Campos temáticos 5-8

CAMPO TEMÁTICO Nº 5: Ocio y negocio. La técnica y el hacerse a sí mismo. Estilos del ser humano.

El término ocio se puede entender de varias maneras. Negativamente, como inactividad de aquél que no tiene nada qué hacer, como pereza en último término, o bien como lo han entendido Aristóteles y nuestro autor, Ortega. Decía Aristóteles en la Ética a Nicómaco que: “Del mismo modo que se hace la guerra para tener paz, la razón por la que se trabaja es para obtener ocio”. Esto significa trabajar para tener ocio, para disponer de tiempo libre para pensar. Ortega entiende ocio como ese tiempo creativo del que se dispone precisamente porque estamos libres de ocupaciones perentorias gracias a la técnica. Tiempo para pensar qué hacer. Ese tiempo logrado gracias a que la técnica que nos ha liberado de esas necesidades ineludibles. Tiempo para proyectarse en el futuro, inventando un programa de vida. Un ser humano que todavía no sabe lo que puede ser, puesto que el futuro no es posible conocerlo. La vida se presenta como un problema, un problema que hay que resolver porque es necesario llegar a ser lo que se quiere ser. Pero es necesario pensar porque no da lo mismo lo que ocurra en la vida. Auto-fabricarse es la expresión que emplea Ortega para definir lo que el hombre moderno lleva a cabo con su propio proyecto de vida. Pero contrariamente al viejo Aristóteles, la vida no es mera contemplación, pensamiento o teoría, sino práctica, producción. El mundo se presenta como primera materia y posible máquina.

Pero el hombre no posee casualmente ese talento técnico sino que ha de emplearlo para ahorrarse el trabajo de dedicarse a cubrir simplemente necesidades básicas, y dedicarse entonces a hacerse a sí mismo, autoproducirse, desarrollarse plenamente. Al hacerlo hay que contar con que existen modelos de vida que Ortega resume:

  • Estilo bodhisatva (budista). Vivir consiste fundirse con el Todo y desaparecer en él. Para este estilo de vida, existir en este mundo de apariencias es precisamente no existir de verdad y desaparecer en ese Todo. Pero según nuestro filósofo, este estilo de vida es en realidad, no vivir, o vivir lo menos posible. Las técnicas budistas pretenden reformar el cuerpo y la mente del hombre y no forzar la naturaleza material como en Occidente. El hombre occidental fuerza a la naturaleza y le extrae lo que cree necesitar de ella. Inventa el coche y se desplaza con él a toda velocidad hacia donde quiere. Diversas formas de meditación y recogimiento serían las formas de fundirse y desaparecer con el Todo. Pero esto es un ejemplo claro de extranaturalidad: no comer, no moverse, no sexualizar, no sentir ni placer ni dolor; ser, en consecuencia, la negación viviente de la naturaleza.
  • Estilo gentleman. Heredero de la aristocracia inglesa es un modelo de hombre abierto y luchador. Pero no se trata de aristocraticismo de nacimiento. Todos pueden ser gentleman en la medida en que luchan por conquistar medios de vida aristocráticos. Convertir la vida en un juego es a lo que aspira el gentleman. El juego al que se dedica el gentleman es algo que se permite de forma extraordinaria, es un lujo vital que supone un dominio sobre las zonas inferiores de la existencia. Puede jugar porque tiene la vida resuelta por lo que se refiere a sus necesidades básicas. Pero juega limpio, defiende sus derechos y respeta los del prójimo. No usa de la mentira porque falsear el juego lo rompe. Y jugar supone esfuerzo también porque no es la vida un juego fácil y sin reglas. Existe la justicia, la veracidad y el dominio de sí sin los cuales no se es un verdadero gentleman, para él no tiene sentido la trampa. No hay que confundir nunca el gentleman con el hidalgo español quijotesco aunque tengan virtudes parecidas. La diferencia es que el hidalgo no trabaja.

