El entierro

Voces e imagenes: Mujeres Maya Ixiles de Chajul

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(Índice de materias)

Capítulo Dos: La cultura Maya Ixil

12. El entierro

El murió de una enfermedad porque ya era muy anciano. La familia del difunto estuvieron velándolo una noche junto a los invitados, ya que la costumbre es que cuando ellos se enteran de un fallecimiento, las personas se juntan para colaborar y ayudar en la casa de los familiares del fallecido. Para la contribución del gasto que se hace ellos colaboran con masa, leña, azúcar, maíz, frijoles y dinero. Las mujeres se encargan de preparar la comida para los visitantes y recibirlos con una taza de café. Los hombres se encargan de hacer el cajón del difunto y algunos familiares colaboran en dar la madera. Otros hombres colaboran en escarbar el hoyo en el cementerio para enterrarlo y después de todos los preparativos, otro grupo se encarga de cargar la caja para llevarlo hasta el cementerio. Después del velorio y el entierro las mujeres vienen a hacer la limpieza a la casa de los familiares del fallecido; ellas tienen que dejarles la ropa lavada y limpiar la casa bien por tres días. Esta es la forma de colaborar de la gente del pueblo de Chajul.

El hijo del difunto está muy triste porque él no tiene ningún hijo y ya es mayor de edad. El está muy preocupado porque si él se muere entonces no tiene quien cuide de él y sus ganados. Su finado padre era muy pobre y él ya se murió. Sabemos que ya no va a sufrir más esta pobreza porque él está descansando ya. Sabemos que lo mismo irá a pasar con nosotros, porque sabemos que tenemos que morir cuando nos llegue la hora. Si nos morimos de enfermedad tenemos que tener una caja y llevarnos a enterrar al cementerio. Si la gente tienen el dinero van a tener sus panteones, pero a los pobres sólo nos entierran en el hoyo. Primero se tiene que escarbar un hoyo debajo de la tierra. Cuando los muertos están enterrados en el cementerio, los familiares llegan a visitar a sus muertos de vez en cuando, a ponerles sus flores o candelas, y el Día de los Santos es una fiesta para hablar y recordar a los muertos.

Breve historia del pasado del finado: Cuando él tenía 30 años era sacristán, servía al sacerdote y servía en la Cofradía. El salía con su grupo en la procesión de los santos para que Dios nos diera la lluvia y el tiempo de sol. Esto es lo que él hacía en la iglesia católica. También cultivaba la tierra y sólo tenía dos hijos, que se casaron y cuidan a sus familias. Después se murió su esposa y se quedó solo, sin ninguna hija, sin nadie que le sirva en su casa. Cuando se enfermó estaba él solo en su casa.

[Foto T-4 – hombres cargando la caja]