Naturaleza y cultura
El ser humano: animal cultural
Mientras que en la sección anterior hemos estudiado al ser humano desde un punto de vista exclusivamente biológico, como una especie animal producto de la evolución natural de las especies, en ésta estudiaremos lo que distingue al ser humano del resto de especies animales.
¿Qué distingue a la especie humana de otras especies animales?
El mayor y mejor uso de herramientas: más allá de crear y usar herramientas aisladamente, los hombres crean tecnologías: familias de herramientas interrelacionadas, empleadas conjuntamente en un campo de actividad.
Un mayor grado de cooperación entre sus miembros: muchas otras especies forman grupos, incluso complejas sociedades de miles de individuos, pero las sociedades humanas son mucho más complejas que cualquier otra sociedad animal: cada individuo tiene múltiples funciones o papeles en la sociedad, que cambian en el tiempo y lo relacionan con un gran número de otros individuos.
La mayor capacidad de aprendizaje: si bien otras especies animales son capaces de modificar su conducta con la experiencia e incluso aprender por imitación de otros, la acumulación de conocimientos y la capacidad de enseñar y aprender de la especie humana sobrepasa con mucho a cualquier otra.
Estas tres capacidades están interconectadas: el aumento de una de ellas conlleva el aumento de las otras dos.
Además, hay una cuarta capacidad sin la cual no podrían aumentar esas otras tres:
La mayor capacidad de comunicación: el lenguaje humano es la capacidad central que hace posible la creación de avanzadas tecnologías, complejas relaciones sociales y la transmisión y acumulación de conocimientos.
Mediante el uso de herramientas, la cooperación, el aprendizaje y la comunicación, el ser humano es capaz de superar muchos de los obstáculos y limitaciones de su constitución natural. Mientras que el resto de especies animales permanecen, dentro de ciertos límites, estables de generación en generación (salvo mutaciones y recombinaciones de su ADN) y dependen principalmente de las capacidades con las que nacen, los seres humanos superan sus obstáculos y limitaciones de nacimiento mediante capacidades que adquieren y desarrollan a lo largo de su vida.
Podemos decir que la especie humana, gracias a su cultura, ha escapado casi completamente a la selección natural: aunque la naturaleza aún juega un papel decisivo en la supervivencia de la especie, son los cambios que se han producido y se siguen produciendo en su cultura los que mayormente han determinado y determinarán la supervivencia o la extinción de la especie humana.
Como ejemplo más palpable tenemos el incremento de la población humana global y el aumento de la esperanza de vida. Ambos cambios son fruto de avances culturales.
Población humana
¿Por qué se ha producido la explosión demográfica humana?
¿Ha decrecido la población humana en algún momento?
¿Cuándo ha crecido más?
¿Seguirá creciendo la población en el futuro? Mira este vídeo.
Fertilidad humana
¿Qué relación hay entre número de hijos y crecimiento de la población?
¿Qué número de hijos estabiliza la población?
¿Cómo ha cambiado la tasa de fertilidad en los últimos 70 años?
¿Qué factores influyen en la decisión de tener más o menos hijos? Mira la tasa de mortalidad infantil.
¿Són factores naturales o culturales?
¿Cómo han cambiado esos factores en los últimos 70 años?
Tasa de crecimiento
Explica la información contenida en el gráfico.
Distingue entre crecimiento demográfico y tamaño de la población mundial.
Esperanza de vida
Explica la información contenida en el gráfico.
Explica el concepto de esperanza de vida.
¿Por qué ha aumentado la esperanza de vida y sigue aumentando?
Más información sobre población, crecimiento, esperanza de vida, fertilidad, riqueza, etc. En esta colección de breves explicaciones en vídeo del profesor Hans Rosling.
Factor clave: el lenguaje
La mayoría de especies animales tiene algún sistema de comunicación entre sus individuos. Pueden emplearse gestos y posturas corporales, sonidos, colores y olores.
Se trata de sistemas de señales y no de un auténtico lenguaje. Las diferencias entre ambos pueden resumirse así:
Sistemas de señales
Fijos: el número de señales y su significado permanecen constantes a lo largo de la vida de los individuos y durante generaciones.
Inarticulados: cada señal tiene un propósito y no se combinan entre sí para crear mensajes más complejos.
Expresividad limitada: sólo un número finito de mensajes pueden transmitirse.
