3. La elasticidad precio de la demanda

La Ley de la Demanda Decreciente garantiza que siempre que baja el precio de un bien aumenta su consumo, y viceversa, al aumentar el precio disminuye la cantidad demandada. 

La siguiente cuestión relevante es: ¿cuánto disminuye el consumo al aumentar el precio? o ¿cuánto aumenta la cantidad demandada al bajar el precio de un bien?. La respuesta a esta cuestión nos la da la llamada elasticidad-precio  o sensibilidad de la demanda ante cambios en los precios.

Se trata de dar un paso más en el análisis del comportamiento del consumidor, y estudiar los cambios que se producen en la disposición a comprar cuando cambian los precios en términos porcentuales.

En concreto, la elasticidad mide el cambio porcentual en la cantidad demandada frente a un cambio porcentual en los precios. Por ejemplo, si el precio de la gasolina se incrementa en un 10%, sabemos que su cantidad demandada disminuye , pero ¿cuánto? ¿un 10%? ¿más o menos?. La respuesta a esta pregunta es la que se pretende contestar.

La elasticidad es un número que se obtiene mediante la siguiente expresión:

Matemáticamente, la elasticidad-precio viene dada por la derivada de la función de demanda respecto al precio, multiplicada por el cociente entre el precio (P) y la cantidad demandada (QD). Y dado que la derivada mide la variación de QD al variar P, es decir, la pendiente de la función de demanda, la elasticidad depende de la pendiente, de la inclinación de la recta o la curva que representa la demanda. Sin embargo, la elasticidad no es exactamente igual que la pendiente, ya que ésta hay que multiplicarla por el cociente entre P y QD

Por otra parte, el valor de la elasticidad siempre es negativo, igual que la pendiente de la función de demanda, que es decreciente: la cantidad demandada de un bien y su precio varían en sentido contrario. En la práctica, sin embargo, suele utilizarse su valor absoluto y compararlo con la unidad, de la siguiente forma:

La demanda de elasticidad unitaria significa que el porcentaje de variación del precio y de la cantidad demandada son iguales, aunque de signo contrario: si el precio aumenta (disminuye), por ejemplo, un 20%, la cantidad demandada disminuye (aumenta) un 20%.

Si la demanda es inelástica o rígida, quiere decir que el porcentaje de variación de la cantidad demandada es menor que el porcentaje de variación del precio: por ejemplo, ante un incremento en el precio del 20%, la demanda decrece un 10%. Además, cuanto más cercano a cero sea el valor absoluto de la elasticidad-precio, más insensible o inelástica es la demanda del bien en cuestión.

La demanda elástica, por su parte, indica que el porcentaje de variación de la cantidad demandada es mayor que la variación porcentual del precio: una subida del 20% en el precio da lugar a una bajada en la cantidad demandada de, por ejemplo, el 40%. Y cuanto mayor sea el valor absoluto de la elasticidad, más sensible o elástica es la demanda.

Existen además dos categorías extremas de la elasticidad, más teóricas que reales:

Demanda perfectamente inelástica, correspondiente al valor cero: la variación en el precio no produce ninguna variación en la cantidad demandada, que permanece siempre constante.

Demanda perfectamente elástica, con valor igual a infinito: el precio es constante y sólo varía la cantidad demandada para ese precio fijo.

  Gráficamente, la representación sería la siguiente:

Como se puede observar, la demanda perfectamente rígida es vertical y paralela al eje de ordenadas: los consumidores están dispuestos a comprar siempre la misma cantidad del bien (10 unidades), cualquiera que sea el precio.

La demanda perfectamente elástica, por el contrario, es horizontal y paralela al eje de abcisas, indicando que los consumidores están dispuestos a comprar cualquier cantidad a un único precio, 2€.

Estas elasticidades son teóricas y en la realidad sólo podemos encontrar aproximaciones a ellas.

En el caso de la insensibilidad absoluta podría pensarse en una persona diabética, por ejemplo, que necesita su dosis diaria de insulina y está dispuesto a pagar cualquier precio por ella. Aún así la restricción de la renta hace que sea poco realista un precio desorbitado.

La realidad suele situarse en algún lugar entre los dos extremos y más o menos próxima a uno de ellos, como se muestra en las gráficas siguientes:

 Observa que el valor de la elasticidad indica el porcentaje de variación de la demanda por cada 1% de variación en el precio: por ejemplo, en el caso de la demanda elástica nos da un valor de -1,6 que al multiplicarlo por 25 nos da como resultado el 40% de reducción en la cantidad demandada.

Por útimo, ¿de qué depende que la demanda de un bien sea elástica o rígida?, o dicho de otra forma, ¿qué factores influyen en que los consumidores sean más o menos sensibles a las variaciones en el precio de un bien o servicio?


La elasticidad de la demanda y los ingresos de las empresas

Los ingresos de las empresas (I) vienen determinados por el producto del precio de venta (P) por la cantidad vendida del bien o servicio (q): I = P x q. Esto implica que el valor de la elasticidad-precio de la demanda del bien que vende la empresa es un dato muy importante a la hora de fijar los precios:

En la siguiente presentación se explica esta relación entre elasticidad de la demanda e ingresos de las empresas.

  Usuaria de YouTube "Barneto Maite"