Fuentes y límites del  conocimiento

Introducción

¿Cómo llegamos a saber que una proposición es verdadera o falsa? ¿De dónde sacamos las razones para convencernos, y convencer a otros, de la verdad (o falsedad) de una proposición?

En el periodo moderno de la Historia de la Filosofía (siglo XVII), los filósofos de dicho periodo propusieron dos respuestas muy distintas a estas preguntas.

Racionalismo

El racionalismo es la teoría filosófica que afirma que la razón por sí sola, sin la ayuda de la información que nos proporcionan los sentidos, es la única fuente fiable de conocimiento. A través de los sentidos podemos formarnos una opinión de las cosas, pero cuando queremos alcanzar el conocimiento científico sobre algo, la razón es el único instrumento fiable.

Descartes

René Descartes fue el filósofo fundador del racionalismo filosófico. Descartes comienza por plantear un objetivo muy ambicioso: el auténtico conocimiento es el conocimiento indudable, aquel que no nos deja un mínimo resquicio a la duda. Conocemos una proposición cuando las razones que damos son razones inamovibles, indudables. Planteado con esta radicalidad, son pocos los conocimientos que cumplen la condición de la indubitabilidad:

¿Cómo ha encontrado Descartes esta verdad?

En conclusión, Descartes afirma que sólo por medio de la razón se alcanza el auténtico conocimiento, y ha encontrado una verdad que resiste cualquier tipo de dudas y que muestra el camino a seguir de ahí en adelante.

Los seguidores de Descartes consideran que todo el conocimiento científico es el resultado de tener unas intuiciones de partida y luego aplicar sobre ellas demostraciones cuidadosamente para alcanzar nuevos conocimientos. En el avance de las ciencias los sentidos no tienen un papel relevante.

Sin embargo, la exigencia cartesiana de aceptar solamente verdades indudables que superen los argumentos del sueño y del genio maligno, o verdades derivadas de esas mediante demostraciones rigurosas, reduce tanto el número de verdades alcanzables que sin alguna ayuda exterior (Descartes propone que Dios nos ayude en esta tarea)  apenas ningún conocimiento es alcanzable.

Empirismo

El empirismo es la teoría filosófica que afirma que todo nuestro conocimiento procede de la experiencia. El razonamiento, las demostraciones y los cálculos también intervienen en la adquisición del conocimiento, pero son secundarios con respecto a la experiencia que resulta de variadas y repetidas informaciones proporcionadas por los sentidos.

Hume

David Hume ha sido uno de los más influyentes filósofos empiristas. Uno de los puntos de partida de su filosofía es la distinción entre juicios analíticos (que Hume llamaba "verdades de razón") y sintéticos (que él llamaba "cuestiones de hecho"):

El empirismo explica bien cómo podemos llegar a conocer juicios sintéticos particulares. Podemos conocer la verdad o la falsedad de la proposición "Mi reloj se ha parado" simplemente mirando mi reloj.

Sin embargo, el empirismo de Hume niega que podamos llegar a conocer la verdad de los juicios sintéticos universales como son las leyes científicas. Es decir no es posible demostrar empíricamente un juicio sintético universal. No podemos saber que el juicio "Todas las masas se atraen" es verdadero por muchos casos concretos que verifiquemos; siempre quedará un número infinito de casos pendientes de verificar.

Después de ver ambos vídeos:

¿Tiene límites nuestro conocimiento?

Los razonamientos de Descartes, el problema de la inducción de Hume y las posturas escépticas sobre la verdad nos plantean dudas sobre si es posible alcanzar el conocimiento en todos los casos o quizá ni siquiera en ninguno. Hablamos de escepticismo, en general, para agrupar todas las ideas que plantean límites al conocimiento o que nos hacen dudar de que el conocimiento (en todo o en parte) pueda lograrse. Podemos así hablar de un cierto escepticismo cuando dudamos de la mente humana llegue a conocer todos los detalles del universo.

Las dos variantes más significativas de escepticismo son el escepticismo radical y el metodológico.

Escepticismo radical

El escepticismo radical niega que sea posible el conocimiento. Ningún tipo de conocimiento, en absoluto. Esta tesis radical la han defendido algunos filósofos con diversas razones:

En conclusión, el escepticismo radical sólo admite que tenemos creencias más o menos firmes. Pero que debemos tener siempre presente que esas creencias son cambiantes y subjetivas. Ni el racionalismo ni el empirismo son radicalmente escépticos, ambos sostienen que el conocimiento es posible si bien desde distintos puntos de partida y con distintas limitaciones.

Escepticismo metodológico

Como su nombre indica, el escepticismo metodológico es parte de un método, es parte del método científico y más en general, es parte del pensamiento racional y de una actitud crítica. Debemos partir de aceptar nuestra ignorancia, evitar los prejuicios, las tradiciones y los intereses que puedan interferir en el proceso del conocimiento. Es un error iniciar una investigación asumiendo que se sabe algo si no se tienen razones suficientes para afirmarlo. Sólo cuando llegamos a tener razones suficientes podemos abandonar este escepticismo inicial y reemplazarlo por conocimiento o al menos por una creencia bien fundada.

