La Filosofía y el pensamiento racional
Del mismo modo que hay varias formas de pensamiento irracional, también hay varias formas de pensar racionalmente; la Filosofía es una de ellas, pero el sentido común y las ciencias son otras dos formas de pensamiento racional.
Comparando a la Filosofía con el sentido común y con la ciencia entenderemos mejor en qué consiste el pensamiento filosófico.
El sentido común
Podemos definir el sentido común como nuestra capacidad para percibir y manejarnos en el mundo que nos rodea. La expresión "sentido común" recoge sus dos características centrales:
Está basado en los datos proporcionados por los sentidos, en lo que percibimos sin necesidad de complicados razonamientos, conocimientos previos o preparación técnica o académica de ningún tipo.
Es común a todos los seres humanos, no está reservado a quienes tienen algún talento especial, a quienes saben algo que el resto no sabemos o no hemos sido entrenados para hacer.
Empleamos el sentido común todos los días para tomar decisiones basadas en lo que vemos a nuestro alrededor, como cuando por ejemplo:
Nos miramos los dedos para saber si tenemos las uñas largas o cortas.
Probamos el café para saber si ya tiene azúcar.
Abrimos la ventana para ventilar la habitación.
El sentido común puede ser la base de inventos sencillos (la rueda, el arado) y de tecnologías básicas para la supervivencia humana: elaboración de armas de piedra primero y de metal después, la agricultura y la navegación fluvial y costera, etc.
Diferencias entre el sentido común, las ciencias y la Filosofía
El sentido común es la forma más sencilla de pensamiento racional, las ciencias y la Filosofía son formas más complejas que se diferencian del sentido común en dos puntos esenciales:
El sentido común se basa en los datos de los sentidos, mientras que las ciencias y la Filosofía emplean, además de estos datos, otras herramientas como pueden ser los experimentos, los cálculos, las demostraciones y el pensamiento abstracto.
El sentido común es común a todos; cualquier persona sin especial preparación puede emplearlo. Por el contrario, las ciencias y la Filosofía requieren de una preparación, de unos estudios y de unas capacidades que debemos adquirir. Quienes las adquieren son expertos.
Las ciencias
Si tenemos que ventilar una habitación, abrir la ventana es la solución de sentido común. Pero si queremos que la ventana pueda abrirse automáticamente necesitaremos saber mecánica o ingeniería para construir mecanismos automáticos. Si queremos detectar niveles altos de CO2 (que nuestro olfato no detecta) necesitaremos conocimientos de química o de biología para diseñar un detector de CO2. Si queremos explicar por qué se mueve el viento o qué son el calor y el frío, necesitaremos conocimientos de física.
La mecánica o la biología son conocimientos racionales que van más allá del simple sentido común. Y aunque emplean la información que nos llega por los sentidos, emplean también experimentos, cálculos matemáticos y teorías abstractas para lograr conocimiento.
Los métodos científicos
Una de las características más sobresalientes de las ciencias es que siguen un método para lograr nuevo conocimiento. Cuando un científico trata de avanzar en su ciencia, no lo hace de cualquier manera, sino que ha sido enseñado a seguir unos pasos bastante precisos para hacer nuevos descubrimientos. Pero un método no es una receta segura, es una guía que puede llevarnos al éxito (otros científicos la han seguido antes) pero no es una garantía de éxito. Además, no hay un único método científico: distintas ciencias usan distintos métodos para lograr nuevo conocimiento.
Podemos clasificar las ciencias en dos grandes grupos, según el método que usan:
Ciencias formales, como la Lógica o las Matemáticas. Su método se basa en la deducción. Esto significa que los nuevos conocimientos en estas ciencias surgen de razonamientos, usando lápiz y papel.
Ciencias experimentales, como la Astronomía, la Física o la Medicina. Su método se basa en la experiencia. Los nuevos conocimientos en estas ciencias surgen de los datos que nos aporta la experiencia. En algunas ciencias como la Medicina o la Astronomía, la experiencia tiene un papel más importante y su método es inductivo: la acumulación de observaciones y su análisis son la fuente principal de nuevos descubrimientos. En otras ciencias como la Física o la Química, la experiencia se combina con el método deductivo propio de la Lógica y las Matemáticas, su método es hipotético-deductivo.
Aunque la característica distintiva de las ciencias formales es basarse en la deducción, esto no quiere decir que sólo usen la deducción. Además de la deducción, un matemático puede también emplear:
La imaginación como fuente de nuevas ideas, que luego deben ser demostradas rigurosamente.
