Teorías éticas
Introducción
En la sección anterior hemos visto que la libertad humana, si bien es una noción problemática, puede entenderse como un logro de la racionalidad humana por comprender al ser humano dentro del mundo en que existe. Uno de los esfuerzos en esta dirección es la organización de la convivencia social según normas que favorezcan lo que nos parece bueno y deseable:
Universalidad de la moral: todas las culturas humanas conocidas han tenido y tienen valores y normas morales. Ello no quiere decir que todas las culturas coincidan en lo que les parece bueno o justo. Muy al contrario, distintas sociedades (o una misma sociedad en distintos momentos históricos) han sostenido normas morales muy diferentes. La moral es universal, pero hay muchas morales.
Reflexión sobre valores y normas morales: ¿qué nos parece bueno y valioso en las personas y sus acciones? ¿Cómo actuar para lograr eso que nos parece bueno y valioso? ¿Hay obligaciones sustentadas en la conciencia moral? ¿Y cuáles son esas obligaciones? Además de tener una moral particular, algunos individuos en algunas sociedades han reflexionado explícita y conscientemente sobre su moral. Sobre los valores y normas morales de su sociedad y de otras sociedades, tratando de comprender el origen de la moral, de elegir cuáles son los mejores valores y normas morales, de debatir y acordar racionalmente dichos valores y normas. La reflexión sobre la moral es una de las disciplinas centrales de la Filosofía: la Ética o Filosofía Moral. Como en cualquier otra investigación racional, veremos que también hay diversas teorías éticas.
¿En qué se basa nuestra moral?
Una de las cuestiones centrales de la Ética es ¿son los valores morales objetivos o subjetivos? Aunque los filósofos han pensado muchas teorías para responder a esta pregunta, podemos clasificarlas en tres tipos muy generales:
Objetivismo: algo es bueno o malo, y una acción que intente lograrlo será moralmente buena o mala, por algo que la cosa o la acción tienen. Es algo objetivo, perteneciente al objeto. Por ejemplo ayudar a quien lo necesita es bueno, independientemente de nuestra opinión sobre ello. Torturar a un ser vivo es malo en sí mismo, independientemente de nuestras ideas.
Subjetivismo: algo es bueno o malo para alguien (habitualmente a mí mismo) si así se lo parece. Es algo que depende del sujeto, de cada uno de nosotros o de algún sujeto en particular (p.ej. de Dios). Yo considero que atacar a un enemigo indefenso es moralmente malo mientras que otra persona puede considerarlo bueno.
Intersubjetivismo: juzgar algo como bueno o una acción como correcta depende es algo colectivo, depende del grupo, de la sociedad. Nuestra sociedad considera la esclavitud moralmente inaceptable, pero muchas otras sociedades la han aceptado e incluso consierado beneficiosa para los esclavos.
Para la postura objetivista, la justicia, la solidaridad o la libertad son lo que son, independientemente de lo que los humanos piensen sobre ellas aquí o allá, antes o ahora. Los hombres, mediante su capacidad de razonar investigan y descubren qué son estos valores morales. El acuerdo y el avance en cuestiones morales depende de reconocer ciertas verdades objetivas. Es fácil que una postura objetivista caiga en el dogmatismo moral: hay verdades absolutas las reconozcan las personas afectadas o no.
Por el contrario, en la postura subjetivista qué es justo o injusto, solidario o egoísta, depende de cada persona, de sus sentimientos, sus gustos, opiniones, etc. Podemos resumir este punto de vista en la frase: está bien si está bien para mi. No es posible llegar a un acuerdo sobre estas bases, salvo que las personas compartan los mismos sentimientos, gustos, etc. Es fácil que una postura subjetivista caiga en un relativismo extremo: cada uno tiene sus normas y valores y ninguna es mejor que otra. Ante un desacuerdo moral no cabe la reflexión o el diálogo racional, solamente apelar a nuestras emociones o a la fuerza.
