2. Los salarios y la productividad

El mercado de trabajo real, como hemos visto, no es un mercado perfecto, entre otras cuestiones porque el producto que se intercambia, el trabajo, no es homogéneo, sino muy diferente en sus requisitos, contenidos y condiciones. No se puede hablar, por tanto, de un mercado de trabajo único, sino de muchos mercados de trabajo, uno por cada profesión o especialización; y aún dentro de cada una de estas categorías, también existen diferencias significativas determinadas por la edad, la experiencia, la formación, etc.

Y si el trabajo es desigual, también lo es su remuneración, el salario. En las sociedades capitalistas las disparidades salariales entre unos y otros trabajos pueden ser enormes: desde el mercado de futbolistas o de directivos de grandes empresas, donde los salarios son altísimos, hasta el de los albañiles, con salarios mucho más bajos, pasando por las distintas profesiones y ámbitos (médicos en la sanidad pública o privada, ingenieros, fontaneros, etc.).

En relación al salario, el precio que cobra el trabajador a cambio de su trabajo, hay que distinguir entre el valor bruto y el valor neto, que es la cantidad que finalmente ingresa. Las cifras que publican las agencias estadísticas sobre salarios, generalmente se refieren a su valor bruto, y a esta cantidad hay que deducirle dos conceptos: la cuota de la seguridad social (un 6 % aproximadamente) y la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es un porcentaje progresivo a medida que aumenta el salario. 

A modo de ejemplo, si el salario medio bruto es 1.850€, el salario neto correspondiente estaría alrededor de los 1500€ mensuales.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica la llamada "Encuesta de estructura salarial", que recoge información sobre el mercado de trabajo en España. En la siguiente imagen se muestran los salarios medios brutos mensuales en las distintas comunidades autónomas, según los datos de 2022

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE


El salario bruto medio mensual es de 2.128,4 €, y cinco comunidades autónomas superan la media: País Vasco, Madrid, Islas Baleares, Navarra y Cataluña. El resto de comunidades están por debajo del salario medio estatal, con Extremadura en el extremo inferior. Se puede observar en la gráfica la desigualdad territorial, con una diferencia de 700 € mensuales entre la comunidad con mayor salario, País Vasco, y aquella con el menor sueldo medio, Extremadura, lo que supone un 27,5 por ciento menos.

Hay que tener en cuenta que el INE calcula el salario mensual considerando 12 pagas al año, y no las 14 que son habituales, considerando las dos pagas extras que se abonan en julio y en diciembre. Sin el prorrateo de estas pagas extras el salario bruto medio quedaría en 1.824,3 € mensuales por 14 pagas.

La desigualdad de género también es llamativa: el salario bruto medio de los hombres se sitúa en 2.303,4 € mensuales, mientras que el de las mujeres es de 1.941,7 €, un 15,7 por ciento menor en este caso.

Los salarios medios, sin embargo, no dicen nada acerca de cómo se distribuyen entre la población: ¿cuántas personas cobran por encima o por debajo de la media? ¿cómo de amplia es la desigualdad?. La siguiente imagen muestra la distribución de frecuencias de los salarios brutos anuales en España en 2021.

Gráfico tomado de Bankinter: https://www.bankinter.com/blog/economia/salario-medio-espanol

Se observa que tanto los salarios más frecuentes como el mediano (el que divide en dos partes iguales al número de trabajadores) se sitúan por debajo del salario bruto medio, como consecuencia de que existen muchos más salarios por debajo de la media que por encima de ésta, como se puede apreciar en el gráfico. En concreto, el salario bruto más frecuente es un 28,6 por ciento inferior al medio, y el segundo más frecuente un 36,3 por ciento más bajo. 

Respecto a la Unión Europea, España se encuentra  un 20, 2 por ciento por debajo del salario medio bruto mensual, como muestra la siguiente gráfica del año 2021.

