El estado
Hablamos de Estado como una forma muy organizada (muy institucionalizada) del poder político:
Con características propias que lo distinguen de las tribus y las jefaturas.
Con funciones específicas por cumplir. Estas funciones en formas organizativas más simples quedan en manos de los individuos particulares.
Conviene también distinguir el estado de otros conceptos cercanos como son la sociedad civil y la nación.
En cuanto al origen del Estado, debemos distinguir entre:
Explicaciones descriptivas, que tratan de comprender el cómo y el cuándo del origen de esta forma de organización política. En este tipo de explicaciones, factores como el descubrimiento de la agricultura, el sedentarismo, el crecimiento demográfico y la creación de ejércitos y burocracias permanentes son claves para entender el surgimiento del estado.
Explicaciones justificativas, que tratan de comprender el porqué del origen del estado. En este tipo de explicaciones encontramos al naturalismo y al contractualismo políticos.
Toda forma de organización política tiene que responder de alguna forma a preguntas como estas:
¿Por qué debemos cumplir las normas políticas de nuestra sociedad?
¿Por qué debo yo aceptar que otros tengan poder sobre mí para imponerme leyes y castigos?
¿En qué casos está justificada la desobediencia a la ley?
Hay dos maneras de responder a preguntas que piden una justificación del poder político:
Explicar el origen del poder político. Por ejemplo, los dioses han elegido a nuestros gobernantes.
Explicar el fin (el objetivo, la meta) del poder político. Por ejemplo, los gobernantes nos harán felices.
Con frecuencia la explicación del origen y la del fin están unidas, por ejemplo:
Los gobernantes fueron elegidos por la mayoría y su fin es lograr el máximo bienestar posible de esa mayoría.
Los gobernantes fueron elegidos por los dioses y su fin es lograr que los dioses favorezcan a los hombres.
A lo largo de la Historia de la Filosofía, se han dado distintas justificaciones racionales del poder político. Entre las más influyentes están las justificaciones naturalistas y contractualistas del poder político.
Justificaciones naturalistas del poder
La idea central del naturalismo político es que puesto el hombre es social por naturaleza, la organización política es el resultado natural del desarrollo humano. Este punto de vista fue defendido por los filósofos antiguos:
Platón: cada hombre colabora al bien común del modo más acorde con sus capacidades. De aquí deduce Platón una división en tres grupos o clases sociales según las dotes o capacidades de los hombres: gobernantes, defensores y productores. La justicia es la virtud fundamental de toda organización política: lo justo es que cada hombre haga aquello para lo que mejor está capacitado.
Aristóteles: el hombre es un animal social, sólo en sociedad logra su felicidad. A diferencia de otros animales sociales, el hombre organiza su convivencia sobre la base de la razón. Cuando la razón se aplica a cuestiones organizativas, surge la prudencia y los hombres más prudentes deben gobernar para lograr el desarrollo pleno y la felicidad de todos los individuos.
Justificaciones contractualistas del poder
Mientras que para el naturalismo la organización política es connatural al hombre y surge necesariamente de su propia naturaleza, para el contractualismo político la organización política es una invención humana, algo artificial que surge o se destruye a conveniencia.
Hobbes: los hombres ceden su libertad a su gobernante y éste a cambio de su obediencia incondicional les da seguridad.
Locke: los hombres eligen a sus gobernantes, obedecen sus leyes, y éstos a cambio defienden sus derechos.
Rousseau: fruto del contrato social, el gobierno ejecuta la voluntad general, mantiene la igualdad y mira por los intereses generales.
Rawls: el gobierno asegura condiciones justas para el desarrollo vital de todos los gobernados.
Dentro de las formas de gobierno estatales, las democracias occidentales son un tipo de organización del estado caracterizado por:
Separación de poderes
Soberanía popular expresada mediante sufragio universal
Regla de la mayoría y respeto a los derechos fundamentales de las minorías
Defensa de libertades políticas (expresión, asociación, prensa)
Parlamentarismo, democracia indirecta o representativa
Igualdad de todos los ciudadanos ante la ley
Aunque formalmente las democracias modernas se basan en la regla de la mayoría, aplicada en los parlamentos y estando éstos integrados por parlamentarios elegidos por sufragio universal entre todos los ciudadanos, hay distintas teorías sobre la democracia.
Las democracias occidentales están lejos de ser organizaciones perfectas, y presentan deficiencias como:
Las distorsiones y restricciones en la elección de los representantes.
El secuestro de la expresión de la voluntad general por parte de los partidos políticos (partitocracia).
La desvirtuación de los mecanismos de formación de la opinión pública mediante el control de los medios de comunicación.
La influencia desigual de los más ricos en el desarrollo de campañas electorales y en general sobre el gobierno y la ciudadanía (plutocracia).
¿Qué distingue a los Estados de otras formas de organización política?
¿Qué quiere decir que el Estado tiene el monopolio de la violencia?
Distingue (con ejemplos) entre Estado, nación y pueblo.
Explica algunas de las teorías sobre la democracia.
Explica en qué consiste la separación de poderes.
¿Qué distorsiones y restricciones pueden afectar a la elección de representantes?