La posición intersubjetivista trata de encontrar un equilibrio entre las dos anteriores:
A diferencia del objetivismo, la validez de las normas morales y de cuáles son los valores morales no reside en una realidad objetiva, independiente de las personas, sino que es un resultado, es una construcción de las sociedades humanas.
Por ser un resultado del pensamiento humano, es cambiante, se desarrolla a lo largo de la historia. Normas y valores morales no son inmutables y eternos.
A diferencia del subjetivismo, la validez de las normas y valores morales no reside en características subjetivas individuales, sino que reside en la capacidad humana para buscar y encontrar las mejores normas de convivencia dentro de cada situación. La moral es fruto del diálogo y del acuerdo.
Mediante el intercambio de razones e ideas en una situación de libertad de expresión, se logra establecer un orden moral que sea justo a juicio de todos los participantes. Este orden puede ser imperfecto a los ojos de otras sociedades o culturas, pero la tolerancia en cuestiones morales debe ser respetada.
Como resultado del diálogo y debate entre los miembros de una cultura y entre éstos y los de otras culturas, las normas y valores morales de una sociedad pueden cambiar, son relativas a un tiempo y un lugar determinados.
La validez y la justificación de nuestra moral reside en que, sean las normas que sean las que se adopten, surjan de una situación de libertad, de respeto a las ideas contrarias y de aceptación del debate racional.
Cada uno de estos tres puntos de vista tiene sus puntos fuertes y sus debilidades.
Teorías éticas
Teorías en general: ¿qué son y para qué sirven?
Para responder preguntas.
Para resolver problemas.
Para comprender la realidad.
Teorías éticas en particular: ¿qué son y para qué sirven?
Para reflexionar sobre la moralidad:
Demarcación de la moral frente a la ética, ¿qué las distingue?
Origen de la ética. Sócrates y el inicio de la reflexión sobre la moral.
Motivación para actuar moralmente.
Para ampliar / modificar la moralidad pre-existente sobre bases racionales:
¿Cómo saber qué es lo mejor?
¿Cómo saber qué es lo correcto?
¿Cómo adaptar lo que creemos mejor y correcto a los cambios sociales e históricos?
¿Cómo dialogar y llegar a acuerdos sobre estos asuntos?
A lo largo de la Historia de la Filosofía han sido propuestas múltiples teorías éticas. Difieren no sólo en lo que proponen, sino también en el objetivo que persiguen sus autores al proponerlas. Una manera de presentar una panorámica de las distintas teorías es verlas como respuestas a un grupo reducido de problemas éticos fundamentales.
Demarcación
La Ética es la reflexión racional (es una faceta de la Filosofía) sobre la moral, pero ¿de qué se ocupa la moral? ¿cuáles de nuestras acciones caen bajo consideraciones morales y cuáles no? Resolver el problema de la demarcación es responder a estas preguntas. Dos tipos de respuestas han sido dadas:
Éticas teleológicas: lo que identifica una acción como moral es el tipo de fin (meta, objetivo) que tratamos de conseguir con nuestra acción. La mayor parte de nuestros fines no son fines morales, pero entre los fines que sí se han considerado morales por diversas teorías éticas tenemos:
La felicidad entendida como placer (hedonismo):
Hedonismo egoísta (epicureísmo)
Hedonismo altruista (utilitarismo)
La felicidad entendida como virtud, la excelencia o perfeccionamiento humanos (aristotelismo)
La justicia social (John Rawls)
Éticas deontológicas: lo que identifica una acción como moral es el motivo por el que realizamos la acción y también el proceso racional (los principios morales) por el cual hemos decido qué hacer. Tanto el motivo como los principios morales han de ser independientes del fin que logremos con nuestra acción, algo que además puede no estar en nuestra mano totalmente. Entre las teorías éticas deontológicas se encuentran:
El imperativo categórico kantiano.
