Cultivando café para la exportación

Voces e imagenes: Mujeres Maya Ixiles de Chajul

TABLE OF CONTENTS

(Índice de materias)

Capítulo Tres: Las mujeres y su vida cotidiana

9. Cultivando café para la exportación

El corte de café

Para nosotras, qué bueno que la gente tengan sus cafetales porque las personas pueden conseguir trabajo para recoger el café. Hay muchos cafetales con sus frutos bien maduros, así la gente que está cortando el café van a llenar rápido una canasta y se les paga al peso. Pero si no hay mucho café no hay mucha ganancia para los mozos [la gente que está trabajando para el dueño del cafetal].

Los granos se recogen todos revueltos, verdes con maduros. Los verdes los dejan aparte y los maduros los meten en el costal. Cuando se llenan los costales de café se va a sacarle la cáscara en la pulpería, y después se tiene que llevarlo al río para lavarlo. Al terminar de lavar el café, hay que traerlo otra vez y como está bien verde tienen que asolearlo, secarlo bien durante unos cuatro o cinco días para tener listo el café para guardarlo y venderlo.

La cosecha del café cuesta mucho, ya que los cafetales están a una distancia muy lejana donde la tierra es cálida, que es donde el café produce. Los niños y las niñas trabajan en el corte del café porque la cosecha de café necesita muchos trabajadores. Las mujeres tienen que viajar con sus esposos para ayudar con los trabajos y para cocinar. Así es el café para nosotros aquí en Chajul.

En la Asociación Chajulense se puede vender el café a un mejor precio, pero sólo para los asociados, pero los que no son asociados venden a la gente de Huehuetenango. El beneficio de café de la Asociación Chajulense nos ayuda aunque su proceso es muy duro. Tiene su precio ya que se paga a Q5,00 la libra y a Q528 el quintal. Si vendemos el café en el beneficio tenemos que esperar unos dos meses para recibir el pago. En cambio con la gente de Huehuetenango, el pago es de una vez.

Mujer asoleando el café para secar

El café era también la bebida de nuestros antepasados pues ellos se dedicaban también al cultivo de los cafetales. Cosechaban aunque en su tiempo el precio del café era muy bajo, igual que en el tiempo de ahora, se gana más pero se paga también más. Ojalá que el café siempre estuviera sembrado para seguir con los cultivos y mejorar nuestras vidas. No queremos que se declare reserva protegida a nuestras tierras. Así como los que son propietarios de muchas tierras tienen sus fincas y cafetales y sus mozos, pero siempre se aprovechan de los mozos y no les dan el salario justo y además ellos se quedan sin sus tierras. No queremos que se aprovechen más de nosotros. Queremos tener nuestras tierras libres para que podamos sembrar y cosechar nuestro café.