Muy conocida es la relación filosófica entre estos dos pensadores, aunque no llegaron a conocerse personalmente… De hecho Nietzsche sabe de él por casualidad, como dice él por un zarpazo fortuito del destino, y le fascina, a pesar de que la mayoría de sus teorías son radicalmente opuestas. En concreto nos referimos a la teoría del superhombre, pues aunque parecen tesis semejantes, acaban siendo radicalmente opuestas.
Donde mejor se perciben estas diferencias es en la obra del autor ruso, Crimen y castigo, ya que muestra el fracaso del superhombre, que en la obra es Raskolnikov, el protagonista. Él vive convencido de que es muy superior al resto, y no tiene excesivos problemas para cometer un doble y frío asesinato, puesto que necesitaba dinero. Pero tras esto surge en él una culpa moral no prevista que, entre otras causas le causa miedo, insomnio, enfermedades y enemistades. Por ejemplo cuando el inspector en cuestión va a visitarle para interrogarle, se pone nervioso y cambia instantáneamente de tema con el objetivo de desviar la atención puesta en él. Después de largos ratos de agonía conoce a Sonia, una niña muy católica y de una gran fe. Raskolnikov tendrá unas conversaciones con ella comentando la religión, lo que le hará ver que a pesar de todo, Sonia está muy orgullosa de hacer lo que hace, de ser lo que es y de agradecérselo a Dios todo, siendo digno de admiración. Terminará así por confesarle el crimen a Sonia, quien le convence para que confiese.
Evidentemente, la tesis de Dostoievsky sobre este superhombre es opuesta a la del creador de Zaratustra, ya que afirma que lo único que es capaz de quitar la culpa moral del hombre es la fe, la conversión, de aquí que ponga el modelo de Sonia… En cambio, Nietzsche afirmaría que Raskolnikov no posee una voluntad de poder suficiente para soportar las consecuencias del crimen cometido, por esto necesita solucionarlo con un castigo que le quite las penas que, como dije, no puede aguantar o espiritualizar, y por esto mismo recurriría a la fe cristiana. El fondo de la obra Crimen y castigo es plenamente cristiano y decadente para Nietzsche.
Concluimos pues que son dos posturas opuestas para el problema del superhombre. Al autor ruso le parece imposible en la práctica la existencia de ningún superhombre y a Nietzsche que, desde un punto de vista más filosófico, utópico, incluso profético, sigue al parecer esperándolo.