La ética comunicativa de Jürgen Habermas.
Después de leer sobre la teoría ética utilitarista, estudiando en particular la sección titulada "¿Por qué ser altruistas?", responde a las siguientes preguntas:
¿Qué es el altruismo? ¿Puedes dar un ejemplo? ¿Cuál es la actitud opuesta?
¿Puede el altruismo basarse en nuestra naturaleza biológica? ¿Qué razones respaldan esta idea?
Suponiendo que el altruismo esté "programado" en nuestros cerebros (lo cual puede ser o no el verdad), ¿sería una razón suficiente para ser altruista?
Resume las tres defensas del altruismo proporcionadas por tres filósofos utilitaristas: Bentham, Hume y Stuart-Mill.
En tu opinión, ¿cuál de las tres defensas anteriores es la más acertada? ¿Tenemos que elegir entre ellas o es posible aceptarlas todas simultáneamente?
Motivación de la acción
Otra de las cuestiones que ha ocupado a los filósofos morales ha sido ¿qué nos impulsa, qué nos mueve a actuar moralmente? Al tratar esta cuestión podemos diferenciar diferentes teorías éticas según cual ha sido su respuesta a esta pregunta:
Intelectualismo o racionalismo: la inteligencia, la razón, es la que hace que las personas se comporten moralmente. Esta postura es característica de la época clásica, prácticamente todos los filósofos antiguos griegos la defendieron: Platón, Aristóteles y Epicuro entre otros. Lo característico de la motivación humana es su racionalidad, en contraposición al instinto irracional del resto de animales. También el utilitarismo o la ética de Habermas son racionalistas.
Emotivismo: son las emociones las que mueven a las personas a actuar en general, y a actuar moralmente en particular. Aquí encontramos la ética de Hume y ciertas versiones del utilitarismo. Aunque la razón intervenga en la decisión, la razón está al servicio de nuestras emociones y sentimientos.
Voluntarismo: es la voluntad humana, la decisión última de cada ser humano lo que le mueve a actuar en general y a actuar moralmente en particular. Aunque la razón y acaso también las emociones puedan intervenir en la decisión, la "última palabra" la tiene el sujeto que decide actuar de una u otra manera. Aquí encontramos a la ética de Kant.
Fundamentación
Quizá la cuestión más importante que han tratado de responder todas las teorías éticas ha sido ¿por qué debo actuar moralmente, cuando muchas veces actuar moralmente va en contra de mis gustos, de mis deseos o de mis intereses? Las respuestas que se han dado a esta pregunta han sido:
Interés propio. Aunque a primera vista, a corto plazo, la acción moral sea menos beneficiosa para mis intereses, a largo plazo me conviene ser moral. El epicureísmo y algunas versiones del utilitarismo se encuentran aquí.
Interés general. La acción moral logra que se cumplan los deseos de todos o de la mayoría, incluidos los deseos de quien actúa. Las teorías de Rawls y de Habermas, así como otras versiones del utilitarismo insisten en el bien común.
Respeto a la ley moral. Debo actuar moralmente por el puro y simple respeto que tengo por las obligaciones morales. No se trata de actuar por algún interés (particular o general) sino de hacerlo porque respeto las normas morales. La teoría de Kant es claro ejemplo de este punto de vista.
De la ética a la política
Los autores de teorías éticas clásicas (Aristóteles, Epicuro) y modernas (Hume, Kant) han centrado su atención en la decisión individual: ¿qué es la felicidad y cómo puedo lograrla? ¿qué debo hacer? ¿cuáles son mis obligaciones morales para con las demás personas? Sólo de forma colateral las decisiones individuales tienen repercusión en la esfera pública, en la sociedad civil, en el gobierno y en la política.
