnecerla. La mujer, fuerte y heroica, lanzó toda clase de maldiciones sobre sus ejecutores y dio vivas a la República antes de caer, atravesadas sus carnes y la carne de su hijito, por el plomo fascista” 89

….. La represión contra las mujeres, constituía un agravio no sólo para su persona, sino también para su familia y los miembros de su clase.

La mutilación de los genitales y los pechos, como símbolos de su potencial capacidad creadora, venía a vulnerar lo más preciado del cuerpo de las mujeres. La privación de libertad, al no poder salir de sus propias casas, reincidía en la esclavitud del espacio privado y del silencio. Por último, los “rapados” y los purgantes, se unían al escarnio de los paseos públicos restándole todos los atributos de su “feminidad” e hiriéndolas en lo más hondo de su ser. 90

3. b. La venganza sobre las derechistas

en la retaguardia republicana.

Como indican estas últimas palabras, no obstante, la represión fue repetida e imitada en los dos bandos porque, a pesar de las diferencias ideológicas, todos combatían por un mismo suelo. Las mujeres, conceptuadas de la misma forma, como objeto sobre el que expiar los delitos del enemigo, sufrirían así también del lado republicano, condiciones terribles que la prensa almeriense nunca plasmó en sus páginas. Muchas de ellas, madres con hijos pequeños como las obreras, fueron encarceladas por los tribunales populares, en los que tampoco parece que hubiera representantes femeninas. Así lo atestiguan los testimonios de algunas vecinas de Almería, defensoras de los rebeldes y su “moralidad cristiana”.

María Cassinello: “Mi abuela fue juzgada y estuvo presa en “Gachas Colorás” por “fanática religiosa y beata civil”. ¿Por qué?, por repartir propaganda fascista que eran los bonos de la tienda-asilo, para que fueran a comer la gente de las cuevas. Bueno, y el día del juicio, cuando terminó dijo “quédense ustedes con Dios”, y mi madre dijo: “la fusilan”. “Gachas Colorás” era la cárcel de mujeres de la barriada de “Los Molinos”. 92

No obstante, las colaboradoras de la sublevación de los nacionales, atestiguaron tormentos horrorosos como apaleamientos, amenazas, reclusiones por espacio de un mes totalmente incomunicadas, vigilancia permanente, registros con los cuerpos desnudos, proposiciones deshonestas, etc.; incluso aparecen varios testigos que llegaron a presenciar como se colgaba a una mujer de una baranda en la presencia de su marido, para golpearla brutalmente 103. En otros casos, la represión de los cuerpos femeninos era doblemente amarga, al sorprender a mujeres embarazadas y hacerlas abortar o, en el caso de los testificantes varones, sobornarles con el propósito de “abrir las barrigas de sus mujeres” para matar a los hijos que estaban engendrando 104.

En relación a estas informaciones, sabemos que las dos religiosas procedentes de Almería murieron en Madrid y que otra de las víctimas era una mujer llamada Catalina Pardo, perteneciente a la Izquierda Republicana y que fue asesinada en los primeros meses del conflicto junto a su marido, por criterios dudosos. También se cita a Amalia Heredia, mujer gitana de Paterna del Río, a la que los vecinos mataron junto a su familia por racismo y no por su implicación política en los acontecimientos de la guerra civil.

Por otra parte, aunque ya hemos advertido la crítica a la que debe someterse tanto la documentación de la Causa General como la información aportada por la prensa republicana o las fuentes orales, totalmente tendenciosos, no podemos dejar de consignar las declaraciones de que disponemos. Tal es el caso de los informes sobre Carmen Godoy Calvache, vecina de Adra y que, hoy por hoy, es la única víctima mortal “probable” de la represión en la retaguardia republicana almeriense. Este es uno de los testimonios:

“Entre todos los asesinatos perpetrados por los rojos merece destacarse el de Doña Carmen Godoy Calvache cuya señora se encontraba residiendo en Madrid a cuya capital fueron en su busca los elementos rojos de Adra por orden del ya citado Comité revolucionario y trasladada a este pueblo desde aquella capital; siendo encerrada en calidad de presa en la casa de su propiedad que había sido incautada por el repetido comité y era el local donde éste se había instalado. Que en una de las dependencias de la citada casa y en lugar visible para el público se instaló una jaula en la cual fue encerrada la Doña Carmen Godoy Calvache completamente desnuda, siendo constantemente víctima del escarnio y el ultraje no sólo de los miembros del Comité, siendo también de cuantos elementos rojos acudían al citado lugar. Que no contentos con ello la perversidad de los elementos marxistas antes citados llegó al extremo de encerrar en la citada jaula juntamente con la referida señora y también desnudo, a un imbécil del lugar, ya fallecido, apellidado Checa (…).

Que como persona más directamente encargada de la vigilancia de la referida señora doña Carmen, figuraba una miliciana afiliada a la CNT de la que sólo sabe que se llama Adelina y de la que tiene noticias que ha sido condenada por los Consejos de Guerra Y que en la actualidad se encuentra cumpliendo condena en una prisión de mujeres.