Así pues, no se trata de una condición social de nacimiento como el gentilhombre francés o el Junker alemán, sino de una forma de enfrentarse a la vida, un comportamiento luchador, emprendedor diríamos ahora.

Pero cualquier estilo de vida que se elija hay que saber que es extranatural, alejado de la simple naturaleza biológica. Vivir es proyectarse, anticipar el futuro.

CAMPO TEMÁTICO Nº 6 Las cosas y su ser: pre-cosa, instrumento, animal, ser humano.

Siempre dando vueltas a lo que es la técnica Ortega se nos presenta aquí con un análisis de sus supuestos que él cree suelen pasar desapercibidos. Y se pregunta ¿qué son las cosas? para responder que "una cosa es, ante todo, la serie de condiciones que la hacen posible", o lo que es lo mismo, el conjunto de sus ingredientes o requisistos. Para saber lo que es una cosa lo que se suele hacer es des-cubrirla o des-hacerla dejando de lado su funcionamiento o lo que nos "aparece". La definición de una cosa se nos convierte en el conjunto de sus ingredientes que son a lo que Ortega llama "pre-cosa". Pre-cosa es pues la esencia de la cosa, lo que permanece oculto, lo que no se ve de la cosa. Por ejemplo, si el agua es un compuesto de hidrógeno y oxígeno (pre-cosa) no significa que teniendo sus componentes, tengamos ya de hecho la cosa (el agua). De esta forma, se distingue la pre-cosa de la cosa.

El método que Ortega nos propone ahora es el método genealógico que "copiará" en algún aspecto del de Nietzsche aunque con un sentido diferente. Ortega pretende con su método buscar el origen vital de algo, de un hecho, de un artefacto. Al buscar así la pre-cosa, quiere que ésta nos muestre la cosa en su estado naciente porque cree que para conocer algo bien se debe ver cuando nace, cuando adviene a la realidad. Aplicando esto a la técnica, para saber lo que es la cosa técnica habría que ir a la pre-técnica (es decir, la pre-cosa de la cosa técnica). O lo que es lo mismo, investigar arqueológica, genealógicamente de dónde viene la técnica, cómo ha nacido cómo se ha desarrollado, cómo ha venido a ser lo que es hoy. Hecho este análisis, Ortega llega a dos conclusiones:

  • La inteligencia técnica es una capacidad, pero el ejercicio efectivo de esa capacidad que es la técnica podría muy bien no desarrollarse. En concreto, se pueden y deben distinguir capacidad técnica del ejercicio de esa misma capacidad puesto que no siempre van juntos como sería de desear. La capacidad técnica sería la pre-cosa, la pre-técnica y otra la cosa, la técnica misma que consiste en el ejercicio.
  • Lo que distingue al hombre de los animales es precisamente la imaginación inventiva del hombre. Incluso, para Ortega no es la inteligencia sino esta capacidad técnica (imaginativa y creadora) lo que nos distingue del resto de animales. Esa imaginación creadora que posee el hombre es la pre-técnica que el hombre debe usar tanto para inventar aparatos que le faciliten la vida y produzcan ese excedente de tiempo con el que imaginar a su vez el proyecto de vida. Mientras el animal vive aferrado, adaptado y encerrado en su mundo biológico, el hombre se libera de dichas ataduras con esa imaginación creadora y proyectiva que le hace poder desarrollar una vida que se hace biografía, historia y sociedad. Una vez más, es la capacidad técnica y su aplicación en la vida corriente lo que nos hace específicamente humanos.

CAMPO TEMÁTICO Nº 7. Los estadios de la técnica

  • técnica del azar,
  • técnica del artesano y
  • técnica del técnico.

