Origen biológico del ser humano

Introducción

En esta unidad nos ocupamos del origen del hombre a la luz de las teorías biológicas más asentadas. Nos interesa saber:

Antes (y después) de Darwin

Antes (y después) de Darwin, diversas teorías se han propuesto para explicar la existencia de los seres vivos:

Precursores de Darwin

Las ideas de Darwin no surgen de la nada sino impulsadas por las de otros:

Localiza en el documental información sobre estos puntos:

La gran idea de Darwin

Cuando Charles Darwin propuso su teoría, su aportación no fue la idea de evolución. La evolución de las especies ya había sido propuesta un siglo antes (en el S.XVIII) por otros biólogos como Buffon, Erasmus Darwin (abuelo de Charles Darwin) y Lamarck. Para estos científicos, los rasgos de las especies no eran fijos sino que cambiaban y cuando estos cambios eran considerables, ya no podía hablarse de la misma especie sino de especies diferentes: unas especias surgían a partir de otras.

Frente a la idea comúnmente aceptada de que los rasgos de las especies son fijos (teoría que se conoce como "fijismo"), los biólogos evolucionistas (o transformistas, como se les llamaba) sostenían que esos rasgos no eran fijos sino que cambiaban y además que ese cambio no era aleatorio y variable de una a otra generación, sino que al contrario, mantenía una dirección estable de generación en generación:

Evolución = Cambio + Dirección

Así planteada la evolución, toda teoría que trate de explicar cómo es posible la evolución tiene que responder a dos preguntas:

Las teorías de Buffon, Erasmus Darwin y Lamarck responden a estas preguntas de forma insatisfactoria. Todas ellas son transformistas y proponen que el esfuerzo, el empeño o el "impulso vital" de los individuos por mejorar y adaptarse al ambiente es la fuerza impulsora del cambio. Los individuos cambian a lo largo de sus vidas en respuesta a los retos del medio ambiente y esos cambios son de alguna manera heredados por sus descendientes, que los amplían y pasan a su vez a la siguiente generación.

Sin embargo, es fácil demostrar que las mejoras logradas por un individuo a lo largo de su vida no son heredadas por sus descendientes, lo cual hace imposible el cambio acumulativo de generación en generación. La gran aportación de Darwin fue dar una respuesta satisfactoria a estas dos preguntas diferenciando desde el principio entre:

Darwin comprende que, para que haya evolución de padres a hijos, sólo pueden tenerse en cuenta los rasgos heredados. Por tanto, el esfuerzo o empeño por mejorar de cada individuo (la adquisición de rasgos beneficiosos en respuesta a los retos del medio) no puede jugar ningún papel en la evolución de la especie.

Elementos clave de la explicación darwiniana

La explicación de Darwin consiste en unir los siguientes hechos, cada uno de ellos fácil de aceptar por sí solo, y crear mediante la unión de todos ellos una nueva explicación de la evolución de las especies:

En resumen, la teoría de Darwin se basa en dos ideas clave: variación y selección:

El ciclo reproducción con variación - selección con selección natural.

De generación en generación, algunos rasgos persisten y otros desaparecen.

Además, la teoría de Darwin es gradualista:

Concedo a las diferencias individuales, aunque estas tienen poco interés para el sistemático, la mayor importancia para nosotros, ya que son los primeros pasos hacia estas ligeras variedades que se cree no vale la pena tener en cuenta en los trabajos de historia natural. Y considero que las variedades, que en cualquier grado son más distintas y permanentes, constituyen pasos hacia variedades más netamente caracterizadas y permanentes; y a estas últimas como conducentes a las subespecies y luego a las especies. Por tanto, una variedad bien definida puede ser llamada una especie incipiente.

En este texto, Darwin propone que las especies son el resultado de la acumulación dirigida de diferencias individuales pasando por etapas intermedias:

Variaciones individuales >> Variedades >> Razas >> Subespecies >> Nuevas especies

Un ejemplo de esto lo tenemos en las distintas subespecies de lobo, entre las que se incluye al perro, del cual hay múltiples razas y en cada una de éstas los criadores distinguen variedades.

Localiza en el documental información sobre estos puntos:

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Aplicaciones de la teoría de Darwin

Prácticamente cualquier característica que encontramos en un ser vivo requiere para su explicación la teoría de la evolución por selección natural. La teoría de Darwin es actualmente una parte imprescindible de la biología y multitud de fenómenos no serían explicables sin ella. Por ejemplo:

Otros fenómenos más complejos también se explican mediante evolución por selección natural:

El origen de la especie humana

Panorámica de la evolución humana en el contexto de la evolución de la vida en el planeta.

Diferencias genéticas entre chimpancés y humanos en el número de glándulas sudoríparas.

Localiza en los documentales información sobre estos puntos:

Errores frecuentes de interpretación

Aunque la comprensión completa y correcta de la teoría de la evolución por selección natural está al alcance de cualquier persona inteligente, pues no requiere de complicadas matemáticas ni de experimentos u observaciones difíciles, son frecuentes los errores en su interpretación. Estos errores surgen mayoritariamente del intento de hacer compatible esta teoría con ideas no científicas provenientes del sentido común o de creencias irracionales.