Que la referida doña Carmen Godoy permaneció en tan triste situación, víctima de constantes ultrajes y malos tratos hasta que por orden del repetido Comité revolucionario de Adra fue asesinada en el mes de Diciembre del año mil novecientos treinta y seis, diciéndose en el pueblo que la crueldad de los asesinos llegó al extremo de enterrar viva a la referida señora. Que la Doña Carmen Godoy Calvache era una señora dignísima y bondadosa que hacía mucha caridad a los necesitados, creyendo el que relata que el encono que los marxistas le tenían era debido a la acentuada religiosidad de la doña Carmen Godoy, persona muy afecta a la Causa”.110

3. c. El final de la guerra y “la gran represión”

Al finalizar la guerra, la represión se generalizaría en el “otro bando”, convirtiéndose en la más dura de las venganzas. Sin guardar contemplaciones sobre las tradicionales fronteras impuestas por la edad y el género de las “esencialmente madres” 112, la prensa nos va dejando el rumor de la violencia desaprensiva de los rebeldes y el odio “incivil” de la resistencia antifascista. Estas son las palabras de un vecino de Vélez Rubio, que sin duda debemos considerar con cierta reticencia, al menos en cuanto a sus estimaciones estadísticas:

“De dominar este pueblo los fascistas hubieran asesinado a mil quinientas personas (según la población), entre hombres, mujeres y niños. Eso lo afirmo yo que lo se por dolorosa experiencia. ¿Qué exagero? Eso creía yo, que era una exageración; pero la realidad me hizo comprender hasta el grado de criminalidad que llegan esos malvados, asesinando a cuanto cogen a mano, sa anciano, inválido, “significado” o por “significar”; violando mujeres y escarneciéndolas, pelándolas y dándoles un purgante que consiste en medio litro de aceite ricino con pan. Luego les ponen “UHP” en la frente con un hierro candente y se mofan de ellas paseándolas por las plazas y calles más importantes de la población” 113.

Muchas de estas mujeres serían las responsables de partidos políticos de izquierda de toda la provincia ……………………………………………………… ……………………… ………………

En el archivo del Juzgado Militar de Almería se encuentran informes completos sobre varios centenares de mujeres almerienses condenadas desde tres a doce años de prisión, algunas de las cuales consiguieron conmutar las penas de muerte que se imputaron a las políticas más destacadas o a familiares de los representantes de la autoridad republicana…………………..

86 BROTONS, Joaquín, “Hablando con unas mujeres evadidas de Córdoba”, en ¡ADELANTE!, 4-x-1936.

87 AGUILERA. A., “La bestialidad fascista. Charla con una mujer evadida de los dominios facciosos”, en ¡ADELANTE!, 6-x-1936

89 “Un sargento de la Guardia Civil pone fin a la despedida con una brutal bofetada”, Emancipación, 16-VII-38.

90 Diario de Almería, 23-I-1937: “A las mujeres les cortan el pelo a rape, dejándole un moñito en la coronilla, en donde le ponen un lazo rojo y las pasean por las calles de la ciudad”.

92 Entrevista con María Cassinello (8-I-2001)

103 Ibid. Declaraciones de los Fol.. 41, 232 y 233. “Ultrajando a las mujeres se puede quebrantar y desmoralizar

a los hombres. La violación a menudo ocurre ante los ojos de la familia y de la comunidad. En este sentido es un ataque contra todos, aunque son las mujeres las que sufren físicamente y llevan el peso de la vergüenza y el ostracismo social” (PANOS INSTITUTE, Armas para luchar, brazos… Op., Cit.; p.16)

104 AHN.: Causa General de Almería, Pieza Cuarta -4- Checas, Caja 1161-I (Folios 106, 195 y 193).

110 Declaración del testigo: Antonio ortiga Hita, Director de la Azucarera de Adra y condenado por alta traición a la República y espionaje (Almería, 11-12-1940).AHN, Causa General. Tomo I, Nº 172. EL presunto autor del crimen, por su parte, confesaba que después de matar a Ramón Godoy, “dieron muerte a una señora de esta, llamada Doña Carmen Godoy Calvache, a la que después de toda clase de vejaciones y violarla, en su presencia hicieron la zanja para enterrarla y con una pala dieron varios golpes y la lanzaron dentro, enterrándola sin saber si era viva o muerta”. Nos reservamos su identidad por respetar la privacidad del que fue concejal y dirigente de la CNT de esa localidad (Adra, 23-1-2940. AHN, Causa General de Almería. Tomo I. Folio 1283.)

112- Diario de Almería: 6 y 7-1-1939. NADAL, Antonio, (“Experiencias psíquicas sobre mujeres marxistas

malagueñas. Málaga, 1939”, en Las mujeres y… Op., Cit; p.344) ha estudiado los expedientes médicos de las cárceles donde fueron encarceladas las mujeres cuya lealtad a la República fue calificada de patología. Su edad era “15 a 20 años de edad: 6 (12%; 21 a

113 GARCIA PARTIDA, J., “Por Vélez Rubio no pasó la revolución”, en Juventud Consciente (27-III-1937) Más información en “Relato de unos evadidos. Un monstruo fascista”. Emancipación (14-1-1938)

Podríamos seguir ¿para qué?, los dos bandos son culpables y juzgarlos quizás vaya más allá de los hombres. G.V.