La acumulación de datos, lo que podemos llamar "experiencia matemática". Por ejemplo, la conjetura de Goldbach no está demostrada (es una conjetura) y por tanto no es (aún) parte de los conocimientos de las Matemáticas. El día que algún matemático la demuestre será conocimiento matemático, pero de momento no lo es. Sin embargo, muchos matemáticos están intentando demostrarla porque creen que es cierta. ¿Y por qué lo creen? Pues porque todos los números pares con los que se ha probado la conjetura la han cumplido, así que hay una gran cantidad de datos a favor de la conjetura. Pero hasta que no tengamos una demostración general, no estaremos seguros de que todos los números pares la cumplen.
Por otro lado, aunque la característica distintiva de las ciencias experimentales es emplear la experiencia, esto no quiere decir que sólo usen la experiencia. Un científico experimental puede emplear además:
La imaginación como fuente de nuevas ideas, que luego deben ser demostradas rigurosamente.
El cálculo matemático, el puro trabajo con lápiz y papel. Por ejemplo, el descubrimiento de Neptuno partió de cálculos puramente matemáticos, pero hasta que no le vio a través del telescopio ningún astrónomo aceptó que existiese un nuevo planeta. Médicos y astrónomos analizan gran cantidad de datos empleando estadística.
La filosofía
Hay multitud de ciencias, formales y experimentales, que emplean diferentes métodos de investigación. ¿Es la Filosofía una ciencia? No, pues no emplea ninguno de los métodos científicos:
No es una ciencia formal, porque la Filosofía no emplea la deducción, la demostración rigurosa a partir de axiomas, como único método de investigación.
No es una ciencia experimental, porque:
La Filosofía no emplea ni la inducción ni el método hipotético-deductivo.
La Filosofía no requiere empezar con una recogida representativa de datos.
La Filosofía no realiza predicciones que puedan verificarse experimentalmente.
Aunque la Filosofía pueda emplear el razonamiento y tenga en cuenta los datos que proporciona la experiencia, ninguno de estos son métodos característicos de la Filosofía. A diferencia de las ciencias, es característico de los métodos de la Filosofía:
No tener un único método, ni tan siquiera haber un acuerdo general entre los filósofos sobre qué métodos emplear más allá de la guía general de emplear la razón. A diferencia de los científicos, los filósofos gozan de mayor libertad a la hora de elegir su tema de estudio y el modo en que lo van a estudiar.
Recurrir a las teorías de anteriores filósofos, a la Historia de la Filosofía, para avanzar en sus investigaciones. A diferencia de los científicos, que raramente encuentran inspiración en la historia de su ciencia, los filósofos consideran importante poner la ideas de sus predecesores en su contexto histórico.
Analizar los conceptos, los significados de las palabras, para aclarar confusiones y así avanzar. A diferencia de los científicos, cuya meta principal es hallar nuevas verdades, nuevos hechos, nuevas leyes científicas, los filósofos suelen empezar por un análisis previo y muchas veces creen que estos análisis previos son la parte más importante de su actividad.
Rasgos diferenciales de la Filosofía respecto de las ciencias
Si bien la Filosofía no es una ciencia, sí es un saber racional que se caracteriza por:
Ser un saber radical, que no se contenta con una respuesta que no vaya hasta el fondo de los problemas.
Ser un saber general, que no limita su interés a una parte de la realidad (como sucede en las ciencias) sino que pretende abarcar toda la realidad.
Ser un saber integrador, que busca dar una visión común de los conocimientos fragmentarios de las ciencias.
Ser un saber práctico, que no se limita a saber sino a orientar nuestras decisiones sobre lo que debemos o queremos hacer.
Ser un saber crítico, que busca las limitaciones y defectos de nuestras opiniones y creencias sociales y políticas.
Filosofía y Religión
Filosofía y Religión no pueden nunca confundirse entre sí, pues mientras que la primera defiende sus ideas con razones, la segunda apela a la fe: a creer sin tener prueba.
Sin embargo, algunas de las preguntas tradicionalmente tratadas por las religiones son también objeto de estudio por parte de los filósofos:
¿Cómo afrontar la muerte?
¿Qué debo hacer con mi vida?
¿Qué me está permitido y qué prohibido?
¿Cuál es el origen último del universo?
Debido a estos intereses comunes, Filosofía y Religión han mantenido a lo largo de la Historia una estrecha relación, influyendo la una en la otra, pero manteniendo cada una su punto de partida propio: la razón en un caso y la fe en el otro.
Después de ver el vídeo "¿Qué es la Filosofía?" (Segunda parte):
Distingue entre Filosofía, religión y ciencia.
Distingue entre pensamiento racional e irracional.
¿Por qué es más importante preguntar que responder tanto en Filosofía como en ciencia? Compara con las religiones y con otros tipos de pensamiento irracional.