Gráfico tomado de: https://gdempresa.gesdocument.com/noticias/salario-bruto-medio-europa

Se aprecia en el gráfico la gran disparidad salarial existente en la Unión Europea, con un salario medio en Luxemburgo, a la cabeza del ranking, más de 6 veces superior al de Bulgaria, país que se encuentra en la cola. Una vez más la desigualdad es la tónica dominante en cuanto a salarios.

El salario mínimo también presenta grandes disparidades entre países europeos. Este "salario mínimo" es la cantidad mínima que, por ley, debe ganar mensualmente una persona trabajadora a tiempo completo en términos brutos. El siguiente gráfico muestra los salarios mínimos en algunos países de la Unión Europea, teniendo en cuenta que en algunos de ellos, como Italia, Austria o Suecia, no hay establecido un salario mínimo. Los datos corresponden al año 2024.

Otra diferencia salarial importante es la que se da en función del género, a la que se suele denominar brecha salarial. A continuación se muestran los porcentajes que representan esta brecha en los países de la Unión Europea basados en datos del año 2020.

Gráfico tomado del Parlamento Europeo: https://www.europarl.europa.eu/topics/es/article/20200227STO73519/brecha-salarial-de-genero-en-europa-hechos-y-cifras-infografia

La brecha salarial se enmarca en la "brecha de género", que incluye otros aspectos socio-económicos que ponen de manifiesto al desigualdad de género. La siguiente "píldora estadística" del INE la explica brevemente.

Las diferencias salariales también se dan en función del nivel de formación de los trabajadores. La siguiente gráfica muestra el salario bruto medio anual para distintos niveles de formación en España en al año 2021, en la que se aprecia una clara correlación entre ambas variables.

Elaboración propia a partir de datos de Infojobs

La productividad

A un nivel académico, la teoría económica justifica las diferencias salariales por las diferencias en la productividad del trabajo, que incide en la demanda. En la gráfica siguiente se pueden observar las consecuencias de un incremento de la productividad: el salario aumenta y también el número de contratos.

La productividad del trabajo depende fundamentalmente del nivel de cualificación de los trabajadores (formación y experiencia) y de la tecnología utilizada (bienes de capital y organización productiva). 

En las últimas décadas, en las economías más desarrolladas, el gran avance tecnológico ha hecho que la productividad del trabajo mejore considerablemente. España, con un bajo nivel de educación y de tecnología, la ha incrementado en menor medida, y aún no alcanza la media de la Eurozona, como muestra el siguiente gráfico, que mide la productividad mediante el cociente entre el PIB (producción total del país en un año) y el número de horas trabajadas en el mismo periodo, para los países de la Unión Europea, y tomando como referencia la media de la Eurozona según datos de la OCDE del año 2020.

Las razones que explican la menor productividad laboral en España son el menor nivel de formación de los trabajadores y la menor inversión en capital, especialmente en I + D + i (Investigación, Desarrollo e Innovación)

Sin embargo, la productividad del trabajo es más compleja que la explicación que proporciona la teoría económica. Así, aunque el salario depende de la productividad, también existe una relación inversa: la productividad del trabajo depende del salario.

Por ello, si el salario es muy bajo, la empresa ahorra en costes, pero puede ser que se resienta su productividad debido a que los trabajadores están desmotivados, al no encontrar un incentivo económico que recompense su esfuerzo. El mismo fenómeno puede ocurrir si las condiciones de trabajo no llegan al mínimo aceptable, o si los trabajadores no se sienten valorados por la empresa. 

El caso contrario lo representa el llamado salario de eficiencia, que consiste en pagar a los trabajadores un salario superior al vigente en el mercado para esa categoría, con el fin de incentivarlos para que se esfuercen en aumentar su productividad.

En definitiva, la productividad del trabajo, el rendimiento de los trabajadores, tiene que ver con múltiples factores propios de la naturaleza humana, y aunque el aspecto económico es muy importante no es el único: numerosos estudios han demostrado que cuanto mayor es el grado de satisfacción del trabajador, mayor es su productividad, luego la cuestión relevante es el estudio de lo que satisface a los trabajadores, además del salario.