En el siglo XX, dos teorías éticas han establecido vínculos más estrechos entre la decisión personal (el ámbito de la moralidad) y la decisión colectiva (el ámbito de la política):
La ética comunicativa de Jürgen Habermas
La ética de la justicia de John Rawls
Habermas: la importancia del diálogo
La teoría ética de Jürgen Habermas recibe influencias de la teoría ética de Kant:
Principio de universalidad: toda norma moral tiene que ser aplicable universalmente, sin que puedan hacerse excepciones.
Principio de racionalidad: las normas morales han de resultar de la reflexión racional (racionalidad práctica) del sujeto.
De forma similar a Kant, Habermas considera que una norma moral, para ser válida, tiene que ser aceptable por todas las personas afectas por dicha norma. Pero mientras que Kant deriva la obligación moral del análisis racional que hace cada sujeto individual, sin debatir ni acordar con el resto de personas de su sociedad, Habermas considera que las normas surgen del diálogo entre los individuos.
Principio de la ética comunicativa: sólo son válidas aquellas normas que son aceptadas voluntariamente por todos los agentes afectados por ellas y esta aceptación es fruto de la participación en el debate racional.
Principios clave para que pueda existir un debate racional:
Libertad. Los participantes han de poder expresar cualquier idea u opinión, sin censuras ni coacciones.
Seriedad. Quienes aportan ideas están comprometidos con ellas y con el objetivo de llegar a un acuerdo. La mentira, el sarcasmo o las medias verdades no deben emplearse para defender y justificar las ideas que se aporten.
Simetría. Todos los participantes tienen las mismas oportunidades y los mismos derechos a hablar y a ser oídos.
Validez. El debate ha de estar moderado por unas reglas que favorezcan los anteriores principios de libertad, seriedad y simetría. Los únicos acuerdos válidos son aquellos que respetan esas reglas.
Estos cuatro principios, tomados conjuntamente, definen una situación ideal a la Habermas denomina comunidad ideal de diálogo. Aunque las condiciones reales de diálogo y debate social no cumplan perfectamente esos principios, ellos deben guiar la mejora de las condiciones reales para tender hacia las condiciones ideales.
Habermas, como Kant, está más interesado en definir un procedimiento que nos lleve a obtener normas morales justas que en proponer cuáles han de ser esas normas. Cada sociedad tendrá que reflexionar racionalmente sobre cuáles son las normas morales que mejor se adaptan a sus condiciones.
Poner el acento en el diálogo entre personas y no como hasta entonces en el pensamiento individual de cada una tiene a juicio de Habermas varias ventajas:
Facilita el convencimiento racional y así la formación del consenso, extendiendo la ética hacia el ámbito de la política.
Permite la revisión y mejora de las normas, adaptándolas a nuevas situaciones recogiendo las ideas de todos.
Señala el camino para la creación de instituciones y procedimientos que creen normas ético-políticas más justas.
Jürgen Habermas
¿Qué tipos de democracias existen? ¿Cuáles son sus diferencias?
¿Qué semejanzas y diferencias hay entre la ética de Kant y la de Habermas?
¿Qué derechos y qué obligaciones tiene el ciudadano que participa en las decisiones de su sociedad?
¿Qué factores favorecen y cuáles impiden la plena participación democrática?
Rawls: justicia como imparcialidad
La justicia es el tema clave de la teoría ética elaborada por John Rawls.
Tradicionalmente se distingue entre:
Justicia legal: cumplimiento de las normas vigentes que ordenan unas sociedad, instituciones y roles asociados a la impartición de justicia.
Justicia moral: virtud personal asociada a la moralidad de cada agente y mandada por las propias convicciones.
Y si nos fijamos no en el origen de la justicia sino en el fin que se persigue al hacer justicia, suele distinguirse entre:
Justicia retributiva: busca castigar o premiar a un agente moral.
Justicia restaurativa: busca reparar un daño o restaurar un equilibrio roto.
Justicia distributiva: busca distribuir o repartir un bien entre todos los que tienen derecho a él.
