Razón práctica y acción moral

Dos usos de la razón: teórico y práctico

Hasta ahora hemos presentado el pensamiento racional como una manera de buscar respuestas que se caracteriza por:

También podríamos resumirlo diciendo que la razón es aquello que usamos para elegir la mejor explicación entre varias explicaciones posibles para un determinado hecho o suceso. Basamos nuestra elección en observaciones, experimentos, cálculos y demostraciones que cualquiera puede realizar. Si alguno de estos ingredientes cambia, revisaremos nuestra elección, eligiendo una mejor explicación o, si no hay una explicación alternativa, reconoceremos que no tenemos una buena explicación. Cuando usamos la razón de este modo, estamos usándola con un fin teórico: queremos alcanzar una teoría que nos aporte conocimiento sobre aquello que estamos estudiando. Queremos salir de la ignorancia, evitar el error o ampliar lo que ya sabemos.

Pero la razón no sólo se emplea con fines teóricos. Los hombres también emplean sus capacidades racionales para tomar decisiones en su vida, para elegir no sólo entre distintas explicaciones posibles sino también entre distintas acciones posibles para alcanzar algo que queremos. Empleamos la razón con un fin práctico cuando, ante varias acciones posibles, elegimos una de ellas basándonos en datos, cálculos o razonamientos. Al igual que en la razón teórica, estamos dispuestos a revisar nuestra elección si aparecen nuevas razones relevantes. También cambiaremos nuestra elección si cambia lo que queremos.

Razón teórica

Razón práctica

Elementos comunes a las razones teórica y práctica

Es habitual hablar de "razón teórica" y "razón práctica", pero sería un error pensar que con ello se está diciendo que hay dos razones. Tenemos una única capacidad racional, pero la podemos usar de diferentes modos: hay un uso teórico y otro práctico.

Cualquier uso concreto que hagamos de nuestra razón se puede clasificar como teórico o práctico. Cada vez que razonamos, lo hacemos porque queremos saber más o porque queremos decidir mejor. Por tanto, al hablar de usos teórico y práctico cubrimos todos los usos posibles de la razón.

Decisión racional

¿Cuándo una decisión es racional y cuándo no lo es? Una manera de responder a esta pregunta es responder a esta otra: ¿qué factores intervienen en la toma racional de decisiones?

Una decisión perfectamente racional sería aquella que cumpliera todos los requisitos en cada uno de estos cinco factores. La inmensa mayoría de las decisiones son parcialmente racionales pues cumplen con la mayoría pero no con todos los requisitos.

Es importante tener en cuenta que tratar de cumplir de forma exhaustiva todos los requisitos puede llegar a ser irracional: demorar una decisión porque no se han explorado todas las alternativas, no se tiene clara la meta, los motivos o las capacidades no son plenas o no se ha recopilado toda la información relevante puede llevarnos a no tomar una decisión, puede llevarnos a la parálisis. Y si no tomamos una decisión, la decisión acabará "tomándonos a nosotros": porque otras personas tomarán la decisión en nuestro lugar o porque no hacer nada es una alternativa más, acabaremos haciendo algo que probablemente será peor que la mejor alternativa que hemos considerado hasta entonces y que no hemos elegido esperando encontrar otra mejor o esperando estar mejor preparados.

La acción moral

¿Qué es una acción? Comenzaremos por distinguir entre acciones y causas en general. Todas las causas producen efectos y toda acción tiene resultados o consecuencias.

En un proceso que se desarrolla en el tiempo, hablamos de causas cuya actividad produce efectos. Así por ejemplo, el viento causa el movimiento de las aspas de un molino. Cuando la causa es un agente, la actividad de este agente produce acciones. Por ejemplo, María pronunció una conferencia y esta acción tuvo como resultado que los asistentes conociesen las ideas de María. En este ejemplo, María es un agente y su acción tiene unos resultados o consecuencias. También podríamos decir que María es la causa y la conferencia y la comprensión de sus ideas son sus efectos.

Así pues, los agentes son un tipo especial de causas, y las acciones y sus consecuencias son un tipo especial de efectos: son los efectos producidos por agentes. Pero, ¿qué es un agente? ¿qué distingue a los agentes en particular de las causas en general?

Las personas pueden ser agentes. Un agente es un tipo de causa con las siguientes características distintivas con respecto otro tipo de causas:

Estas tres características distinguen a los agentes de las meras causas.

Si a estas tres características se añade una cuarta:

Entonces el agente es un agente moral.

En conjunto, si se dan todas estas condiciones, estamos ante una acción moral, efecto de la decisión de un agente moral.

Raíces antropológicas

Los hombres podemos ser agentes morales gracias a capacidades que hemos adquirido a lo largo de la evolución de las especies de homínidos de las que descendemos. Estas son raíces basadas en los orígenes biológicos de la especie humana:

Raíces sociales

Las normas morales son un tipo particular de norma. En general, las normas son un producto de la sociedad, tienen sus raíces en la sociedad en la que se aplican:

Las normas morales se diferencian de otros tipos de normas (legales, religiosas, de tráfico, de protocolo, etc.) por dos rasgos:

Moral Ética

Decisiones irracionales

Busca o crea al menos un ejemplo de decisión irracional por cada uno de estos motivos:

Acción moral

En ocasiones, las personas no nos comportamos como agentes de nuestras propias acciones sino como meras causas. Pon ejemplos donde esto suceda por:

Moral y Ética

Estudia este enlace sobre Sócrates y a continuación explica: