Comentarios de Texto
¿Qué es un comentario de un texto filosófico?
A partir de un extracto o fragmento de una obra filosófica, el comentario filosófico de ese texto es una nueva obra filosófica, si bien una obra secundaria o derivada de la primera, pero con su propia originalidad.
El texto que se propone para comentario suele ser breve, de unas cuantas líneas. Pero también pueden comentarse capítulos o libros enteros.
¿Para qué sirve?
El objetivo principal de comentar un texto filosófico es reflexionar sobre las ideas que contiene. Esta reflexión se compone de varias actividades:
Análisis de las ideas que contiene el texto.
Explicación de estas ideas, ayudados de ejemplos y con palabras propias.
Comprensión de las ideas como un todo, de las relaciones entre ellas.
Reflexión propia a partir de las ideas del texto.
¿A quién le sirve el comentario?
Sirve a quien redacta el comentario, pues al hacerlo comprende mejor y profundiza en las ideas del texto. El texto plantea unas ideas que hay que entender y explicar y sugiere al comentarista otras ideas que él puede exponer como opinión propia.
Sirve a quien lee el comentario, pues le explica y le amplía lo que dice el texto.
¿Qué partes o secciones tiene?
Aunque los comentarios pueden hacerse de muchas maneras, los comentarios más sencillos en primer curso de bachillerato siguen una estructura fija que consta de las siguientes partes en este orden:
Presentación del texto a comentar. Se trata sencillamente de copiar el texto que vamos a comentar, citándolo entre comillas e indicando al final del mismo a su autor y el título de la obra de la cual se ha extraído ese fragmento.
Análisis del texto. En esta sección se "desmenuza" el texto. Es la parte más extensa del comentario y en ella quien lo hace demuestra que ha entendido bien lo que dice el texto. El análisis del texto consta a su vez de los siguientes elementos, que pueden ponerse en secciones separadas o no:
Ideas que contiene el texto. En un texto de seis u ocho líneas, suele haber al menos cuatro o seis ideas diferentes.
Relación entre esas ideas. No basta con exponer las ideas encontradas, es necesario explicar por qué el autor pasa de una otra.
Explicación de términos o expresiones de difícil comprensión.
Síntesis o idea principal. Tras haber analizado el texto, es el momento de resumirlo en una sola idea central.
Respuesta a preguntas concretas. Para facilitar la redacción a quienes empiezan a hacer comentarios de textos filosóficos, suelen proponerse dos o tres preguntas concretas que dirigen la atención de quien hace el trabajo hacia ideas o relaciones que quizá haya pasado por alto en el análisis. Las preguntas deben contestarse sin divagar, yendo directamente a lo que se pregunta. Una extensión de cuatro o seis líneas suele ser suficiente para contestar a cada pregunta.
Opinión personal. A partir de una pregunta que nos oriente, podemos aportar algunas ideas propias.
¿Cómo analizar el texto?
El objetivo es encontrar las ideas en el texto. Un buen análisis del texto no pasa por alto ninguna de las ideas presentes en el texto. En textos muy densos, cada oración es una idea diferente. Las ideas en un texto pueden ser semejantes, o estar muy relacionadas, pero no debe caerse en el error de considerarlas a todas como la misma idea. Es muy infrecuente que un autor repita exactamente la misma idea varias veces. Por tanto, la primera tarea de un comentario es leer muy detenidamente el texto, oración por oración, señalando frases o términos que necesiten aclaración, para lo cual siempre puede acudirse al diccionario. Otra herramienta muy útil son los mapas conceptuales. Después de hacer un mapa, es sencillo enumerar todas las ideas del texto.
Un mal análisis es general, alude a ideas del autor pero sin precisión y sin enlazarlas con frases o expresiones del texto.
Un buen análisis encuentra todas las ideas del texto, las expresa con precisión y explica las expresiones difíciles.
¿Cómo exponer las ideas encontradas en el texto?
Una vez encontradas las ideas en el texto, es el momento de empezar a escribir el análisis. El objetivo ahora es exponer y explicar las ideas encontradas. Exponer y explicar son dos acciones diferentes.
Exponer consiste en presentar lo encontrado:
Una buena exposición es clara, se entiende bien y es fiel a lo que dice el autor.
Una mala exposición es confusa, cuesta entenderla y no reproduce fielmente las ideas del autor.