Anclados al momento: las señales se emiten sólo cuando sucede algo que las desencadena, no se emplean para comunicar sucesos pasados o futuros.
Altamente innatos: apenas requieren ningún aprendizaje y algunos no requieren ninguno.
Lenguajes humanos
Cambiantes: las lenguas cambian y evolucionan a lo largo de la historia.
Articulados: un reducido número de fonemas se combinan en palabras y éstas en oraciones.
Productividad: un número infinito de mensajes pueden crearse con un vocabulario finito.
Desligados del momento: podemos hablar del pasado, del futuro o de sucesos imaginarios.
Altamente culturales: cada grupo humano tiene su propia lengua, transmitida de generación en generación mediante aprendizaje, añadidos y alteraciones que se incorporan gracias a la creatividad.
Bases innatas del lenguaje
Son varias las observaciones y razones que apoyan la tesis de que hablar una lengua es una capacidad innata presente en todos los seres humanos:
Existen genes relacionados directamente con el desarrollo de la capacidad de hablar.
Existen áreas cerebrales directamente relacionadas con la capacidad de hablar.
Existen regularidades gramaticales muy generales que unen lenguas muy diferentes.
Con un escaso aprendizaje, los niños aprenden un complejo sistema de gramática. Esta discrepancia entre la escasez de estímulos y riqueza de los resultados hacen sospechar que hay una capacidad innata lista para desarrollarse a poco que se la estimule.
Aprendizaje del lenguaje
Por otra parte, son también varias las observaciones y razones que apoyan la necesidad de aprendizaje para llegar a hablar un lenguaje:
Dependiendo de cuál sea la lengua que oigan, los niños hablan una u otra lengua. El aprendizaje, en forma de repetición y memorización interviene en prácticamente todos los aspectos del lenguaje:
De todos los posibles sonidos que podemos emitir, cuáles se empleen para formar palabras.
De todas las posibles combinaciones de fonemas, cuáles dan lugar a palabras.
Cómo adquieren significado las palabras.
Cómo se selecciona el orden sujeto-verbo-objeto en las oraciones.
Existe un periodo crítico (hasta los cuatro años de edad) en el que se adquiere la lengua materna. Si no se adquiere en este tiempo, no puede adquirirse después.
La importancia de los demás
Resume el contenido del vídeo.
Infórmate de algún otro caso, como el de Víctor de Aveyron; señala similitudes y diferencias con el caso de Genie.
¿Qué nos enseñan estos casos sobre la importancia del contacto con otros seres humanos durante nuestra infancia?
Naturaleza y cultura
Definiciones y diferencias
¿Qué se entiende por naturaleza humana? ¿Y por cultura? ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre ambas?
A nivel individual, en cada persona lo natural es todo aquello con lo que nace, lo innato.
A nivel colectivo, la especie humana es el conjunto de todos los genes aportados por cada individuo, el acervo genético de la especie.
La naturaleza humana se encuentra expresada en nuestros cuerpos y es resultado de nuestros genes.
La naturaleza se transmite de generación en generación mediante la transmisión de genes. Es la herencia genética.
La naturaleza humana cambia a lo largo del tiempo mediante la selección natural de aquellos individuos más adaptados al entorno. De este modo, el acervo genético de la especie se modifica a lo largo de sucesivas generaciones; esto es la evolución.
Aparecen novedades en la naturaleza humana como resultado de mutaciones individuales producto del azar y de las recombinaciones de los genes de los progenitores.
Por el contrario, cultural es todo aquello que es aprendido, lo que adquirimos a lo largo de nuestra vida.
La cultura de un pueblo es el conjunto de tradiciones, creencias, conocimientos, herramientas y artefactos aportados por todos los miembros de dicho pueblo.
La cultura humana se expresa mediante el lenguaje y es el resultado de la actividad de nuestras mentes.
La cultura se transmite cuando unas personas enseñan y otras aprenden los elementos culturales.
La cultura humana cambia a lo largo del tiempo con la modificación, la sustitución, la desaparición y el surgimiento de elementos culturales a lo largo de la Historia de la Humanidad.
Aparecen novedades culturales como resultado de la creatividad humana. Algunas se mantienen y otras desaparecen por, entre otros factores, las preferencias individuales.
