psicosis pasionales erotomania

Cita erotomaniaca.  Caso clínico atendido unidad psiquiatría. Dr J. L. Día.

Emma es un bella mujer de 48 años,  cultivada, agradable en el trato, superó un matrimonio y ahora vive con sus hijos, trabajó de secretaria.

Emma acude a repetidas citas con su "pretendiente", su enamorado,  y él, inexplicablemente, no aparece. Confundida, regresa a casa cabizbaja y apesadumbrada, no entiende el por qué de este engaño.  

La última cita fue en Nochevieja, lo mismo le pasó en Nochebuena. Dejó la casa donde vive con su hija, con escusas y fingimientos, viajó por la ciudad al encuentro de él. Sintió un inmenso placer, como una adolescente que se fuga de casa para su primera cita,..llegó al lugar preciso y a la hora acordada, el corazón se le salía, respiraba con dificultad, parecía ofuscada, ella esperaba impaciente, él no aparecía...

Así llevo 8 años, nos dice, estoy divorciada, con dos hijos, y él no me deja de mandan mensajes.

- "Tenía que aparecer él, tenía una cita, y él no apareció. Por qué juega así conmigo?

- "Le mandé señales para preguntarle si vendría a la cita o no.

- " En la radio y la tv todo eran señales. ¡¡ Yo acudí a nuestra cita ¡¡

Insiste en sus circunstancias: Tenía encuentros con una persona, tengo una cita, llego allí, y él no está,. No aparece.  En nochevieja quedamos para las uvas y no apareció.

Me mandan señales con toses, si y  no dicen,  es un juego de pistas, ..unos se frotan las manos, carraspean y hacen gestos, me quieren decir algo.

¡ Todas las luces de coches encendidas por el día ¡ como diciendo ánimo, estamos contigo, como indicándome el buen camino. Señales por la radio, y la canción “sorry”,

Encontrándome con él por la calle, ¡¡ yo soy despistada, pero lo vi pasar ¡

¿Quién es él?  

- Un profesor de física, en el colegio de mi hija, hace 8 años.

- Él contactó con un íntimo amigo y escribió en su bloc un poema para mí, con el título: “en tus ojos”.

- Toda zgz me conoce, unos dicen, “no es así Emma”. Mi familia no me entiende; mi ex dijo que era irreal, incluso me hicieron creer su muerte poco antes de ingresar en el hospital.

El último día borre todo del móvil (fotos incluso de mi hija, mensajes) todo me recordaba a él, ante la duda, porque había sido un juego de pistas.

Evolución clínica: Psicoterapia centrada en la "cita erotomaniaca"  y tratamiento farmacológico tipo Risperidona 4 mgr.

Tras dos semanas refiere: Creí que era una situación real. A veces dudo,  ¿Será una irrealidad si no aparece?. Ya nunca voy a poner un punto de encuentro, me siento engañada.

Las luces de los coches ya no estaban encendidas de día, en el bar no vi más señales,  en la tv o radio tampoco hablan de nosotros.

Historia relevante: mujer sana, sin enfermedades físicas, ni abuso de tóxicos. Divorciada, buena relación con exmarido, dos hijos, uno en casa con la madre.

En el 2014 síntomas psicóticos : todos la miraban, querían meterla en la cárcel, su familia estaba contra ella.  Respondió parcialmente a la olanzapina. Nadie le preguntó por él.

Él ya estaba allí  desde dos años antes. Él fue profesor de su hija, apuesto, intelectual, atractivo.  Él se fijó en ella, y utilizando redes sociales y amigos comunes, le hizo saber su amor y deseo hacia ella. Con frecuencia se hacia el encontradizo, ella lo reconocía en la multitud.

Nunca llegaron a encontrarse físicamente, ni hablarse por teléfono, pero no es necesario,  su presencia era constante.

Mucha gente le daba pista y  la animaba,  otros estaban en contra, incluso conspiraban contra ella.

Ella acudía a las citas regularmente, al "punto de encuentro", pero él no acudía. ¡¡ enorme era su desconsuelo y frustración ¡¡.

Pero la esperanza se renovaba con los nuevos mensajes, pistas, comentarios, etc..

 Nadie, ningún psiquiatra ni psicólogo  le preguntó por él, pero su familia estaban al tanto, querían separarlos, incluso hacerle creer que estaba muerto.

Su amor por él era conocido en la ciudad, despertaba cariño y también recelos, ...la radio, las canciones estaban llenas de sus mensajes, ella siempre acudiría a las citas.

Pero esta Nochevieja no pudo más, esperó y esperó, y de nuevo la terrible decepción.