¿Qué es un debate?
Un debate es:
Un intercambio ordenado de ideas entre dos o más grupos de personas que discrepan sobre una cuestión, sobre el tema del debate.
Un intercambio razonado de ideas, donde quienes discrepan exponen sus razones, escuchan las razones de quienes opinan lo contrario, y tratan de convencer a quienes no opinan igual.
Una herramienta para pensar en voz alta sobre nuestras ideas de partida, para encontrar buenas razones que apoyen nuestro punto de partida, para sopesar argumentos contrarios a los nuestros y para reafirmarnos o cambiar nuestras ideas iniciales tras el intercambio de razones.
Un debate no es:
Una discusión o enfrentamiento verbal donde hablar más o más fuerte que los demás para imponer nuestras ideas por la fuerza de nuestros pulmones.
Una competición en la que sólo importa vencer a nuestos oponentes. Es posible que nuestras razones y las respuestas a las críticas de nuestros oponentes convenzan a todos de que nuestro punto de vista es más razonable, pero se trata de convencer y no de vencer. Pero si el tema debatido es complejo, sólo cabe esperar del debate una aclaración de las distintas posturas y de sus méritos respectivos, sin llegar a un resultado definitivo.
Reglas de nuestros debates
¿Sobre qué debatimos?
Cada debate tendrá un tema relacionado con alguna de las unidades del temario de la asignatura. El tema será expresado en una pregunta como por ejemplo:
¿Son de alguna ayuda las supersticiones?
¿Tienen algún valor hoy los mitos y las leyendas?
¿Somos libres los seres humanos o estamos guiados por fuerzas que escapan a nuestro control?
¿Quienes debaten?
Dos equipos, cada uno de ellos prepara el mismo tema pero defendiendo puntos de vista opuestos. Cada equipo conocerá por adelantado qué punto de vista le corresponde defender. Por ejemplo, un equipo defenderá que los mitos siguen cumpliendo un papel valioso en nuestra sociedad mientras que el otro equipo defenderá que los mitos carecen de valor en la actualidad.
Cada equipo está formado por tres personas, todas ellas deberán participar no sólo en la preparación sino durante el debate.
Turnos y tiempos
1. Exposiciones iniciales
El debate se inicia con la exposición de las razones a favor de responder afirmativamente a la pregunta del tema. Uno de los miembros de equipo a favor dispone de tres minutos para hacer esta exposición inicial.
Uno de los miembros de equipo encargado de defender la postura contraria expone las razones en contra y dispone de otros tres minutos para ello.
2. Intercambio de ideas: críticas y respuestas
Tras las exposiciones iniciales, comienza el debate propiamente dicho. Cada equipo dispone de dos turnos de hasta cuatro minutos, un turno para criticar las razones del equipo contrario y otro turno para responder a las críticas que les hagan.
Un segundo miembro del equipo a favor presenta críticas y preguntas a la posición contraria.
Un segundo miembro del equipo en contra responde a dichas críticas o preguntas y a continuación.
Este mismo miembro u otro expone sus propias críticas y preguntas a las razones del equipo a favor.
Que son a su vez respondidas por el equipo contrario.
3. Conclusiones
Tras las cuatro intervenciones de crítica y respuesta, cada equipo tiene tres minutos para resumir o exponer las conclusiones del debate desde su punto de vista.
Comienza el equipo a favor con la intervención de otro de sus miembros (todos deben intervenir en al menos un turno).
Y finaliza el debate uno de los miembros del equipo en contra con su resumen del debate.
Turno de preguntas
Finalizadas las ocho intervenciones, la audiencia podrá plantear preguntas. Cada pregunta podrá estar dirigida a ambos equipos (que la contestarán por turno) o solamente a uno de ellos. El turno de preguntas podrá extenderse hasta que termine la clase.
¿Cómo preparar un debate?
Puesto que tanto el tema del debate como la postura a defender (a favor o en contra) son conocidos de antemano por cada uno de los equipos participantes, es posible preparar con antelación al menos algunas de las intervenciones:
Exposición inicial. Cada equipo debe reflexionar cuáles son las mejores razones para defender su postura. Con dos o tres buenas razones es suficiente, y en el debate dedicar un minuto a exponer cada una. Una buena razón puede estar apoyada por datos, por encuestas de opinión, por un buen ejemplo, etc. Se trata por tanto primero de reflexionar entre los tres miembros del equipo, de seleccionar los mejores argumentos y luego de buscar algún dato que apoye cada argumento.
Críticas y preguntas. Aunque cada equipo no sabe qué razones va a exponer su oponente, sí puede preparar algunas críticas y preguntas a su punto de vista. Al igual que las razones, las críticas son más fuertes si están basadas en datos, en casos reales o en encuestas de opinión.
Sin embargo, un debate no consiste en una serie de intervenciones previamente ensayadas. Tanto las respuestas a las críticas del oponente como algunas de nuestras propias críticas y por supuesto el resumen final deben improvisarse y demostrar así capacidad de argumentación y de escucha de nuestros oponentes.
¿Cómo conducirse durante un debate?
El debate es dirigido por un moderador, encargado de ir dando la palabra a cada equipo según los turnos y tiempos ya descritos. Idealmente, el moderador apenas debe intervenir si se siguen algunos sencillos consejos:
Repartid de antemano las distintas intervenciones entre los tres miembros del equipo. En particular: quien hará la primera exposición, quien las críticas y quien el resumen final. La respuesta a las críticas de los oponentes pueden hacerse entre los tres miembros del equipo, siempre que no se interrumpan entre ellos.
Habla despacio y con serenidad. Haz pausas para marcar transiciones.
Trata de pronunciar lo más claramente posible. La mascarilla hace más difícil la escucha.
No interrumpas a los demás, escúchales atentamente y espera tu turno para responder.
Se cortés: comienza tus respuestas agradeciendo a tus oponentes sus críticas, pero luego muestra a la audiencia la debilidad de esas críticas.
Prepara con anticipación la exposición inicial y algunas de las críticas que vayas a hacer a tus oponentes. Pero no está permitido leer un discurso preparado. Puedes tener un breve guión (una tarjeta o dos) con los puntos clave de intervención y echarle un vistazo de vez en cuando.
Cuida tu lenguaje corporal: ponte en pie cuando intervengas, mira a tu audiencia y a tus oponentes, mantén una postura relajada y haz un uso moderado de las manos.
Puedes usar un cronómetro para medir el tiempo de tu intervención. Míralo de vez en cuando y trata de ajustarte al tiempo previsto para evitar que el moderador te quite la palabra si te excedes.
Si se acaba el tiempo de tu intervención pero te quedan ideas por decir, no quieras prolongar tu intervención. Si no pudiste exponer todas tus ideas, ya lo harás en el siguiente turno.