Entre los errores más frecuentes están los siguientes:

Argumentos a favor del evolucionismo

La teoría de la evolución por selección natural ha estado apoyada desde su formulación por Darwin por una amplia colección de argumentos que se han ido enriqueciendo desde entonces:

La extraordinaria predicción de Darwin

Como toda teoría científica, la teoría de la evolución por selección natural es juzgada por la precisión y novedad de sus predicciones. Darwin dedujo una predicción extraordinaria de su teoría: si las especies surgen unas de otras como ramas de un árbol, la conclusión lógica es que ha de haber un antepasado común a todas las especies vivas en la actualidad. La genética contemporánea ha verificado esta extraordinaria predicción: todas las especies hasta ahora analizadas (bacterias, virus, plantas, animales, etc.) comparten un mismo origen.

Ilustración includida en El origen de las especies: Darwin dedujo de su teoría que todas las especies actuales eran descendientes de una primera forma de vida.

La biología actual ha confirmado su predicción.

Después de Darwin

La teoría expuesta originalmente por Darwin en 1859 ha sufrido cambios y ampliaciones desde entonces. Sin embargo, sus ideas básicas han permanecido inalteradas y hoy se la considera un pilar fundamental de la Biología.

La ampliación más importante vino a responder una de las cuestiones para la que Darwin no tenía respuesta: ¿cuál es la causa de la variación que se observa de padres a hijos?

Explicaciones de estilo evolucionista

La teoría de Darwin sirve de inspiración a otras ciencias. En general, cuando se estudia la aparición de algo complejo cuyo origen parece ser resultado de la planificación de una inteligencia que supervisa el proceso, una explicación de estilo evolucionista es con frecuencia una alternativa más probable: a partir de unas primeras y primitivas soluciones, aparecen nuevas soluciones con ligeras variaciones de entre las cuales son seleccionadas las mejores. Por ejemplo:

Implicaciones filosóficas de la evolución

La gran idea de Darwin es explicar la aparición de lo complejo a partir de lo simple mediante dos mecanismos simples e interconectados: variación y selección, aplicados durante un periodo de tiempo suficientemente largo a un gran número de sucesivas generaciones. Nuevos órganos y nuevas especies, más complejas que las anteriores, surgen por este mecanismo.

Esta nueva idea es una alternativa a la respuesta dada hasta entonces a la pregunta por el origen de la complejidad biológica: un creador inteligente (más complejo aún que sus criaturas) que diseñase a los seres vivos. Con Darwin, lo complejo puede surgir de lo menos complejo siempre que exista una fuente de variación y un mecanismo de selección constante de algunas de las variantes operando durante un número suficientemente grande de generaciones.

A partir de la teoría de Darwin, biólogos y antropólogos han podido plantear una explicación al origen del hombre que no necesita de ningún ser sobrenatural: como el resto de las especies, el hombre es resultado de variaciones aleatorias, algunas de las cuales han sido seleccionadas y su acumulación a lo largo de aproximadamente diez millones de años (una mínima parte de la edad del planeta, 4.500 millones de años) ha producido nuestra especie (y ha extinguido otras especies homínidas).

La importancia del ser humano en el conjunto de las especies que han vivido en el planeta se ve muy reducida si atendemos a que sólo hemos existido apenas una mínima parte de la historia del planeta. Pero además, de igual modo que sólo hemos un breve periodo de tiempo, es probable que sólo existamos por un tiempo en el futuro. La evolución biológica no se detiene, y la especie humana puede dejar de existir en el futuro próximo o lejano.

En definitiva, la explicación por causas naturales del origen de la especie humana cambia la imagen que del ser humano han tenido hasta ahora todas las culturas, pues nos presenta a nosotros mismos como una especie que:

La explicación evolucionista del origen de la especie humana es contraria a la mayoría de explicaciones míticas y religiosas que ponen al ser humano por encima del resto de seres vivos; somos una especie más. La explicación evolucionista nos acerca al resto de especies, no somos una excepción resultado de una acción especial de un ser sobrenatural sino resultado del mismo proceso que ha dado lugar al resto de seres vivos.

El rechazo a la evolución

Hoy día persiste una cierta polémica en torno a la evolución. Existen quienes la rechazan completamente y quienes reducen la importancia de la teoría de Darwin por considerar que es incompatible con una visión correcta del hombre y del universo. Los puntos cruciales para este rechazo son:

Es difícil conciliar una visión religiosa del origen del hombre con la visión natural que surje de la teoría de la evolución.

En otros casos, el rechazo a la teoría de Darwin se debe al mecanismo competitivo de la selección natural:

Sin embargo, no es cierto que siempre la selección de unos individuos frente a otros requiera lucha. En la mayor parte de casos, los factores que hace sobrevivir a unos individuos y perecer a otros tienen más que ver con el medio ambiente (p. ej. cambios climáticos) que con el enfrentamiento directo entre miembros de una misma especie. Por otra parte, la fuerza bruta no es la característica que más favorece la supervivencia. Con frecuencia la capacidad de ocultarse, de anticiparse o de aprovechar los recursos naturales, son más decisivas a la hora de sobrevivir. Tampoco hay que olvidar que las características beneficiosas en un determinado medio pueden ser perjudiciales en muchos otros y que un cambio en el entorno puede alterar drásticamente quienes son los "ganadores" y quienes los "perdedores".

Por otro lado, los hombres disponemos de una inteligencia capaz de anular en gran medida las fuerzas de la selección natural, de forma que las guerras y otras formas de violencia no pueden justificarse como "lucha por la supervivencia" sino como una decisión consciente y premeditada.