Evaluación y calificación

Criterios de evaluación

A la hora de evaluar la participación en un debate, se tendrá en cuenta tanto qué se dice como cómo se dice.

Los contenidos que se aportan, ya sean
1. Razones o argumentos que apoyen el punto de vista que defiende el participante. Han de ser razones pertinentes, relevantes directamente y no de forma tangencial. Igualmente han de ser relevantes las razones en contra, las críticas y las preguntas que se hagan a quienes defienden el punto de vista contrario.
2. Los datos, estudios y encuestas que se ofrezcan para defender el propio punto de vista o para criticar el punto de vista opuesto. Serán datos extraídos de fuentes fiables sobre cuyos detalles (cuándo, dónde, quién proporciona esos datos) podrán preguntar tanto el equipo contrario como el moderador.
3. Los ejemplos o casos concretos que apoyan el propio punto de vista o igualmente que criticar al punto de vista contrario.
Las respuestas que se den a las críticas y preguntas que haga el equipo oponente, ya sean
1. Respuestas preparadas de antemano.
2. Respuestas improvisadas en el momento.

Buena dicción y entonación: sereno pero no aburrido, alto y claro pero sin estridencias.
Adecuado lenguaje corporal: dirigiéndose a los oponentes y a la audiencia según corresponda. Manteniendo la atención con gestos de atención.
Respeto de los turnos y de los tiempos asignados.

Ofrecer argumentos poco relevantes o poco convincentes.
Ofrecer argumentos basados en opiniones y no en razones o en datos.
Ofrecer argumentos muy genéricos sin aportar ejemplos, casos o estudios que concreten y ayuden a comprender mejor.
No responder a las preguntas que se hagan sino dar evasivas o sencillamente ignorar la pregunta.
Leer las intervenciones sin ser capaz de hablar sin ayuda. Un breve guión (escrito en una tarjeta) está permitido en la intervención inicial, pero no más.
Leer un resumen escrito previamente, resumen que no recoge las intervenciones hechas durante el debate.
No trabajar en equipo sin descoordinadamente: cada miembro se encarga de una parte sin que dialoguen o preparen sus respuestas en equipo antes y durante el debate. Aunque haya miembros designados de antemano para liderar cada parte del debate, todos deben participar en la preparación de las respuestas y del resumen final.
Hablar en un tono muy bajo o monótono.
Hablar demasiado rápido o bruscamente.
Usar un tono o expresiones despectivas.
Gesticular muy poco o demasiado.
No dirigirse con la mirada y las manos a la audiencia y al equipo oponente.
Interrumpir cuando no se tiene la palabra.
No emplear buena parte del tiempo disponible (solo la mitad o menos) o pasarse demasiado del tiempo asignado.

Atendiendo a los anteriores criterios, la calificación (de cero a diez puntos) será el resultado de sumar los siguientes apartados: