Ontología
Ontología: El estudio deL ser
Después de exponer brevemente distintos sistemas metafísicos y cosmovisiones científicas, comprendemos que existen muchos seres y podemos intentar comprender esa diversidad clasificándolos. Sin embargo, hay varias formas de clasificar la realidad, según apliquemos uno u otro criterio clasificatorio:
Si atendemos a si las realidades pueden detectarse por nuestros sentidos (directa o indirectamente, mediante nuestros sentidos o mediante aparatos de medida), podemos clasificar los seres en:
Materiales. Seres que interaccionan con nuestros sentidos o con otros seres materiales (aparatos de medida) que a su vez interaccionan con nuestros sentidos.
Inmateriales. Seres que no se detectan con nuestros sentidos ni directa ni indirectamente.
Si atendemos a la posibilidad de cambiar en el tiempo, entonces clasificamos a los seres en:
Cambiantes. Seres que son de una manera u otro según el momento, y que según el momento pueden existir o ya haber desaparecido.
Inmutables. Seres que simplemente son, no han surgido en un momento dado ni desaparecerán en otro.
Si atendemos a si las realidades han sido creadas por nuestra imaginación o que no dependen de ella, hablaremos de seres:
Imaginarios. Seres creados con nuestra imaginación. Seres que sólo existen en nuestro pensamiento.
Reales. Seres que no dependen de nuestra imaginación para existir.
Si atendemos a si las realidades existen con independencia de nosotros que las percibimos, o bien dependen de nuestra mente para existir o para tener las características que tienen, entonces hablaremos de realidades:
Objetivas. Seres o propiedades cuya existencia no dependen de nuestras percepciones, gustos u opiniones.
Subjetivas. Seres o propiedades cuya existencia depende de nuestra mente.
Considerando las propiedades o características de las cosas, si éstas no dependen de ninguna otra o si más bien están en relación con otras propiedades:
Absolutas. Seres o propiedades cuya existencia o no depende de ninguna otra. Por ejemplo, la propiedad de tener tres lados de un triángulo es una propiedad absoluta.
Relativas. Seres o propiedades que dependen o están en relación con otras. Por ejemplo, el precio del oro depende de la oferta y la demanda en cada momento. Las fronteras dependen de los acuerdos entre naciones. Las palabras significan lo que sus hablantes quieren.
Otra manera, complementaria de la anterior, de acercarse a la diversidad de realidades es desde las distintas ciencias que las estudian. Cada ciencia estudia una parte de la realidad, estudia un tipo de seres y no otros. Así podemos distinguir entre:
Realidades matemáticas: vectores, polinomios, puntos y planos, etc.
Realidades físicas, químicas, geológicas: luz, corrientes eléctricas, campos magnéticos, ácidos y bases, rocas, volcanes y terremotos, etc.
Realidades, biológicas: células, tejidos, organismos, especies, etc.
Realidades psicológicas: emociones, pensamientos, sueños, etc.
Realidades sociales, históricas: naciones y etnias, guerras, revoluciones, etc.
Realidades artísticas: novelas, pinturas, canciones, etc.
Realidades económicas: precios, préstamos, acciones, dinero, etc.
Modos de ser (de existir)
Aunque existen muchos tipos de seres, podemos hacer una distinción fundamental si nos preguntamos ¿depende este ser para su existencia de otro ser? ¿O su existencia es autónoma, independiente del resto de seres? Segun contestemos, tendremos dos tipos de realidades:
Realidades sustanciales o dicho más brevemente sustancias. Desde que Aristóteles (siglo IV a.C.) estableciera esta terminología, llamamos sustancia a aquel ser que no necesita de otro/s ser para existir, una vez que existe. Es decir, todos o casi todos los seres existen gracias a que otros seres han existido antes. Y todos o casi todos los seres existen mientras no suceda algo que los haga desaparecer. En este sentido, todos o casi todos los seres dependen para existir de otros seres. Pero cuando hablamos de sustancias, nos referimos a seres que, mientras existen, no necesitan de otros.
Realidades accidentales o dicho más brevemente accidentes. A diferencia de una sustancia, un accidente necesita de uno o varios seres para existir: si éstos dejan de existir, el accidente deja también de existir. Y esto durante todo el tiempo que existe el ser accidental. No es una dependencia de otros seres para llegar a existir, sino una dependencia constante, permanente.
Seres necesarios, contingentes e imposibles
Otra distinción fundamental que podemos hacer se deriva de preguntarnos ante un ser cualquiera ¿podría no existir? O cuando pensamos en un ser que no existe y nos preguntamos ¿podría existir?
Realidades necesarias. Son los seres que existen y no pueden no existir. No hay un mundo en el que un ser necesario no existe: existe en todo mundo posible.
Realidades posibles (contingentes). Son los seres que existen pero podrían no existir. Es posible imaginar un mundo en el que un ser contingente no exista. Y también los contingentes los seres que no existen en la actualidad pero que podrían existir. Es posible imaginar un mundo en el que exista un ser que en este mundo no existe.