También es tradicional resaltar las contradicciones que pueden surgir entre la justicia legal y la moral, o entre la justicia reparadora y la distributiva. John Rawls trata con su teoría de la justicia de dar una visión unificada de la justicia que permita derivar las normas justas a partir de unos pocos principios básicos.
La idea central de Rawls es: justicia = imparcialidad
Cuando una norma (ley, propuesta, solución) es imparcial también es justa y viceversa: las normas justas son siempre imparciales.
Imparcialidad no es lo mismo que trato igual: el trato puede ser desigual y ello no rompe la imparcialidad.
¿Cómo lograr la imparcialidad en una sociedad? ¿Cómo lograr que las personas elijan libremente principios morales justos (es decir, imparciales)? Rawls propone una situación imaginaria en la que debemos ponernos para llegar a esos principios justos: la posición original o la posición bajo el velo de la ignorancia.
El "velo" oculta (temporalmente) a las personas sus características, lo que Rawls llama sus:
Bienes primarios naturales: su inteligencia, salud y posibles discapacidades, raza, edad, sexo e inclinación sexual, etc. Todos estos rasgos los poseemos en gran medida por nuestras capacidades innatas (genéticas).
Bienes primarios sociales, que incluyen:
libertades cívicas como por ejemplo: libertades políticas (votar y ser votado, expresión y reunión), de conciencia (religiosa, creencias políticas), de propiedad y de actuación.
oportunidades sociales: educación, protección social, libre acceso a puestos de trabajo y autoridad así como de ascenso, basados en el mérito personal.
riquezas propias y acceso a otros bienes y servicios.
En la posición original, las personas deben acordar los principios que regirán sus sociedad ignorando su posición en dicha sociedad, ignorando cuáles son sus bienes primarios y sus bienes sociales. En esta posición, Rawls razona que todas las personas preferirán principios que garanticen el máximo acceso a esos bienes y la imparcialidad en el acceso y distribución de los mismos si no es posible que todos los tengan en la misma medida. Por tanto, los principios generales de la justicia que todos los agentes racionales acordarán serán:
Principio de libertad. Igualdad de derechos al más amplio sistema de derechos y libertades individuales compatible con los derechos y libertades del resto de ciudadanos. Estos derechos incluyen la libertad de conciencia, de expresión y de propiedad.
Principio de igualdad de oportunidades. Todos los individuos deben gozar de igualdad de oportunidades para ocupar cargos de responsabilidad política (autoridad democráticamente elegida) y también igualdad de oportunidades laborales y económicas (no discriminación laboral, igualdad de acceso a la educación).
Principio de equidad. La igualdad en derechos y libertades así como en oportunidades en absoluto evita que surjan desigualdades o desequilibrios en las riquezas y rentas de obtienen los individuos según estos desarrollan sus capacidades naturales y sobresalen unos respecto de otros. Para ser justas, estas desigualdades económicas entre individuos deben cumplir dos condiciones:
Deberán ser fruto de un mejor aprovechamiento de las mismas oportunidades, no fruto de una mejor posición inicial.
Deberán ser aprovechadas para beneficiar a los menos aventajados, redistribuyéndose equitativamente la riqueza de los que más tengan entre los menos favorecidos mediante impuestos justos.
Estos tres principios generales pueden entrar en conflicto entre sí. En caso de conflicto, el primer principio tiene prioridad sobre el segundo, y éste a su vez tiene prioridad sobre el tercero. Es decir:
Libertad > Igualdad > Equidad
John Rawls
¿A qué grupo de teorías éticas pertenece la de J. Rawls? ¿Qué otras teorías están en ese mismo grupo?
¿Qué es el velo de la ignorancia? ¿Para qué lo usa Rawls?
Distingue entre igualdad absoluta e igualdad de oportunidades. Pon algunos ejemplos.
¿Qué razones da Rawls para defender un cierto nivel de desigualdad entre los miembros de una sociedad? ¿Cuál es tu opinión?