1. La conducta de la empresa

La empresa es el agente económico encargado de la producción y distribución de los bienes y servicios, bien para el consumo de las economías domésticas, o bien para que otras empresas los utilicen en su proceso productivo.

Para poder llevar a cabo la función de producción, la empresa necesita una serie de factores, que debe adquirir, a través de los mercados de factores, a las economías domésticas. Recuerda el flujo. circular de la actividad económica, que sintetiza las relaciones entre ambos agentes: familias y empresas.

En el Tema 2 representamos a la empresa como un sistema de transformación de factores productivos o inputs, en bienes y servicios o outputs, a través de una tecnología. Es decir, la empresa coordina y combina los inputs según una determinada tecnología para conseguir los outputs:

La transformación de factores productivos en bienes y servicios, o de inputs en outputs, tiene como fin obtener el máximo beneficio posible. Pero, ¿qué es y cómo se calcula ese beneficio?. A lo largo del tema vamos a estudiarlo con detenimiento, aunque como anticipo formulamos la siguiente igualdad:

Beneficio = Ingresos - Costes

Los Ingresos provienen de la venta en el mercado de los bienes y servicios producidos a un precio determinado. Y los Costes proceden de los factores productivos utilizados en el proceso: materias primas y materiales, salarios de los trabajadores, suministros de electricidad, transportes, uso de la maquinaria, etc. que la empresa debe comprar por un precio. Para cumplir su objetivo de maximización del beneficio, la empresa tendrá que incrementar las ventas el máximo posible y/o reducir sus costes de manera óptima.

La Tecnología es la forma de combinar los factores en el proceso productivo.

En cada momento histórico existe una diversidad de tecnologías disponibles, y la empresa, guiada por su objetivo de alcanzar el máximo beneficio, elegirá aquella que le permita producir con menores costes, de la forma más eficiente. Esta búsqueda de la reducción de costes explica la creciente utilización en la industria de tecnologías intensivas en capital en aquellos países donde la mano de obra es más cara.

En el siguiente vídeo se muestra cómo se fabrica uno de los cientos de bienes que consumimos habitualmente, el chocolate. Fíjate en los factores necesarios para su fabricación:

Vídeo tomado del usuario de YouTube "fanobk"

No todas las empresas realizan una transformación física de factores en productos, las hay también que se ocupan del sector primario (agricultura, ganadería, pesca, etc.) o del terciario (transporte, comercio, hostelería, etc.). Las empresas de los tres sectores económicos, como vimos en el segundo tema, se complementan y se necesitan para conseguir un desarrollo económico equilibrado.

El objetivo de las empresas es obtener el máximo beneficio, para lo cuál deben crear utilidad para el consumidor, que se traduce en valor para la empresa. La utilidad que recibe el consumidor y por la que pagará un precio, puede ser de distintos tipos

- de forma, cuando adquiere un producto elaborado industrialmente: resulta más útil un abrigo ya confeccionado que la tela con la que se elabora.

- de lugar, cuando lo compra en un comercio relativamente cercano a su residencia y, por tanto, no tiene que desplazarse a la fábrica en la que se confeccionó. 

- de tiempo, cuando lo tiene disponible en el momento en que lo necesita. 

Es decir, cuando los consumidores pagamos un precio, no sólo valoramos el bien en sí, sino también la comodidad de comprarlo cerca de casa, sin tener que trasladarnos a la fábrica o al campo, o poder hacerlo en el momento que más nos conviene. 

La respuesta de las empresas a estos deseos de los consumidores es ofrecer esas distintas utilidades mediante la producción y la distribución de bienes y servicios, aportando valor a lo largo de todo el proceso desde la obtención de la materia prima hasta que el bien llega al consumidor. A este proceso se le denomina cadena de valor, debido a que está compuesto por una serie de fases o eslabones que van aumentando la utilidad y, por tanto, el valor del producto. 

La cadena de valor de la leche, por ejemplo, comienza con la obtención de la leche de la vaca, a la que hay que alimentar y mantener en buenas condiciones. Una vez obtenida la leche cruda, se transporta mediante camiones cisterna hasta la central lechera, donde será tratada, envasada y etiquetada. Un nuevo transporte se suma al anterior para acercar los briks de leche a las tiendas y supermercados donde estarán disponibles. En cada uno de los cinco eslabones descritos se crea un valor, que se intercambia por un precio del que provienen los ingresos, a los que hay que restar los costes de ese eslabón para obtener el beneficio. Así, cuantos más eslabones formen la cadena de valor, cuantas más empresas participen en el proceso, más valor y más costes se acumulan, dando lugar a un precio final para el consumidor más elevado.