Una buena exposición no es una repetición, sino una presentación nueva, original, con palabras propias, de lo dicho en el texto.
Una mala exposición parafrasea el texto: repite el texto con casi sus mismas palabras.
Explicar consiste en hacer comprensible lo encontrado:
Una buena explicación ayuda a entender el texto. Para ello emplea comparaciones, ejemplos o cualquier otro recurso que ayude a entender.
Una mala explicación se limita a repetir el texto, sin aportar nada nuevo que ayude a comprenderlo.
¿Cómo relacionar las ideas del texto?
Un texto filosófico contiene una serie de ideas que guardan relación entre sí: es habitual que el autor comience por exponer su idea principal, para a continuación dar razones en favor de la misma, o criticar ideas contrarias a la suya. También puede explicar su idea principal con ejemplos o comparaciones. Por último, el texto puede acabar con una recapitulación o resumen de todo lo dicho.
Como parte del análisis del texto, además de exponer y explicar las ideas encontradas, deben indicarse las relaciones que nos hacen ir de una idea la siguiente. Los vínculos más habituales en un texto filosófico son:
Razón en favor: la nueva idea es una razón que apoya a una idea anterior.
Desarrollo: la nueva idea desarrolla, continua o complementa una idea anterior.
Crítica: la nueva idea es una crítica o punto en contra de una idea anterior.
Comparación: la nueva idea es una comparación que resalta las diferencias con una idea anterior.
Ejemplificación: la nueva idea es un caso particular o ejemplo que sirve para explicar una idea anterior.
En definitiva:
Un buen análisis enlaza todas o al menos algunas de las ideas del texto.
Un mal análisis expone las ideas empezando por la primera y acabando por la última, pero sin encontrar los nexos de unión entre ellas.
Errores frecuentes
Aunque cada comentario sea personal y tenga aciertos y errores específicos, con frecuencia se encuentran los mismos errores en un comentario tras otro.
Estos errores frecuentes son:
P: Parafrasear. Repetir fragmentos del texto a comentar sin apenas variar lo dicho en él. En lugar de aportar una redacción propia (elección de diferentes palabras, construcción de distintas frases) y una explicación a lo dicho por el autor, el comentario simplemente repite.
T: Terminología. Falta la explicación de alguna palabra o expresión que aparece en el texto y que debe explicarse por:
Ser una expresión técnica, propia de la filosofía en general o del autor en particular. P.ej. teleología, a priori.
Ser una expresión común, pero que en el texto tiene un significado muy preciso. P.ej. idea, sustancia.
Ser una expresión infrecuente, rara, aunque no sea de uso exclusivo en Filosofía. P.ej. alegoría, cognoscible.
C: Comillas. Uso inapropiado de las comillas. Las "comillas dobles" deben emplearse para citar (copiar) literalmente algún fragmento del texto, caso de que sea conveniente (raramente lo es). Pero no es necesario entrecomillar palabras o frases aisladas ("dualismo", "el mito de la caverna").
R: Repetición. No es necesario repetir lo dicho una vez. La repetición es indicativa de diversos defectos:
Falta de análisis del texto: hay más ideas que no se mencionan y en lugar de ello se repite la idea localizada.
Falta de conocimiento de la filosofía del autor al no encontrar más de una teoría o punto de relación con el texto.
Falta de originalidad o creatividad al no encontrar más puntos de conexión entre el texto y la actualidad.
S: Superficialidad. Falta de profundidad y de detalle en el análisis del texto. Los fragmentos a comentar con frecuencia contienen seis, ocho, diez ideas diferentes. Pero muchos comentarios se limitan a mencionar sólo dos o tres. Y a menudo las repiten para así rellenar la hoja.
D: Desconexión. Falta de conexión entre las ideas encontradas en el texto. El comentario se limita a enumerar las ideas encontradas, pero no se esfuerza por:
Mostrar los enlaces o relaciones entre las ideas del texto.
Encontrar una organización general al texto, a la vinculación u orden entre sus secciones.
I: Informalidad. La redacción emplea expresiones coloquiales o informales, abreviaturas, pseudo-ecuaciones (p.ej. Idea de Bien = Sol).
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Ejercicio
Usa esta plantilla para practicar los cuatro pasos de un comentario de texto: comprender, analizar, conectar y resumir. Escribe en los cuadros señalados para ello.