5. Los mercados imperfectos

Los mercados reales no cumplen con las condiciones del modelo descrito de competencia perfecta, y por ello se les denomina mercados imperfectos.

Algunos mercados, como el de ciertos productos agrícolas homogéneos (los cereales, por ejemplo) o la venta al por menor de bienes o servicios estándar, se acercan bastante al ideal del mercado perfecto, pero son una minoría dentro del enorme entramado de industrias que forman el sistema económico y no son, por tanto, representativos.

La realidad económica, por el contrario, se define por la existencia de grandes empresas con elevado poder de mercado, que consiguen a través de estrategias como la diferenciación del producto mediante marcas, o mediante ventajas como las economías de escala. La imperfección de los mercados conduce al establecimiento de los precios por encima del coste marginal de las empresas. Y el mayor precio respecto a la situación de competencia perfecta, determina una menor cantidad de producción al enfrentarse con una demanda decreciente. El poder para fijar los precios convierte a las empresas en precio-decisoras, en contraposición a las empresas competitivas, que son precio-aceptantes. La consecuencia de todo ello es que las empresas consiguen beneficios extraordinarios, mientras que los consumidores salen perjudicados al tener que pagar un precio más alto.

 La eficiencia social descrita para la competencia perfecta se convierte en ineficiencia en este tipo de mercados: las empresas no producen al menor coste medio posible ni venden al menor precio. Por el contrario, suben los precios, tomando el poder en los mercados en detrimento del consumidor, que pierde su soberanía.

Por otra parte, la evolución histórica de la empresa capitalista muestra una tendencia hacia el crecimiento mediante la concentración empresarial, a través de fusiones o adquisiciones de empresas. La consecuencia es la existencia de empresas gigantes con enormes producciones y número de trabajadores, a veces mayores que algunos países. Por ejemplo, Wallmart, la cadena de supermercados más grande del mundo, en el año 2010 facturó 408.214 millones de dólares y obtuvo un beneficio de 14.335 millones, con más de 1.800.000 empleados (Fuente: Fortune-500). Y el proceso de crecimiento empresarial continúa, transformando cada vez más mercados en estructuras cercanas al oligopolio.

La siguiente imagen muestra las consecuencias de ese proceso de crecimiento y concentración empresarial en el sector de la alimentación, bebidas y productos de higiene y limpieza a nivel mundial. Observa la gran cantidad de marcas que posee cada gran empresa y las relaciones existentes entre ellas (pincha en la imagen para verla ampliada):

El siguiente vídeo muestra el poder de mercado de las grandes empresas tecnológicas, que basan su negocio en la obtención de ingentes cantidades de datos.

 Vídeo tomado del usuario de Youtube "DW Español"


En el anterior epígrafe se clasificaron los mercados imperfectos en tres categorías: monopolio, oligopolio y competencia monopolísticas. Sin embargo, estos modelos obedecen a una categorización teórica que facilita su estudio, pero no recoge todas las posibilidades. Así, a la hora de analizar un mercado real concreto no se trata tanto de identificarlo con una estructura determinada, sino descubrir a cuál se parece más.   

No obstante, en los siguientes enlaces se analizan los modelos de mercado definidos por la teoría económica, ordenados de menor a mayor grado de competencia o, dicho de otra forma, de mayor a menor poder de mercado.

       El monopolio

        El oligopolio

        La competencia monopolística