Chapter One: La Violencia and Its Effects
9. Exhumación en la aldea Chel
La aldea Jua fue masacrada el año 1981. Murieron mucha gente y hubo muchos dolores. Muchas gentes fueron enterradas en diferentes lugares y muchos no se supo por la familia en dónde fueron muertos o en dónde fueron arrojados, si en los ríos, en los barrancos. Hay muchos que así desaparecieron de esta tierra. Muchas familias fueron perdidas. No son muchas las víctimas que fueron enterradas por sus familiares, y tampoco fueron enterradas en el cementerio. Pero más o menos ellos saben donde están enterrados sus muertos y sólo sería de llevarlos al cementerio. Pero para las familias que nunca se enteraron de la muerte de sus seres queridos es una gran tristeza.
La señora de la foto vivía en su aldea Jua y tenía dos hijos. Cuando la violencia destruyó su aldea se fue a la aldea de Xesayi que ya fue masacrada en el año 1982. Hasta 1997 que ya ha habido algo de paz, se hizo la exhumación sobre las personas que fueron masacradas en Xesayi. La señora de la foto fue la única sobreviviente de la masacre que hubo en ese tiempo. Ella llegó a mostrarles a los exhumadores en dónde estaban enterrados su finada mamá, sus hermanos y sus dos hijos que ella perdió. Pero no sólo ella sino que hubo muchas personas que sus seres queridos fueron masacrados. La señora fue a ver los restos de su familia. Ella identificó que eran los huesos de su mamá por las fichas que llevaban sus aretes, porque ella dijo que las mujeres conocen a las señoras que tienen sus fichas que son diferentes en cada una de ellas y la señora conocía la ficha de los aretes de su mamá por la seña.
Ella está contenta con la exhumación que se está haciendo porque al fin las personas podrán llevar a sus muertos al cementerio, que es el lugar de los muertos. Cuando su aldea Xesayi fue destruida, ella fue a refugiarse diez años a las montañas. El sufrimiento es inolvidable para ella. Nunca podrá olvidar lo que ella vio en ese año 1982, pero ahora ella está muy enferma del corazón y muy afectada por todo lo que sufrió.
La señora está pensando mucho sobre el daño, los dolores, la gran impunidad que le habían hecho los soldados. Ella recuerda como fueron torturadas las personas, las grandes torturas que le hicieron a sus familiares antes de que ellos murieron. Ella vio como algunos hombres fueron matados a filo de machetes, a otros les metían alambres en los oídos y otros fueron ahorcados con cadenas.
Y yo, la entrevistadora, en ese momento yo sentía el dolor que esta señora sentía por dentro de su hígado ¡Era tanto lo que ella había visto en su vida! Mi deseo en el futuro es que esta familia tiene derecho de vivir en paz, no sólo ellos sino toda la gente indígena que fueron tan afectados en la guerra. Es ahora que estas personas pueden reasentarse en sus aldeas otra vez. Como esta mujer que ha sufrido mucho y hasta ahora están asentándose otra vez de nuevo. Pero están tan abandonados por tanta miseria y enfermedad que los afectó. La esperanza es que tienen una gran lucha para sobrevivir, el amor de sus hijos, el amor de los demás, la unión y la paz.
Yo digo que nosotros los indígenas nos merecemos vivir en paz y merecemos ser respetados por los que planearon destruirnos hace 17 años. Yo digo que tomaron una decisión de matarnos porque el gobierno tomó la decisión de ordenar a sus soldados de matar mucha gente que no eran culpables de nada. El no puede poner un pretexto de que son los guerrilleros que mataron, porque los bebés no pueden tomar una arma, ni las mujeres embarazadas, ni los niños y las niñas, ni los ancianos. Así que ahora a los indígenas no pueden engañarnos más, porque estamos analizando muchos errores que se cometieron en el tiempo de la guerra. Y si no ha habido un mejoramiento en nuestro pueblo es por causa de la gran impunidad que se hizo, por el abandono y la destrucción, por los terribles daños causados. Y yo digo que no sucedan más estos daños, ya basta de tanta mentira, de tantos engaños de los presidentes corruptos y asesinos. Si el presidente ahora promete trabajar y velar por las necesidades de la gente, que lo cumpla de corazón y de hecho, no sólo de palabras. Que no sea corrupto como los presidentes que fueron asesinos, no han sido todos pero sí algunos que estaban en el tiempo de la guerra.