Textos

Y el Sol se paró y la Luna se quedó inmóvil hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿No está escrito en el Libro de los Justos? El Sol se quedó inmóvil en medio del cielo y retrasó casi un día entero su puesta.

Josué, 10. 12-14

No nos avergüenza confesar que este todo, que abarca la Luna, incluido el centro de la Tierra, se traslada a través de aquella gran órbita entre las otras estrellas errantes, en una revolución anual alrededor del Sol, y alrededor del mismo está el centro del mundo: por lo que permaneciendo el Sol inmóvil, cualquier cosa que aparezca relacionada con el movimiento del Sol puede verificarse aún mejor con la movilidad de la Tierra.

Copérnico. Sobre las revoluciones de los astros celestes.

Por ejemplo, tomemos un grano de trigo y dividámoslo en dos partes; cada parte todavía tiene solidez, extensión, forma y movilidad. Divídase una vez más, y las partes aún retienen las mismas cualidades; y si así sigue dividiendo hasta que las partes se hagan insensibles, retendrán necesariamente, cada una de ellas, todas esas cualidades. Porque la división no puede jamás quitarle a un cuerpo la solidez, la extensión, la forma y la movilidad. A esas cualidades llamo cualidades originales. Pero en segundo lugar hay cualidades tales que en verdad no son nada en los objetos mismos, sino poderes de producir en nosotros diversas sensaciones por medio de sus cualidades primarias, es decir por la solidez, la forma, la textura y el movimiento de sus partes sensibles, como son los colores, sonidos, gustos, etc.

John Locke. Ensayos sobre el entendimiento humano

Podemos mirar el estado presente del universo como el efecto del pasado y la causa de su futuro. Se podría concebir un intelecto que en cualquier momento dado conociera todas las fuerzas que animan la naturaleza y las posiciones de los seres que la componen; si este intelecto fuera lo suficientemente vasto como para someter los datos a análisis, podría condensar en una simple fórmula el movimiento de los grandes cuerpos del universo y del átomo más ligero; para tal intelecto nada podría ser incierto y el futuro, así como el pasado, estarían frente a sus ojos.

Pierre-Simon de Laplace. Exposición del sistema del mundo

La ciencia tradicional defendía que el universo era algo estable y que, por tanto, era posible predecir el futuro. Sin embargo, en la práctica, nuestra capacidad para predecir el futuro está limitada por la complejidad de los factores que intervienen y por el hecho de que, a menudo, exhiben una propiedad denominada caos. Una pequeña perturbación en un lugar puede producir un gran cambio en otro. Una mariposa en Hong Kong puede hacer que llueva en Nueva York. El problema es que eso no se puede repetir. La siguiente vez que una mariposa bata sus alas, una multitud de otras cosas serán diferentes, lo que también tendrá influencia sobre la meteorología.

Stephen Hawking. Conferencia: Does God play dice?

Llamemos, por brevedad, física clásica a todo aquello que no sea física cuántica; entonces podemos decir: la física clásica difiere radicalmente de la física cuántica. Aquélla pretende dar descripciones de objetos con existencia en el espacio y formular leyes que rijan sus cambios en el tiempo. Pero, repetimos, los fenómenos que revelan el carácter corpuscular y ondulatorio de la materia y de la radiación, el carácter aparentemente estadístico de fenómenos como la desintegración radiactiva, la difracción, la emisión de las líneas espectroscópicas y otros más, nos forzaron al abandono de la concepción clásica. La física cuántica no pretende dar una descripción de las partículas elementales en el espacio y de sus cambios en el tiempo. No hay lugar, en la física cuántica, para expresiones como la siguiente: "esta partícula es así y así, y tiene éstas o aquéllas propiedades". Tenemos en cambio expresiones como ésta: "hay tal o cual probabilidad de que una partícula sea así y así tenga éstas o aquéllas propiedades". Insistimos: no hay lugar en la física cuántica para leyes que rigen las variaciones en el tiempo de objetos tomados individualmente; en cambio, poseemos leyes que dan las variaciones en el tiempo de la probabilidad.

Albert Einstein. La física: aventura del pensamiento

Si se conoce la posición y la velocidad de un punto material, y también qué fuerzas exteriores obran sobre él, se puede predecir su trayectoria y su velocidad futura de acuerdo a las leyes de la mecánica clásica. La afirmación : "el punto material tiene tal y tal posición y velocidad en tal instante" tiene un significado perfectamente definido en la mecánica clásica. Si esta afirmación perdiera su sentido concreto, el razonamiento que nos permitió predecir el futuro del movimiento fallaría por la base.

[...] Pero no se puede repetir lo mismo para los cuantos elementales de materia, esto es, los electrones, ni para los cuantos de energía, o sea los fotones. No se puede determinar el movimiento de un fotón o de un electrón a la manera de la mecánica clásica. El experimento de las dos ranuras nos lo prueba claramente. Pareciera que el electrón, como el fotón, atravesara las dos ranuras. Es decir, es imposible explicar el efecto que se observa en dicho caso imaginando la trayectoria de un electrón o de un fotón, a la vieja manera clásica.

Albert Einstein. La física: aventura del pensamiento

Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas. Por naturaleza son los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua [...] Todas estas cosas parecen diferenciarse de las que no están constituidas por naturaleza, porque cada una de ellas tiene en sí misma un principio de movimiento y de reposo, sea con respecto al lugar o al aumento o a la disminución o a la alteración. Por el contrario, una cama, una prenda de vestir o cualquier otra cosa de género semejante, en cuanto que las significamos en cada caso por su nombre y en tanto que son productos del arte, no tienen en sí mismas ninguna tendencia natural al cambio, pero en cuanto que, accidentalmente están hechas de piedra o de tierra o de una mezcla de ellas, y solo bajo este respecto, la tienen. Porque la naturaleza es un principio y causa del movimiento o del reposo en la cosa a la que pertenece primariamente y por sí misma, no por accidente.

Aristóteles Física

Ante todo, el Renacimiento dio lugar a una nueva visión del hombre. Los humanistas renacentistas tuvieron una nueva fe en el ser humano y en el valor del ser humano. El hombre se sentía bien con su existencia, dejó de considerar la vida en la Tierra como una mera preparación para la vida en el cielo, y esto creó una nueva actitud ante el mundo físico. La naturaleza fue pensada como algo positivo.

La naturaleza no era ya solo algo de lo que el hombre formaba parte, sino algo que se podía utilizar y aprovechar. "Saber es poder" dijo el filósofo inglés Francis Bacon.

Jostein Gaarder. El mundo de Sofía