Esta cadena de valor la puede realizar una sola empresa o, más habitual, varias empresas, cada una de las cuales se hace cargo de uno o unos pocos eslabones hasta el último de ellos, en el que el bien llega al consumidor. 

La siguiente cuestión es ¿quién crea el valor en la empresa?

Si analizamos la actividad empresarial partimos de los factores productivos, que son tres en la clasificación clásica: tierra o recursos naturales, trabajo y capital. Los tres son necesarios para desarrollar la actividad productiva, pero la creación de valor surge de la acción conjunta del trabajo y el capital: son los seres humanos, con su fuerza de trabajo, y las máquinas las que crean el valor en la empresa, debido a que las materias primas y otros materiales se incorporan al producto, pero no generan valor por sí mismos por tratarse de elementos pasivos. 

En la corriente de pensamiento marxista, sin embargo, se considera al trabajo como el único factor creador de valor, razonando que la maquinaria, el capital, es también el resultado del trabajo humano y, por tanto, no se puede considerar generador de valor como tal, sino trabajo acumulado.

La especialización y la interdependencia económica

Hemos visto que los distintos eslabones de la cadena de valor de un producto suelen ejecutarlos empresas diferentes, cada una de ellas especializada en una fase concreta: extracción de la materia prima, transporte, transformación, comercio, etc.

La especialización en la producción llegó a la sociedad en el momento en el que el ser humano descubrió la agricultura y la ganadería, abandonando la caza y la recolección junto que la vida nómada que ello suponía. El asentamiento humano, con el cultivo de plantas y la cría de animales, le permitió producir una cantidad de alimento muy superior a la necesaria para su subsistencia. Esta producción excedentaria tuvo dos importantes consecuencias:

Primera: Una parte de la población no necesita trabajar la tierra y puede dedicarse a nuevas ocupaciones: alfarería, carpintería, herrería, etc. Es decir, las personas se especializan en actividades productivas diversas.

Segunda: El intercambio, el comercio, se hace imprescindible para que cada especialista en una actividad productiva pueda cambiar sus productos por otros que necesita: el agricultor intercambia cereales por vasijas de barro, por vestidos o por herramientas; el herrero obtiene alimento a cambio de las herramientas que produce, etc.

La especialización también permitió la división del trabajo, o dedicación de cada persona a una tarea concreta dentro del proceso productivo de un bien. Por ejemplo, en la herrería unas personas funden el metal, otras le dan la forma, y otras personas hacen el acabado final. 

La división del trabajo tuvo un impacto enorme en el incremento de la producción total que podía obtener cada trabajador, debido tres razones: 

Adam Smith puso de manifiesto este fenómeno en su famoso ejemplo de la fábrica de alfileres y considera que es la base del desarrollo económico al conseguirse una mayor eficiencia o productividad.

El vídeo "Don Boudreaux: La división del trabajo: Hamburguesas y barcos de carga - MRUniversity" muestra las ventajas de dividir el trabajo en tareas sencillas.

Tomado del usuario de YouTube "Progresar en Libertad"

La especialización y la división del trabajo se han incrementado a lo largo de la historia y efectivamente han conseguido el aumento espectacular de la eficiencia económica, aunque en ocasiones, cuando se ha llevado al extremo, ha provocado también problemas de tipo psicológico en los trabajadores, obligados a realizar operaciones rutinarias durante toda la jornada laboral. Esta problemática, que se pone de manifiesto especialmente en las cadenas de montaje industriales, es la que aborda la magistral película de Charles Chaplin "Tiempos Modernos":

Tomado del usuario de YouTube "literato cómico"

Otra consecuencia de la especialización es la interdependencia económica: si una persona elaborara todos los bienes y servicios que necesita, sería económicamente independiente; pero al especializarse, depende de los demás. Lo mismo ocurre en el interior de las empresas, ya que el producto final depende de la actuación de todo el conjunto de trabajadores, cada uno de los cuales realiza una tarea u operación concreta. Y, por supuesto, esta interdependencia también se da entre las diferentes empresas de la cadena de valor de un bien, o entre los distintos sectores económicos. Surge de esta forma la necesidad de coordinación entre personas y empresas para que el sistema económico funcione correctamente.