Ser humano = naturaleza + cultura
Aunque naturaleza y cultura son conceptos opuestos en muchos aspectos, una buena parte de los rasgos de la especie humana son resultado de una combinación de factores innatos y aprendidos. En general, cualquier rasgo humano puede clasificarse en una de estas tres categorías:
Rasgos puramente naturales. Características que aparecen en los seres humanos sin que intervenga o interfiera ningún rasgo cultural.
Rasgos puramente culturales. Características que adquirimos sin que dependan de nuestra biología.
Rasgos que son naturales y culturales. Para obtenerlos, se requieren ciertas capacidades innatas y cierto aprendizaje. En esta tercera categoría entran algunas de las capacidades humanas más importantes:
La comunicación verbal. Es una capacidad innata que sin el adecuado aprendizaje cultural no logra desarrollarse debidamente.
La comunicación emocional. Nacemos con la capacidad innata de expresar y reconocer seis emociones básicas, pero sin un entorno afectivo familiar temprano, seremos incapaces de desarrollar la amplia variedad de emociones y sentimientos que luego nos permitirán una rica vida social.
La inteligencia. De nuevo, existe un componente natural (innato) en nuestra inteligencia. Pero sin una adecuada estimulación durante la infancia y una educación amplia en la adolescencia, la inteligencia jamás se desarrollará en todo su potencial.
Para comprender la importancia que tiene la cultura, y en especial la cultura que nos transmiten en los primeros años de nuestra vida nuestra familia, basta estudiar los casos de "niños salvajes".
Diversidad cultural
Aunque hablemos en términos muy generales de "cultura humana", en realidad lo que existen son culturas humanas, en plural. Hay distintos grupos humanos, cada uno con su propia historia, tradiciones, normas, conocimientos y por tanto y en resumen, con culturas diferentes. En un mundo cada vez más intercomunicado, el contacto entre personas de diferentes culturas es cada vez más frecuente y es necesario tener claras las bases desde las que establecer ese contacto. A grandes rasgos, hay tres posturas:
Etnocentrismo. Considerar a la cultura propia el patrón con el que juzgar al resto de culturas humanas. Aceptamos otras culturas en la medida en que son como la nuestra, las rechazamos cuando son diferentes. ¿Qué problemas tiene el etnocentrismo? ¿Cómo podemos convencer a un etnocentrista para que sea tolerante con las costumbres de otros?
Relativismo cultural. Rechaza todo patrón o criterio con el que juzgar otras culturas; todas las culturas y costumbres son igualmente aceptables. ¿En qué casos puede aplicarse sin problemas la postura relativista? ¿En qué casos tiene problemas la postura relativista?
Multiculturalismo. Considera que la variedad cultural es una expresión de la creatividad humana, que el intercambio intercultural es una fuente de riqueza y de innovación. Pero considera también que la cultura puede ser causa de enfrentamientos y que es necesario proteger los derechos fundamentales de todas las personas por encima de elementos culturales que lesionen estos derechos. El multiculturalismo aboga por la tolerancia y la convivencia pacífica de personas de distintas culturas dentro de una misma sociedad.
Relación entre naturaleza y tecnología
Con frecuencia, la relación entre naturaleza y cultura es vista como una relación entre opuestos. Sin embargo, naturaleza y cultura operan con frecuencia unidas, de forma que no es fácil ni útil tratar de separar ambos componentes.
En los pocos casos documentados de personas que han crecido sin cultura alguna (niños salvajes), el resultado es una persona profundamente distinta a los seres humanos habituales. Tanto Victor de Aveyron como Genie muestran las insalvables diferencias en comunicación verbal, emocional así como en inteligencia, que existen entre niños que han crecido sin contacto humano y el resto de niños que han crecido rodeados de otras personas. Ficciones como Tarzán o El libro de la selva no reflejan fielmente esas diferencias y nos muestran a personajes con rasgos típicamente humanos que auténticos niños salvajes nunca han mostrado.
Otro error habitual es confundir un producto cultural como si fuese natural: aunque la cultura es cambiante, sus cambios pueden ser lentos comparados con una vida humana y por ello parecernos que la cultura no cambia. Además, el origen de un determinado producto cultural (p.ej. el origen del calendario, de la disposición de las letras en un teclado o de la división del día en veinticuatro horas) con frecuencia es desconocido por quienes lo usan. Por éstas razones, algo que es cultural es considerado erróneamente como algo natural (por ejemplo, es "natural" dividir el año en meses y éstos en semanas, es "natural" el teclado QWERTY, es "natural" que un día tenga veinticuatro horas). Sin embargo, los calendarios, los teclados y los relojes son productos culturales, no productos de la naturaleza.
