La realidad
La realidad como problema
¿Qué hay? ¿Qué existe? ¿Hay distintas formas de existir? ¿Qué es real y qué sólo parece real?
Los primeros filósofos, los filósofos griegos de los siglos VII y VI a.C., se plantearon el objetivo de comprender racionalmente la realidad. Sin acudir a fuerzas o seres sobrenaturales, estos filósofos se hicieron preguntas metafísicas como:
¿Hay algo de lo que todo esté hecho? ¿Podemos explicar todo lo que sucede a partir de ese algo único?
¿Qué origina todo lo que vemos? ¿Hay un origen común a todos los fenómenos que observamos?
¿Qué existe y qué sólo parece que existe? ¿Podemos distinguir entre apariencia y realidad?
Como ejemplo de las respuestas que dieron estos primeros filósofos, estudiemos brevemente a algunos de ellos.
Tales se preguntó por aquello de lo que todos los seres naturales están hechos. Algo que además explicase el origen o principio de todos los seres. Ante la variedad de seres y los múltiples cambios que sufren, Tales se preguntó si habría una única sustancia que explicase la variedad y los cambios que observamos a nuestro alrededor.
La respuesta de Tales fue que el agua era esa sustancia. El agua común y corriente, sujeta a los cambios que cualquiera puede observar, es aquello de lo que todo está hecho y que origina todo lo que vemos. Este tipo de respuesta es un ejemplo inicial de teoría monista: un modo de pensar en el que para explicar la variedad, la pluralidad de seres, recurrimos a un único principio. Al proponer el agua, Tales es también un ejemplo de una teoría materialista de la realidad: todo lo que existe se explica a partir un principio material como es el agua.
Naturalmente, el gran obstáculo de cualquier explicación monista de la realidad es explicar cómo a partir de un único principio puede surgir la extraordinaria variedad de seres que percibimos.
Zenón de Elea, seguidor de Parménides de Elea, estudia si es posible el cambio en general. El cambio de estado, el cambio de lugar (movimiento), el cambio en alguna característica, cualquier tipo de cambio. Por ejemplo:
Una persona muere, ¿en qué momento deja de estar vivo y pasa a estar muerto? Y si existe ese momento de paso de la vida a la muerte ¿en ése preciso momento la persona está viva o muerta?
Un hombre empieza a ahorrar y logra suficiente dinero para ser rico ¿en qué momento pasa de ser pobre a ser rico? ¿Cuál fue la aportación de dinero que le hizo pasar de pobre a rico?
Un arquero situado en el punto A lanza una flecha hasta la diana, situada en el punto B. ¿Puede llegar la flecha al punto B? Para ello ¿ha de pasar por el punto medio C entre A y B o acaso ha saltado de A a B sin pasar por C? Y si ha de pasar por C, para llegar a C ¿ha de pasar por el punto medio entre A y C? ¿Por cuántos puntos ha de pasar la flecha? ¿Puede hacerlo a velocidad finita?
Aquiles y una tortuga van a competir en una carrera, digamos una carrera de 100 metros lisos. Dada la diferencia de velocidad entre ambos, Aquiles acepta dar una ventaja inicial a la tortuga, digamos de 10 metros. ¿Llegará Aquiles a rebasar a la tortuga?
En estos razonamientos, nos vemos obligados a elegir entre dos opciones igualmente difíciles de aceptar (por ello se les llama paradojas):
O bien aceptamos lo que vemos, la información que nos llega por nuestros sentidos, y afirmamos que el cambio es real pero que no podemos explicarlo racionalmente.
O bien rechazamos lo que vemos, nuestros sentidos nos engañan, el cambio no es real, y afirmamos que la realidad es algo distinto y (esperamos) racional.
Zenón optó por la segunda opción, y concluyó que el cambio es sólo aparente pero que no es real. El cambio es una noción confusa, producto de la información procedente de los sentidos, pero que no resiste un análisis racional. Si razonamos, encontramos que el movimiento es imposible. La realidad no cambia (no se mueve), es única (monismo de nuevo) y sólo puede comprenderse racionalmente.
En la búsqueda de un principio que explique toda la realidad, Pitágoras dio una respuesta muy diferente a Tales. Mientras que éste propuso un principio material (el agua), Pitágoras propuso que la clave explicativa del universo es algo formal o ideal (algo que sólo puede captarse por nuestra mente) como son los números y las formas geométricas. Y dado que hay más de un número y más de una forma geométrica, Pitágoras propone un pluralismo formalista.
En lugar de concentrar la atención en aquello que forma o compone los seres, Pitágoras se concentra en las regularidades numéricas y los patrones geométricos que encontramos en la Naturaleza:
Las trayectorias perfectas e inmutables de las estrellas.
Los patrones numéricos de las escalas musicales.
Las propiedades geométricas de polígonos y poliedros.
Los cánones de belleza en arquitectura y escultura.
Considera las siguientes preguntas y razona qué tipo de respuesta (al estilo de Tales, de Zenón o de Pitágoras) damos hoy:
¿Por qué unos alimentos son más nutritivos que otros?
¿Qué es el calor?
¿Por qué vuelan los aviones?
¿Por qué ascienden los globos?
¿Por qué se mueve el Sol por el cielo durante el día?
¿Por qué flotan los barcos?
¿Por qué hay guerras?