Realidades imposibles. Son los seres que no existen y no pueden existir. En ningún mundo posible existe un ser imposible.
Seres en acto y en potencia
Por último, una tercera manera de analizar lo que es es hacerlo desde la perspectiva de su potencialidad o actualidad:
Algo es de hecho, en acto, existe plenamente aquí y ahora. La torre de Pisa existe y está inclinada.
Algo es en potencia, no existe de hecho pero el ser en cuestión tiene la capacidad de llegar a ser si se dan las causas apropiadas. La torre de Pisa es hoy, en potencia, una torre vertical. En el pasado fue de hecho, en acto, una torre vertical pero entonces era también (en potencia) una torre inclinada. Porque era en potencia una torre inclinada, lo es hoy de hecho. Y porque es en potencia una torre vertical, hoy existen proyectos para enderezarla.
¿Cuántos tipos de seres existen?
Aunque existan muchos tipos de seres, unos son más fundamentales que otros. Fundamentales en el sentido de que unos son el fundamento de la existencia de otros. Está claro que los seres accidentales son menos fundamentales que los sustanciales, pues dependen de ellos para existir. Pero, entre las sustancias ¿hay alguna jerarquía entre ellas? Esta jerarquía puede entenderse de varias maneras:
En un sentido constitutivo: unas sustancias están hechas, constituídas de otras sustancias. En este sentido, el agua es menos fundamental que sus dos constituyentes, el hidrógeno y el oxígeno. La batalla es menos fundamental que los combatientes que luchan en ella.
En un sentido explicativo: unas sustancias se explican, en sus características o en sus cambios, por otras sustancias. En este sentido, la existencia de una obra de arte se explica por los deseos y habilidades de su creador. La existencia de una especie se explica por los cambios evolutivos de una especie anterior de la cual aquella es su sucesora.
En ocasiones, coincide que los constituyentes de una sustancia también la explican. Por ejemplo, podemos explicar las características de una mesa (su altura, su masa, etc.) a partir de las partes que forman la mesa. Pero en otros casos no esta tan claro que esa explicación sea posible: aunque la Historia esta formada por las acciones de los hombres, fenómenos históricos como una revolución o una guerra difícilmente puedan explicarse como una suma de acciones individuales. Tampoco explicamos una obra de arte a partir de los materiales con los que está hecha. ¿Podemos explicar plenamente un ser a partir de sus constituyentes? A esta pregunta se han dado distintas respuestas:
Reduccionismo. El reduccionismo es la tesis filosófica que sostiene que es posible explicar una sustancia a partir de sus componentes. Esta reducción puede ser compleja y requerir una larga investigación científica. Por ejemplo, las propiedades químicas de los átomos (valencia, electronegatividad, etc.) pueden reducirse a sus propiedades físicas (configuración de sus electrones).
Emergentismo. El emergentismo es la tesis filosófica que sostiene que no es posible explicar algunas de las propiedades de una sustancia compleja mediante características de sus componentes. Algunas propiedades emergen, surgen en un ser complejo pero no se pueden reducir a las propiedades de sus partes. Los seres vivos o las mentes inteligentes son dos tipos de realidades que muchos científicos y filósofos no creen que puedan reducirse a las propiedades de sus células o de sus neuronas: el todo es más que la suma de las partes.
Dualismo. En los seres conviven propiedades de dos (o más) ámbitos distintos e irreductibles entre sí. El caso más claro es el dualismo entre el cuerpo y la mente de una persona: hay propiedades que pertenecen al cuerpo (la estatura, el grupo sanguíneo) y otras que pertenecen a la mente (la inteligencia, la fuerza de voluntad). Y no es posible reducir unas a las otras, son completamente independientes entre sí.
Si el reduccionismo es cierto, y tiene éxito completamente, entonces toda la realidad está constituida de una sola sustancia y todo se explica a partir de ella. Toda teoría filosófica o científica que afirme que toda la realidad es al final una sola sustancia es un monismo. En la antigüedad, la teoría de Tales de que todo esta hecho de agua es un caso de monismo.
Por el contrario, si afirmamos que la realidad se compone de varios tipos de seres irreductibles entre sí, entonces estamos afirmando un pluralismo. En la antigüedad, la teoría que sostiene que todas las sustancias materiales están formadas de tierra, agua, aire y fuego es un pluralismo.
Un caso especial de pluralismo es el tipo de teoría que afirma que la realidad incluye sólo dos tipos de sustancias irreductibles entre sí, es el llamado dualismo. Se han planteado varios dualismos:
En el caso de los seres humanos, afirmar que son la unión de cuerpo y una mente.
En el caso de los seres naturales, distinguir entre aquello de lo que están hechos (materia) y su organización (forma).
En el caso de los componentes sub-atómicos, afirmar que son por un lado objetos puntuales (partículas) y por otro que son ondas.