La tecnología es uno de los componentes más importantes de la cultura, pero no es el único componente; identificar cultura con tecnología es un error.
La importancia de la tecnología reside en que nos permite:
Superar algunas de nuestras limitaciones naturales.
Transformar, hasta cierto punto, el mundo que nos rodea según nuestros deseos.
Transformarnos a nosotros mismos directamente y como resultado de transformar nuestro entorno.
Por ejemplo, el dominio del fuego permitió la aparición de multitud de tecnologías relacionadas con:
alimentación: facilidad de asimilación gracias al cocinado y mejora en la conservación de alimentos.
supervivencia: calor, alejamiento de depredadores, cultivo sobre cenizas.
metalurgia: fabricación de herramientas y armas de metal en lugar de piedra.
Como consecuencia de todas estas tecnologías derivadas del dominio del fuego, las características de la propia especie se vieron afectadas en aspectos tales como:
reducción de la dentadura (especialmente de los caninos, empleados para desgarrar la carne cruda)
reducción de la mandíbula y los músculos asociados a ella.
reducción del aparato digestivo (la comida cocinada se digiere mucho más rápidamente y con menos esfuerzo).
como resultado de todo lo anterior, modificación del cráneo, con aumento de la capacidad craneal y de la energía corporal dedicada al funcionamiento del cerebro.
aumento de la esperanza de vida.
surgimiento de imperios capaces de dominar a otras culturas menos avanzadas tecnológicamente.
A lo largo de la Historia Humana, se han inventado y desarrollado diferentes tecnologías. En Occidente, desde la revolución industrial del siglo XIX, el ritmo de desarrollo tecnológico se ha incrementado sustancialmente. El mayor desarrollo tecnológico de los últimos dos siglos ¿ha modificado sustancialmente la relación del ser humano con la naturaleza? ¿Se ha "trastocado" la relación del hombre con la naturaleza por causa de los avances tecnológicos recientes?
A estas preguntas podemos responder tanto afirmativa como negativamente:
Afirmativamente. Los éxitos tecnológicos de los últimos dos siglos son de tal magnitud que han cambiado nuestro concepto del mundo: ahora vemos el mundo como algo que podemos dominar y conquistar. Los éxitos tecnológicos han alimentado la idea de un progreso indefinido de la humanidad, que ya no se encuentra "atada" a unas limitaciones naturales sino que puede llegar a donde se proponga. Estas ideas de dominio y progreso son relativamente recientes y han transformado profundamente la relación tecnología-naturaleza.
Negativamente. La tecnología, sea más o menos avanzada, siempre ha buscado el dominio de la naturaleza y sus efectos sobre ésta se han dejado sentir desde el origen de la humanidad. Por ejemplo, es muy probable que la extinción de algunas especies animales la provocase el hombre cazador. La agricultura y la ganadería han cambiado profundamente ecosistemas enteros. Así pues, la relación tecnología-naturaleza no ha cambiado en lo sustancial; ha sido siempre una relación de transformación y dominio.
El principio de precaución
La confianza ciega en la tecnología y en su capacidad de favorecer el progreso humano se han visto grandemente disminuidas desde la toma de conciencia de las graves consecuencias negativas de algunas tecnologías como la nuclear, el motor de combustión interna o la agricultura y la ganadería intensivas.
Son muchas las personas (incluidas científicos y tecnólogos) que creen que el desarrollo y luego el uso generalizado de cualquier nueva tecnología debe estar regulada por el llamado principio de precaución. Pero por otro lado, postergar el uso de una nueva tecnología potencialmente beneficiosa (terapias genéticas, tratamientos con células madre, nuevas energías, etc.) hasta estar plenamente seguros perjudica a potenciales beneficiarios en el presente. Es necesario encontrar un equilibrio entre la precaución y la necesidad de actuar cuando hay urgencia por evitar perjucios presentes.
¿Hay un límite a la precaución?
Resume el contenido del vídeo.
¿Es razonable el principio de precaución? ¿En qué casos es muy razonable aplicarlo?
¿Puede la precaución llevarnos a la inacción? ¿Hay un límite a la precaución?