Por tanto, el escepticismo metodológico propone como punto de partida la duda. Pero a diferencia del escepticismo radical, aunque la duda sea el punto de partida, no rechaza que pueda alcanzarse el conocimiento al final del camino.

La verdad como problema

¿Qué es la verdad? Cuando decimos que una proposición es verdadera, ¿qué queremos decir? ¿Y cuando es falsa? Los filósofos han dado varias respuestas a esta pregunta:

Entender la verdad como una correspondencia, como el "ajuste" o el "desajuste" entre significados y cosas del mundo es la respuesta más antigua y más cercana al sentido común: decir la verdad es decir lo que pasa, lo que ha pasado o pasará. Aunque entender así la verdad nos explica bien muchos casos, esta definición no siempre es satisfactoria porque no está claro con qué hechos del mundo hay que comparar. Por ello se han propuesto otras maneras de entender la verdad:

Las distintas maneras de entender la verdad ponen de relieve una diferencia fundamental entre la primera y las otras tres maneras:

Ejercicio

¿Conocemos la realidad?

¿Es posible conocer la realidad, o al menos una parte de ella? Dado que nuestras teorías científicas:

Cabe pensar que nunca llegaremos a conocer plenamente la realidad, sino solamente aproximarnos a ella o quizá ni siquiera eso. También es posible que existan afirmaciones de las que nunca podamos estar seguros (tener certeza) de que sean verdaderas o falsas. 

Realismo

El realismo es la tesis metafísica que afirma que existen realidades independientes de nuestras mentes; que con independencia de nuestras sensaciones, imaginaciones, deseos y demás realidades mentales, existen también realidades objetivas. Además, el realismo es una tesis epistemológica que afirma que nosotros podemos conocerlas.

¿Cómo razonar (incluso demostrar) que existen realidades objetivas?

Realismo ingenuo

Dentro de la tesis general del realismo, el llamado "realismo ingenuo" afirma que son realidades objetivas todas aquellas que nos aparecen como tales a nuestros sentidos. Es decir, si a mis ojos los colores se me aparecen "ahí fuera", los colores son realidades objetivas. Otro modo de formularlo es: nuestros sentidos son una fuente plenamente fiable de lo que existe objetivamente.

Una seria crítica al realismo ingenuo son las ilusiones sensoriales: situaciones que con nuestros sentidos juzgamos de un modo y que luego, con esos mismos sentidos o después de algunas razones, juzgamos de otro modo.

Otra dificultad del realismo ingenuo es la subjetividad de algunas de nuestras sensaciones:

Rechazo del realismo ingenuo

Realismo científico o crítico

Las ilusiones ópticas, la subjetividad de las distintas personas y las discrepancias entre nuestros propios sentidos hacen necesario descartar al realismo ingenuo: nuestros sentidos no son siempre el juez último acerca de lo que existe en la realidad objetiva. En casos como esos, es nuestra razón y no nuestros sentidos la que decide qué existe objetivamente y qué por el contrario es una ilusión, algo subjetivo o una mera apariencia. Más exactamente, la razón empleando los métodos científicos es la juez a la que acudimos para resolver la pregunta sobre qué es objetivamente real y que no lo es.

El realismo científico es la postura metafísica que afirma que lo que es objetivamente real es lo que nuestro conocimiento científico nos dice que es real. Aplicando el realismo científico podemos afirmar que:

Cuando estudiamos las propiedades o características de los objetos (realidades objetivas), el realismo científico distingue entre:

Habitualmente nuestros sentidos y nuestro conocimiento científico coinciden en afirmar la existencia objetiva de las mismas realidades:

Pero cuando hay discrepancias entre ambos, el realista científico afirma que la ciencia tiene la última palabra. Pero si la ciencia tiene la última palabra, el método con el que la ciencia funciona nos obliga a aceptar que la realidad objetiva puede cambiar: algo que hoy es real mañana puede no serlo si nuevas observaciones, experimentos, cálculos o teorías así lo dicen. Qué es real y qué sólo parece real es algo que vamos descubriendo y sobre lo que quizá nunca lleguemos a tener un conocimiento completo.

La ciencia es siempre revisable, lo cual no quiere decir que nuestras teorías tengan que revisarse o que vayan a revisarse en algún momento del futuro. Algunas teorías actuales quizá se mantengan mucho tiempo o incluso indefinidamente. Pero es siempre posible que nuestras creencias científicas sean cambiadas, y con ello cambie también lo que consideramos objetivamente real.

Ejercicio

Idealismo

El idealismo es la tesis metafísica que afirma que la realidad material es secundaria, explicable a partir de una realidad no material, de una realidad ideal. Las ideas son superiores a la materia. ¿Pero qué son las ideas? Dependiendo del tipo de idealismo, la respuesta a esta pregunta es diferente.

Idealismo objetivo

La variante del idealismo denominada idealismo objetivo no se opone al realismo en general, sino solamente a un tipo de realismo, al realismo materialista. El idealismo objetivo afirma que:

El primer filósofo que defendió el idealismo objetivo fue Platón.

Idealismo subjetivo

La variante subjetiva del idealismo es muy diferente a la objetiva y es opuesta al realismo, pues como indica en su nombre, esta teoría afirma que:

George Berkeley fue el filósofo que defendió más claramente el idealismo subjetivo.

Ejercicio