Capítulo Dos: La cultura Maya Ixil
1. El maíz y los antepasados
El maíz para nosotros es muy importante porque se siembra, se cosecha y satisface nuestras necesidades básicas. Es la base de nuestra alimentación. Sin el maíz no podríamos sobrevivir y los hijos no podrían comer. Es la primera cosa que comen los bebés. Desde los sies a siete meses comen la tortilla de maíz, y así van dejando de mamar y las mamás se pueden recuperar de su debilidad por tanto tiempo de dar pecho.
Los mayas se dicen hombres de maíz. Esto es porque nuestros antepasados decían que el maíz era el único trabajo de los hombres. Ellos conocen muy bien las semillas, cuáles pegan en la tierra y en qué tiempos. Por eso tienen que cuidarlo muy bien para que no desaparezca. Además, el maíz da una energía especial a los hombres que lo comen. Nuestros abuelos siempre nos contaron que había cuatro clases de maíz y cada una significa algo diferente. El maíz amarillo es el de siempre y dicen que tiene más vitaminas que los otros. El negro es porque los abuelos quemaban mucho maíz y así se quedó. El blanco dicen que es por la ceniza del maíz que se quemó y cuentan que cuando murió Jesucristo, su sangre tocó el maíz amarillo y se puso de color rojo. Como no sabemos toda la historia, vamos a consultar con los ancianos para investigar más porqué les llaman hombres de maíz.
Cuando los tiempos de la violencia, el ejército quemaba nuestras siembras y cosechas para que no podemos comer; pero también para que no podemos cultivar la tierra, practicar nuestros ritos y ceremonias y así trataron de destruir la comunicación con nuestros antepasados.