Para estudiar las etapas de la evolución de la técnica Ortega prefiere un criterio antropológico a otro basado en las apariciones de grandes inventos que se podría llamar, criterio ontológico. Prefiere partir de la conciencia del hombre del poder y las posibilidades de la técnica, es decir, de la idea que el propio hombre ha ido teniendo de su técnica. No hay pues que referirse a un descubrimiento concreto sino al grado de confianza de lo que la mente creadora del hombre puede idear. Si, para hacer esa división empleáramos un criterio fundado en la aparición de algún invento revolucionario nos encontraríamos conque algunos de ellos aparecen mucho antes de que sean empleados de forma eficaz. Por ejemplo, la pólvora se conocía mucho antes de que fuera empleada como material de guerra. Según este principio por el cual un invento es apreciado antropológicamente, por el uso que se le da, Ortega establece tres estadios en la evolución de la técnica señaladas a continuación:

  • La técnica del azar corresponde a los pueblos primitivos en cualquier tiempo. El hombre todavía no tiene conciencia del poder de la mente y simplemente va haciendo descubrimientos fruto del azar mediante una ruda técnica de ir probando sin conciencia clara de lo que puede ocurrir. De este modo los adelantos, los logros técnicos son muy escasos y la diferencia con la misma naturaleza es muy poca. Tampoco hay especialistas técnicos ni división clara de trabajos; si acaso la única separación entre trabajos de hombres o de mujeres. En este estadio no existe conciencia de que se puede inventar algo y lo que de hecho se inventa es siempre algo fortuito e incluso puede morir el invento con la muerte del inventor. De este modo, los inventos adquieren casi una consideración mágica, algo así como un regalo de los dioses. El hombre primitivo ignora su propia técnica como tal técnica, no es consciente de ella. Para él, lo mismo es hacer fuego o construir un arma sencilla, que caminar o subirse a un árbol. Lo que inventa lo hace mediante una ley biológica de ensayo - error - acierto que fija entonces como costumbre.
  • La técnica del artesano recorre los siglos V antes de C. hasta el XVII y algunas de sus características son un aumento considerable de inventos y de mayor complejidad. Aparecen especialistas artesanos que dan lugar a las nuevas profesiones diferenciadas: panadero, herrero, carpintero, etc.. Todavía no se tiene una conciencia clara del poder de la técnica pero sí se conoce que hay algo que hace apreciable el trabajo de estos inventores puesto que poseen habilidades especiales. Comienza asimismo el aprendizaje de esa técnica por parte de los maestros que enseñan sus habilidades a los aprendices. Pero existe una excesiva carga de tradición que se transmite frente a la posibilidad de la innovación. El maestro quiere asegurar su posición de privilegio y no soporta que se le copie por lo que procura mantener en secreto sus fórmulas mágicas. En este periodo todavía no existen máquinas sino solo instrumentos para la manipulación de la naturaleza. Tampoco se diferencian aquí los técnicos y los obreros porque son la misma persona. En resumen, el artesano no tiene todavía la conciencia del poder ilimitado de la técnica. Y tampoco se perciben las posibilidades que la técnica podría tener para el desarrollo del bienestar de toda la sociedad.
  • La técnica del técnico se da en los dos últimos siglos XIX y XX en Europa y América. Se caracteriza porque el hombre empieza a formar parte de un proceso técnico complejo que desarrollará una producción muy superior a la hasta ahora conocido. El hombre deja de ser protagonista, como lo era en la anterior etapa, y pasa a ser, en ocasiones, un mero engranaje de una gran cadena. La primera máquina es el telar de Robert creado en 1825. Se le llamó self-actor. Es una máquina porque "sustituye" al hombre ventajosamente; la máquina trabaja "sola" y lo hace mejor que el hombre y ya no es un simple instrumento a su servicio, como una continuación de éste, sino que ahora es el hombre el que ayuda a la máquina, presenciando su buen funcionamiento, o en todo caso vigilando para que siga trabajando con eficacia. En esta etapa las actividades técnicas se multiplican hasta el punto de superar la "naturalidad" humana y sin embargo, el hombre ya no puede vivir sin la técnica. Si esta desapareciera los hombres actuales ya no sabrían vivir. Ocurre que el hombre del siglo XX puede llegar a pensar que toda esa técnica se constituye meramente como don y no percibir que son fruto del esfuerzo humano, muchas veces de un superlativo esfuerzo de ordenación, planificación y "sobrenaturaleza" que no es bueno olvidar. Incluso conviene darse cuenta de que la máquina moderna invierte la relación entre hombre y utensilio. En los estadios anteriores la técnica servía al hombre, -el hacha cortaba leña que servía para calentarse-, pero ahora una fábrica es un artefacto independiente al que ayudan en algunos momentos unos pocos hombres, cuyo papel resulta modestísimo. Y ahora se distinguen el obrero y el ingeniero, el técnico que manda y el obrero que obedece y puede no "saber nada" de lo que está haciendo. La tecnología es el estudio intelectual mediante ideas que pretenden plasmarse en la fabricación de bienes mediante los aparatos necesarios. Antes que la técnica precisa que obtiene unos resultados prácticos se requiere una tecnología, un tecnicismo previo que estudie y evalúe los medios a emplear. Ese tecnicismo es el darse cuenta de que la técnica no tiene límites, de que la capacidad de inventar del hombre puede alcanzar todo lo que se proponga si es capaz de dar con los medios concreto que le hacen falta en cada necesidad. Pero junto a eso, Ortega percibe asimismo que "de puro llena de posibilidades, la técnica es mera forma hueca - como la lógica más formalista-; es incapaz de determinar el contenido de la vida. Por eso, estos años en que vivimos, los más intensamente técnicos que ha habido en la historia humana son de los más vacíos".

CAMPO TEMÁTICO Nº 8. El tecnicismo antiguo y el tecnicismo moderno.

Para Ortega, tecnicismo es la conciencia del ser humano de poder alcanzar un logro técnico todavía inexistente, o bien, el método intelectual que opera en la creación de la técnica. Pero el tecnicismo es condición necesaria para la técnica, pero no suficiente. Hace falta la puesta en ejecución que se ha visto en el campo temático anterior y sus estadios históricos de desarrollo.

El tecnicismo moderno es radicalmente distinto de los propios de etapas anteriores. Con la aparición de las máquinas en los dos últimos siglos, ya no se depende del azar como motor de progreso. El inventor primitivo no tenía método y se dedicaba a ir tanteando, probando para ver si alguna de sus pruebas lograba un éxito. Además, ese tanteo solo valía para el caso concreto al que se referían dichas pruebas y no se podía generalizar ni aplicar a otros casos. Ese inventor no poseía reglas generales para avanzar y sus éxito dependía únicamente, como hemos visto, de la casualidad.

El tecnicismo moderno surge al mismo tiempo que la física moderna y esa matriz le va a dar una nueva forma de enfocar sus esfuerzos. Su fuente de inspiración es Leonardo Da Vinci, el hombre de taller que dedico muchos de sus trabajos a idear artificios. También Galileo hereda la idea de mecánica con la que funda su técnica. Ni el primero, ni el segundo pertenecieron al mundo universitario, cuestión que Ortega se empeña en señalar para hacer hincapié en que la nueva ciencia física, no surge de la institución académica sino a partir de la técnica.

Ortega ve en el nuevo tecnicismo el método de Galileo:

  • Análisis de la naturaleza. Análisis del fenómeno a estudiar y tratar de reducirlo a sus propiedades esenciales. Descompone el resultado total en los resultados parciales de que surge.
  • Componer el fenómeno bajo una hipótesis (un supuesto) de carácter matemático que reúna los elementos a los que el fenómeno fue reducido.
  • Poner a prueba la hipótesis mediante la experimentación.

Con este método tan parecido al método de la física puede comprobarse cómo la técnica ha entrado de lleno en el método científico. Física y técnica comparten la misma raíz histórica e ideológica, es decir, ambas piensan de la misma manera, tienen la misma actitud intelectual ante la naturaleza. La técnica deja de estar ligada a lo mágico, al azar o la casualidad, y adquiere el camino seguro de todas las ciencias. Ya no será nunca algo de segunda categoría.